Novela en emisión! No está terminada... No se impacienten.
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Cap 6
—Elegí Harvard porque es la que está más lejos de casa y de todos los que me conocen, quiero comenzar una nueva vida. —Sonreí y comencé a tomar mi café.
—Sera difícil encontrar algo decente en los alrededores, a esta altura todo debe estar ocupado. Pero veamos que hay y déjame decirte Cassie, estoy muy sorprendido con tu elección de universidades y aún más que hayas aplicado para todas ellas.
—No soy solo una cara bonita, Ethan. Soy un desastre, pero un desastre con buenas calificaciones.
El hermano de Jasper tecleaba su portátil y apretaba las cejas a cada rato.
—Te lo dije, no encontraras nada para estas fechas. —Dijo Jasper aburrido.
—Tiene que haber algo. —se quejó su hermano. — Solo hay que buscar.
—Bebé, tenemos una habitación vacía en nuestro departamento, si quieres y no te da miedo vivir con dos hombres, puedes quedarte con nosotros hasta que encuentres algo. Respetaremos tu privacidad mientras que tú respetes la nuestra.
Ethan frunce el ceño y sacude la cabeza mirando mal a su hermano, al parecer, él no lo había mencionado porque lo considero inapropiado, después de todo él era un profesor y yo una alumna. Iba a rechazar la oferta de Jasper pero…
— ¿De verdad Jasper? ¿Justo en esa habitación?
El hermano mayor se encogió de hombros y no le dio importancia.
—Él no la necesita y ella si, además se quedara por un largo tiempo con nuestra madre hasta que… bueno ya sabes, quiera volver.
—¿De quién hablan? —Ahora me sentía curiosa. Me estaban ofreciendo una habitación que tenía dueño y quería saber, siempre quiero saber.
—De nuestro hermano, pero tranquila. No vendrá por aquí si es lo que te preocupa. ¿Qué dices? Aceptas o temes que este límite que te pusiste sea frágil y lo rompas. —Respondió Jasper.
Ethan se reía bajito, porque cuando Jasper dijo “Este límite” se había señalado al mismo con un dedo en el pecho.
—No soy ordenada, olvido mi ropa interior en la ducha, no se cocinar y se me cae el cabello. No iré a fiestas y seré una niña buena que no llevara a nadie a su casa. —Aclare eso último. — Si soportan eso entonces sí, me quedare con ustedes un tiempo hasta que consiga un lugar propio.
Ethan sonreía y asentía con tranquilidad. En Cambio Jasper tenía una nueva expresión en el rostro, pero no lo tome mal, solo quería que el conteste si tenía problema con eso o no.
—¿Sabes una cosa, bebé? Nunca convivimos con una mujer y esta es la primera vez que lo hacemos. Mientras respetes nuestro ritmo de vida y te dediques a estudiar esta más que bien para nosotros.
Y así fue que solita me puse la primera cadena, porque confié en ellos, la oferta era muy buena y no tenía más opción que tomarla. Porque no pensaba meterme a un cuchitril compartido con alguna hippienta con rastas o una ratona de biblioteca. Las opciones no eran favorables y definitivamente, no tomaría esa.
—Bien, ya mismo pediré que saquen todo de la habitación de… mi hermano para que te instales ni bien lleguemos.
—Los ayudare con los gastos de comida y servicios. Solo díganme cuanto es y se los daré.
Los dos se negaron a eso. ¿Qué? ¿Voy a vivir con ellos y o me cobraran nada? Ahora si estoy sospechando que… No, no lo creo. Ellos deberían que temer al meter a una desconocida a su hogar.
—¿Por qué no? No soy una sanguijuela que vive de la sangre de otro así que mejor díganme que quieren y se los daré.
—Harvard no es una universidad fácil, y si quieres permanecer allí sin fracasar, deberás esforzarte. En primer año no eliges especialidad, solo tienes que asistir a todas las clases, en segundo recién vs a elegir y déjame decirte que estas atrasada, deberías estar terminando una carrera en lugar de iniciar tus estudios. Pero, si quieres pagar, debes traer a casa la mejor nota en todas las materias ¿Ok? En lugar de dinero quiero que uses tu cerebrito.
Ok, imagínense lo que sentí después de que Ethan me dijo eso. No pagaría ni una zanahoria si le mostraba buenas calificaciones, Jasper seguía con la mirada ensombrecida.
—Bien, esa era una de mis metas de todas formas. Gracias por ayudarme, de verdad. No les daré ningún problema, y solo será hasta que encuentre un lugar propio.
De pronto se me cruzo algo en la mente. ¿Ellos llevan mujeres a la casa? Tenía ganas de pegarme una patada mental. ¡Claro que sí!
—Ok, ya es hora de que nos vayamos al aeropuerto. ¿Tienes todo lo que necesitas para empezar tu primer día? Todavía falta una semana para que empieces el primer semestre, tienes tiempo y puedo acompañarte cuando vuelva del trabajo. — Se ofreció Jasper.
La verdad era que no había comprado ni un lápiz y tampoco me gustaba cargar con cosas que no necesitaba en el momento.
—Todavía no, lo hare cuando llegue. Gracias, no conozco la ciudad y me vendría bien la ayuda hasta que me adapte a la ciudad. —Claro que acepte, no era tonta, si tenía a alguien que me enseñe el lugar lo aprovecharía.
Ethan miraba a su hermano de una extraña forma, los dos se parecen pero son muy distintos. Mientras que uno se veía responsable el otro parecía ser más relajado. Ethan vestía una camisa clara y pantalón de vestir, zapatos lustrados y su cabello estaba perfectamente peinado y Jasper tenía una camiseta de mangas largas de color gris oscuro hasta los codos, jeans rasgados en las rodillas y su cabello largo estaba suelto, dándole un aire más salvaje a su rostro. Tenía pulseras de estilo artesanal y una cadenita de oro con un dije con la letra J.
Era el mayor, pero no lo parecía.
Cada uno tomo sus pertenencias y abordamos la camioneta que los hermanos habían rentado para moverse y lo dejamos en el estacionamiento del aeropuerto. Mi móvil no dejaba de sonar, tenía muchos mensajes de Brenda y llamadas perdidas. Exigía una explicación de por qué me había ido sin despedirme y me envió muchas fotos de ella y nuestros amigos en la playa. Una de ellas me había hecho sentir cierta amargura, porque claramente estaba drogada y sentí, que de haber estado ahí, estaría igual que ella, porque Brenda solo ofrecía y yo no sabía decirle que no, no era algo de todos los días, no lo hacía siempre pero a veces sí.