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A 10 Pasos De Tu Puerta

A 10 Pasos De Tu Puerta

Status: En proceso
Genre:Posesivo / Arrogante / Malentendidos / Amor-odio / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:3k
Nilai: 5
nombre de autor: Poire

— Advertencia —

Es una historia corta.
La trama tiene contenido adulto, se pide discreción.

♡ Sinopsis ♡
Jodie nunca se ha quedado quieta, tiene una energía desbordante y una manera de meterse en donde no la llaman. Cuando se muda a un nuevo edificio, se encuentra con Kai; totalmente opuestos.

Él es reservado, ama el silencio y su rutina inquebrantable, pero su tranquilidad empieza a flaquear cuando Jodie lleva el caos hasta su puerta. ¿Podrá Kay resistirse a sus provocaciones?

NovelToon tiene autorización de Poire para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Muros de orgullo

Estaba cargando con una caja pesada que contenía libros que necesitaría para mi último año en la universidad, fue entonces cuando el sonido de la puerta de Kay abrirse me sacó de mis pensamientos. Avanzó hacia mí con pasos prácticos.

—Deja que te ayude con eso —extendió la mano.

Lo miré disgustada.

—No, no hace falta —respondí con tono cortante mientras dejaba la caja en el suelo para sacar mis llaves.

—Vale, un poco de amabilidad no va a hacerte daño.

Me mordí la lengua e ignoré su comentario mientras seguía revolviendo dentro del desastre que era mi bolso. Para esto, me había encontrado a Carlo en la entrada del condominio, y ya se había ofrecido a ayudarme, así que venía subiendo las escaleras con más cosas que necesitaba. Llegó hasta mi puerta con una sonrisa amable a pesar del peso que llevaba consigo, dejé que ingresara al apartamento sin decir mucho, yendo tras de él. El chismoso de Kay se había quedado husmeando desde su puerta hasta que decidí cerrar la mía.

......................

Al día siguiente estaba echando la basura cuando lo vi en la entrada. No sabía muy bien por qué, pero me seguía sintiendo irritada con su presencia, consideré la idea de que la causa de ello había sido ese mensaje suyo. ¿Cómo se atrevía a decirme que nadie podía soportarme? Sobre todo porque yo misma me lo había dicho tantas veces.

Se plantó frente a mí, impidiéndome el pase.

—¿Qué, ahora qué quieres?

—¿Eres universitaria?

—Pues claro, Kay —respondí, exasperada—. Te dije que tenía un examen la noche en que el vecino hizo la fiesta. ¿Yo hablaba con el pasto o qué?

Su expresión denotaba vergüenza.

—Ah, cierto, tienes razón. Solo lo olvidé, lo siento.

—Bien —dije secamente y seguí caminando.

Él caminó unos pasos detrás de mí.

—Oye —me llamó—, hay algo que quiero decirte.

—¿Qué, Kay? —me detuve con impaciencia—. Llego tarde.

—Es solo un minuto —insistió, lo dejé continuar—. Sé que a veces puedo ser malhumorado —¿A veces?— o irritante. Pero quiero disculparme por cómo me comporté contigo la otra vez, fue un comentario malicioso y no tenía derecho. Supongo que no fue muy agradable de mi parte.

—Me parece que ya te habías disculpado una vez en el pasado. Se supone que una disculpa significa que no volverás a hacerlo, no para que vuelvas a caer —contesté con frialdad y avancé unos pasos más.

—Pero espera, no lo tomes tan mal —tomó mi hombro—. Yo lo sé, lo he pensado también, y se que no somos amigos pero no creo que haya sido correcto decirte eso. A veces solo digo lo que pienso en el momento por impulso y mis palabras pueden sonar crudas.

—¿Exactamente por qué te estás disculpando? ¿Será, no sé —fingí reflexionar— por decir que nadie me soporta? ¿O por decir que soy una mimada? ¿Eh?

Noté que bajó levemente la cabeza.

—Lo siento. Por ambas cosas. Fueron comentarios apresurados de mi parte. Lo hice únicamente por instinto, pero no intento justificarme.

Justo en ese momento Carlo salió del edificio, me hizo una señal y se fue. Se había ofrecido a dejarme cerca de la universidad, no estaba tan lejos de su trabajo, y no podía hacerlo esperar, me estaba haciendo un favor.

—Bueno, me tengo que ir —dije—. Deberías pensar mejor cómo tratas a las personas, la verdad. Pero yo no tengo porqué darte discursos de empatía, así que adiós.

Me fui antes de volver a escuchar réplicas, claramente no aceptando sus disculpas.

......................

Lo había desbloqueado solo porque consideraba una tontería mantener bloqueado a alguien con el que querías demostrar que no te importaba; terminabas revelando todo lo contrario. En su lugar, prefería ignorarlo directamente. Y eso hice cuando llegué por la noche a mi casa y estaba revisando mi correo en la computadora, sentí que mi teléfono vibró dentro del bolsillo. En la pantalla de notificaciones pude leer un «Hola, ¿sigues despierta?». Evidentemente, apagué el teléfono y seguí con mis cosas. A pesar de hacer caso omiso, continuó haciéndolo unas cuantas veces más. No entendía cuál era su afán, ¿no era que yo le desagradaba?

Leí «Supongo que no vas a responderme». «Bueno, lo intenté de nuevo», y como si no entendiera la indirecta, sin rendirse todavía, intentó seguir escribiendo «Oye, sé que no estás respondiendo, pero espero que al menos estés leyendo mis mensajes». Apagué el teléfono y seguí tecleando. Me levanté para servirme un vaso de jugo y volví a sentir la vibración. «Sé que estás ahí. Dame al menos una señal de que no lo estás ignorando».

Abrí el chat para dejarle el visto. Seguía queriendo saber por qué tanta insistencia. Después de todo, me había dado a entender que era una pesada, ¿por qué ahora estaba cambiando de opinión de repente? Es cierto que me pasé la noche entera pensando en eso, pero fue porque en verdad necesitaba respuestas, sin embargo, hasta cierto punto, me estaba hostigando con esa actitud.

El ambiente entre nosotros se volvió raro, incluso si no hablábamos directamente. Cuando salía de mi casa, lograba ver por su ventana que estaba sentado en su sala de estar, con la computadora encendida. A veces levantaba la vista, pero me tocaba fingir que no había visto nada y retomaba mi camino.

En una de esas ocasiones, regresando del trabajo, encontré a una chica en el pasillo, parecía estar perdida y me ofrecí a ayudarla. Cuando le pregunté a quién buscaba me dio su nombre, le indiqué donde era su departamento, sin poder evitar sentir cierta confusión. ¿No era que no tenía amigos y no le gustaba socializar con nadie? Al menos esa era la impresión que me había dejado clara desde el principio.

Cuando Kay abrió su puerta, se quedó observándome disimuladamente mientras la dejaba pasar. No niego que quise indagar más, pero ahogué mi curiosidad en ese momento. No fue hasta pasada la tarde que no resistí la tentación de saber quién era y tuve que ir a golpear la puerta con una excusa en mente. Tardó un momento en acudir hacia la puerta, y cuando lo hizo, su expresión era una mezcla de sorpresa y fastidio.

—¿Qué pasa?

—Oye, ¿recuerdas que me debes un favor, verdad? —pregunté.

Traté de asomar la cabeza para ver discretamente hacia la chica que estaba en su sala. Él asintió.

—Sí, lo recuerdo ¿Qué se te ofrece?

—Por casualidad, ¿sabes arreglar computadoras? Creo que la mía se dañó, no responde, y todavía tengo un trabajo pendiente que tengo que entregar mañana mismo.

Desde dentro, escuché a la chica llamarlo por su nombre. Kay me dedicó una mirada fugaz antes de volver a entrar, dejándome en el umbral hablando sola y juntando la puerta, sin cerrarla por completo. Regresó luego de un rato, sujetando el marco.

—Eh… sí, sé un poco de eso. Pero tendrás que esperar hasta mañana temprano, estoy trabajando en un proyecto justo ahora.

—¿Un proyecto? ¿De qué? —pregunté chismosa, incapaz de ocultar mi curiosidad.

—Nada importante, es para mis clases. Estaba en eso antes de que llegaras —miró hacia el interior del departamento cuando la impertinente lo llamó, una vez más—. Lo siento, pero si es muy urgente tendrás que conseguir la forma de hacerlo sola. Tengo que volver.

—Sí, entiendo.

Cerró la puerta en mi cara sin esperar que dijera nada más. Me devolvió el gesto, supongo, y me lo tenía merecido. ¿Por qué había hecho todo eso? Se sentía ridículo, ¿me importaba quién era esa chica? No, y no tenía por qué.

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Ely Mercado
Al menos debería tomarse el tiempo se subir varios y largos capítulos así es menos aburrida la espera. 🙄
Poire: Lo siento :(
El libro actualmente está en revisión de contrato y por eso procuro no subir tanto.
total 1 replies
Ely Mercado
que lento en subir cap. se pierde la gracia.
Laura Rey
q mal q dejen las historias a medias ..así no dan ganas de seguir al escritor...
Poire: Está a medias pq todavía no aceptan el proceso de contrato
total 1 replies
Ely Mercado
el siguiente capítulo???
Nurqaireen Zayani
😍es maravillosa, no puedo esperar a leer más
ahok wijaya
Estoy obsesionada con tus personajes y tu historia, necesito más material de inmediato. 😵
Gusti Raihan
Me encantó lo que escribiste
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