REGALAME 10 CITAS

Un mes entero había pasado sin nada relevante, Micael seguía con la rutina en su oficina, ahora era un poco diferente, desde que James sabía que debía dejar la oficina pronto justificado por la licencia por paternidad, James le había estado enseñando a Micael todo lo relacionado con el manejo de la constructora, Micael y Carlos (asistente Omega de James) se tendrían que encargar de todo lo relacionado a la empresa una vez que James comenzará su licencia, Micael tenía el absoluto y total poder de hacerlo y lo hacía bien, estaba en su oficina firmando algunos documentos últimamente ocupaba su mente más de lo habitual, se sentía ansioso y en algunas ocasiones solitario, recientemente había recibido la llamada del abogado de su madre, Eleana seguía apelando la libertad condicional y eso era algo que Micael no toleraba pensar, también tenía en su cabeza que hacía algún tiempo no visitaba a Michel en el hospital psiquiátrico y que ya debía hacerlo, miro la hora 6:30 pm hacía tiempo que no iba a algún bar y que no tomaba una copa, entro a la oficina de James y lo vio ahí todo enamorado hablando por teléfono con Mateo, Micael no era nada envidioso incluso le daba gusto ver a su mejor amigo feliz, salio solo haciéndole una seña de despedida y no le dio tiempo nisiquiera de hablar, solo salio y subió a su auto, llegó al bar de aquel condado y entrego las llaves al valer parking, ya lo conocían así que había confianza entre ellos para dejarles el auto, entro al bar y noto de inmediato que algunas miradas de algun@s chic@s omegas y betas y por qué no también alfas se posaban en el, Micael era atractivo, dominante, y tenía una seguridad en sí mismo tremenda, esa mirada de chico malo con su coqueta sonrisa que volvía loc@ a más de un@.

-Un vodka con limón por favor.

Pidio en la barra y el bartender sonrio para de inmediato atender su pedido, tomo el primer trago mientras comía un poco de los cacahuates salados de la mesa, sonrió irónico el olor de su feromona era justo eso, crema de cacahuates, o cacahuates si lo apreciaba bien, el bartender lo miro coqueto y hizo una seña discreta al alfa que estaba justo al otro lado del bar, en un momento Micael perdió la cuenta y cuando entro en si ya tenía la botella misma para el solo en la mesa.

-Deberia beber menos señor Derna, la última vez no ha podido ni siquiera sostenerse por si mismo.

-Jejejeje ¿Es eso así? Lo siento Manuel, pero, ¿Alguna vez has sentido que tu vida misma es una mierda?

-Trabajo sirviendo tragos a muchas personas señor, escucho más problemas en un día que un profesor de matemáticas… jajaja ¿Eso contesta su pregunta señor Derna?

-Jajajaja no del todo Manuel…

-Señor, debe dejar de beber, está usted ebrio… no recuerdo que antes le pegara tanto el licor…

-Ya tengo 30 años Manuel, la edad pesa…

-Es usted un alfa muy joven, y con todo respeto hasta guapo, es sorprendente que no tenga pareja señor Derna, pero en algún momento la tendrá y formará una familia, todos en la vida tenemos un propósito señor Derna.

-¿familia? Jejeje ¿Crees eso? Yo creo que esa parte de mi, no será posible, la familia o el matrimonio… yo, soy un alfa… diferente por así decirlo..

El alfa justo a un lado se Micael sentado bebiendo un whisky en la barra, escuchaba con atención cada palabra del alfa y sonreía, los años no pasan en vano, Micael ya no era aquel chico de 15 años e incluso sus pensamientos habían cambiado, ahora no quería casarse, ni formar una familia, incluso se consideraba un alfa diferente, estaba en silencio escuchando cada palabra de Micael, era el mismo, los mismos ojos y la misma boca, la voz un poco más madura pero era el mismo, tan igual y tan distinto a la vez.

-¿Deberia irme? Pfff me siento un poco mal, quiza llame a James..

¿James? ¿Quién putas era James? ¿Su novio? ¿Su mejor amigo, o su amante en turno? Todo eso pensaba Alex mientras escuchaba, no podía, no debía y sobretodo no quería volverlo a dejar ir, así que sin más dudas se acercó a el, de forma amistosa mientras Manuel, el bartender le sonreía.

-Nos volvemos a encontrar Micael…

-¿Te conozco?

-Digamos que si… te ayude a llegar a tu casa hace un mes, me describiste a la perfección tu auto, gris , grande y de 4 ruedas… ¿Ya lo encontraste? 🤭😊

-Joder …

Micael se tiñó de rojo y miro al alfa frente a el, era sumamente atractivo, ojos azules, pelo negro y un cuerpo detallado y perfecto, era joven, al menos unos 25 años... pero el aroma de frutas en el le agradaba, el tipo claramente le estaba coqueteando así que lo pensó, “hace tiempo que no tengo una aventura de una noche, ¿Por qué no?” sonrió coqueto y levanto la copa en su mano.

-Lo encontré, fue difícil, no hay muchos autos grises grandes y de 4 ruedas en Manhattan, jejeje me costó un poco pero al final di con el mío, tengo la oportunidad de agradecerte que me hayas llevado a casa en aquella ocasión, no entiendo cómo lo hiciste, ¿Acaso te di yo mi dirección?.

-Amm si, si así es .. bueno la mansión dónde te lleve, se notaba fina, debe serlo… puesto que tu persona combina perfecto con ella..

-Jajaja ¿Te parezco una persona fina?..

-por supuesto… tu piel es tan fina que incluso pensaría que es de porcelana, se nota suave y delicada… me preguntó ¿Toda tu piel será así?.. 😏

Micael se sorprendió un poco pero no lo demostró, el era un alfa Dominante y no tenía por qué demostrar debilidad, solo se acercó al alfa y le dijo al oído.

-¿Te gustaría averiguarlo? Si es así… ¿te parece si te invito a un lugar más tranquilo?

-Soy un alfa ¿si lo sabes?..

-Lo mío jamás han sido los omegas… (susurro)

-Lo se…

-¿Como dices?

-Que está bien, que lo noté, y aquí entre nos, lo mío tampoco son los omegas (susurro) entonces, ¿A dónde iremos? (Sonrisa)

Micael sonrió mientras intento pagar la cuenta, fue un poco inútil, Alex dio su tarjeta y pago el total de 500 dólares, Micael se tambaleaba un poquito mientras caminaba, en un momento se desestabilizó y no encontró lugar para sostenerse, Alex lo tomo de la cintura con delicadeza y sonrió cuando lo miro a los ojos.

-Debes mirar bien por dónde caminas Micael, hoy no queremos accidentes ¿cierto?.

Micael miro los ojos azules, ¿En dónde los había visto antes? El aroma de las frutas que recorría su nariz y por alguna razón le daba paz y le encantaba olerlo, llegaron al estacionamiento y Micael miro el lujoso auto negro que el balet parking le entregaba a Alex y se pregunto ¿Quién es? ¿En dónde trabaja? Pero las preguntas solo se hicieron en su mente y no salieron de su boca, con cuidado Alex abrió la puerta del auto y ayudo a Micael a subir, siempre cuidando que no golpeara su cabeza, se acercó a el para ponerle el cinturón y sus miradas se encontraron.

-Besame…

Le dijo Micael al alfa, y entonces Alexis sin siquiera pensarlo lo beso.