La Princesa Y El Tutor

Después de la comida, retomamos en la búsqueda de Julián. Aún no puedo creer que son querer coqueteaba a mi maestro, no lo hice a propósito pero. Ahora tendré que cuidar mis frases para que no suene con doble sentido. De momento, la persona que estábamos buscando aparece caminando hacia nosotros.

— Layla... Ya me estaba cansado de esperar solo... Yo.

Julián mira a Darcy.

— ¿Y el es...?

— ah, perdoname... Julián, el es mi profesor Darcy de las artes de la magia y hechicería... Darcy, él es Julián Hearts, mi mejor amigo...— Ambos presentes se miran fijamente, alzan sus manos para un apretón. Yo solo me encontraba de espectadora en estos momentos.

— es un placer...— expresó Darcy con un tono pesado.

— es placer es mío...— Julián es peor afincando su voz.— Layla... Quisiera hablar en privado contigo... Ahora.

— ¿Eh?

— la Srta Layla tiene clase conmigo ahora.

— que pena, pero será después de que hablemos...— desafío Julián con una sonrisa. Darcy fruncía el ceño poco a poco.

— suficiente los dos... Apenas se conocieron y ya quieren discutiendo. Son dos hombres, no niños, pero al parecer se quieren comportar como uno, no entiendo cuál es el problema.

— no estábamos discutiendo, Layla... Has malinterpretado las cosas...— explicó Julián.

— te conozco perfectamente cuando pones ese tono de voz. Sr Darcy, ¿Podría esperarme en mi oficina?... Hablaré rápidamente con Julián.

— de acuerdo, no puedo negarme ante la princesa.— Darcy nos ofreció una reverencia y se marchó.

Julián toma de mi mano y me lleva lejos de ahí. Deteniendonos en una esquina.

— estás celosos ¿Verdad?

— no...

— Julián...

— solo un poco.

— siempre te pones así cada vez que te presento a alguien nuevo. Pensé que se te había quitado esa maña desde que volviste aquí.

— sé lo que realmente sientes por mí y es pura amistad, pero no por eso tenga que dejar de protegerte.

— si te refieres al Sr Darcy no es mala persona. Tu me conoces y sabrías muy bien que no me junto con cualquiera y si me cae mal menos...

— Layla, presiento que ese hombre está ocultando algo y tú lo sabes perfectamente por tu gran intuición... ¿Ahora dime por qué estás con él?

— bueno... Primero, porque me interesa mucho aprender cosas nuevas como la magia que él conoce... Segundo— Layla mira a otro lado un poco sonrojada— es lindo... Su forma de ser me agrada. No siento malicia hacia el ni mucho menos intenciones extrañas. Solo es algo puro.

— te gusta tu profesor.

— ¡¿Ah?!... No, jamás dije que me gustara.

— fue más que obvio, Layla... Además, ya te pusiste roja como un tomate, ahí te delataste rapidito.

— de-dejemos ese tema para después... Me voy, Julián.

Julián se ríe un poco— solo trata de no ponerte nerviosa, ya que tú cara es la primera en hablar.

— lo tendré en cuenta...

___________

Darcy aún no se había ido a la oficina de Layla, puesto a que se puso a divagar en el pasillo consumido en sus pensamientos.

Sin embargo, su pensar es interrumpido por los pasos de una joven de cabellos negros y ojos rubí. Era bonita, coqueta y con un rostro que no rompía un plato pero que era capaz de romper la vajilla completa. Era Isabel, la hija de la concubina y el emperador.

Caminaba en dirección hacia Darcy y cada vez más cerca, ella finge tropezarse torpemente para que Darcy la atajara.

Pero la la desgracia de Isabel, Darcy solo se hizo un lado y la dejó besar el suelo. Le explica de una vez.

— no se qué pretendes conmigo Isabel. Pero deja de hacerte la víctima para que yo te ayude... Así que la próxima vez que intentes algo similar te seguiré ignorando.— él vuelve a tomar su ruta.

— ¡Oye, no tiene que ser cruel con una dama como yo! ¡También soy princesa!...— él la ignoró y siguió de largo... Y cuando Isabel se encuentra en completa soledad, se declara así misma con un tono desafiante— serás mío... Me gusta demasiado para dejar que siempre estés al lado de Layla.

______________por otro lado.

Layla abre la puerta de su oficina un poco apresurada, pues se tardó más de la cuenta. Observa a su profesor mirando el atardecer por la ventana.

— perdoname Sr Darcy... Julián suele distraerme mucho.

— no se disculpe. Enfoquémonos a lo importante. Se que quieres invocar a tu propio protector, pero debes practicar mucho. Y tengo fe de que lo logrará.

Sus palabras son confortante y ayuda mucho a tener más confianza. Al pasar más de una hora de prácticas, escuché las trompetas que indicaba la llegada de mi madre.

— princesa, ha llegado su madre, puede tomarse un tiempo e ir a verla.

— gracias. Prometo volver, Sr Darcy.

Al irse Layla, Darcy pensó lo siguiente de una manera alegre y cálida.

“Ya entiendo... Me gusta verla sonreír de esa forma tan dulce, que mi corazón va cayendo en sus encantos..."

La puerta se vuelve abrir y el piensa que era Layla.

— ¿Que se le olvidó, Srta Lay-....?— pero ve que no era ella, si no Isabel—... ¿Tú?... ¿Que es lo que quieres?

Ella se ríe como una loca obsesionada por él tutor... Darcy chasquea la lengua y vuelve a pensar.

“genial. Le gusto a la loca"

— Darcy... Por favor, no pierda su tiempo con la princesa en enseñarle, y hágalo conmigo...— ella se acercaba amenazadoramente, él no dudará en usar magia para detenerla.

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