Zaira es una joven que creció alejada de todo y todos, únicamente con la compañía de la mujer a la que considera su madre, pero a pesar de su aislamiento, Zaira siempre supo quién era y cuál era su propósito en la vida, y la joven está más que dispuesta a llevarlo a cabo.
Uniendo así su destino con los otros tres elegidos, Zaira deberá de derrotar al malvado dios Daotan, quién solo busca la destrucción del mundo, esta misión la llevara por un camino desconocido y lleno de peligros, un camino que no recorrerá sola, puesto que a su lado, lo quiera o no, estará un hombre que desde su nacimiento siempre supo que Zaira era su destino, y la ayudara aunque ella no lo desee.
Esta es la tercera historia de la tetralogía “Los 4 Guerreros de los Elementos”.
La primera historia es “El Guerrero de la Tierra”
Y la segunda historia es “La Guerrera del Aire”
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Capítulo 11
ZAIRA
Estamos rodeadas, rodeadas por un momento de desconocidos, pero si estos imbéciles nos intentan hacer algo, se darán cuenta de que se metieron con las mujeres equivocadas.
- ¿Quiénes son ustedes?, ¿Qué quieren aquí? – les pregunta mi madre, quien aún se encuentra delante de mí, protegiéndome.
Entonces, uno de los jinetes, se quita su casco, dejando ver al hombre más guapo que existe, y bueno, si bien nunca he visto a un hombre antes, he vivido toda mi vida en un lugar rodeado de muchas cosas hermosas, así que me considero alguien muy capaz de distinguir la belleza, y el hombre frente a mí es bellísimo, más o menos debe tener mi edad, su piel es un poco más oscura que la mía, su cabello de color azul oscuro, casi negro, le da un aire de peligrosidad, que combina perfectamente con sus facciones fuertes, y su muy bien formado cuerpo, pero lo que más me hipnotiza de él, son sus ojos, de un color turquesa tan puro, que parecen dos pozos de agua cristalina, son, preciosos.
- Tía, no sabes lo mucho que deseaba conocerte – le dice aquel joven a mi tía, ágilmente baja de su caballo y se acerca a mi madre, y la abraza, así de la nada, la abraza – mi padre estará más que feliz de verte – le dice el hermoso desconocido a mi madre.
- Hey, tú, aléjate de ella – le digo, mientras los separo, y me pongo, ahora yo, frente a mi madre, de manera protectora - ¿Quién eres tú?, y ¿Con qué derecho te acercas así a mi madre? – le digo, mientras me coloco en posición de pelea.
- Lo siento, lo siento, me gano la emoción, me presento, mi nombre es Kai Aquetzalli, príncipe heredero del reino del agua, y sobrino de la primera princesa Jenna Aquetzalli – se presenta el desconocido con una reverencia.
- Por el dios Kaayo, ¿Kai, eres tú?, ¿en verdad eres tú? – le pregunta mi madre, mientras unas pocas lágrimas caen por sus ojos.
- Sí, tía, soy yo, mi padre y yo lamentamos la tardanza, pero por razones desconocidas tu mensaje no llego, hasta ahora – le dice, y ahora es mi madre quien lo abraza, y bueno, eso me pone algo celosa, ella es mi madre, no la de él, si quiere una madre que lo abrace, que vaya por la suya.
- Los extrañé tanto, no sabes cuánto deseaba conocerte – le dice mi madre, sin romper el abrazo.
- El sentimiento es mutuo, yo siempre quise conocerte, y mi padre te ha extrañado demasiado – le dice el tal Kai, a mi madre, mientras se separa, al fin, de ella – pero no somos los únicos que te hemos extrañado – dice Kai, y hace una seña, entonces uno de los caballeros, desmonta y se acerca a donde estamos, y ya que está cerca de nosotros, se quita el casco, y de inmediato sé dé quien se trata, por las muchas veces que mi madre me hablo de él.
- Cumplí mi promesa, y no sabes lo feliz que me hace saber que mi espera ha terminado – le dice Moisés a mi madre, quien corre hacia él y ambos se unen en un beso, por lo que todos los presentes volteamos hacia otro lado.
Moisés fue y es el primer y único amor de mi madre, este prometió esperar su regreso el día que se separaron, veo que cumplió su promesa.
- Bueno, preparen el campamento, nos quedaremos esta noche – les ordena el príncipe Kai a sus hombres, quienes asienten, y comienzan a hacer lo que él les ha dicho – bueno, hermosa dama, que tal si tú y yo damos un paseo para conocernos un poco mientras tanto, después de todo somos prometidos – me dice el muy descarado, mientras toma mi mano y la besa.
- Por supuesto que no – le digo, y es que aún me siento algo celosa de su cercanía con mi madre, sé que es una actitud un tanto infantil de mi parte, pero no puedo evitarlo, durante toda mi vida, solo hemos sido ella y yo, y me cuesta un poco tener que compartirla.
Muy molesta con mi madre, con Kai, con Moisés, y sobre todo, conmigo misma, me dirijo al lago para calmarme un poco, sé que debo de mejorar mi actitud, sé que mi enojo es del todo irracional, así que por el momento necesito estar sola, para así poder reflexionar y ordenar mejor mis sentimientos.
KAI
Veo a Zaira irse, y, aunque una parte de mí quiere ir tras ella, sé que lo peor que puedo hacer, es imponerle mi presencia, por lo que la dejo irse, y mejor me dirijo con mis hombres para ayudarlos a poner las tiendas.
Mientras estoy trabajando, a mi mente viene la imagen de Zaira, y no puedo evitar sonrojarme un poco, ella es mi prometida, y es la mujer más hermosa que he visto en mi vida, he visto a cientos de mujeres a lo largo de mi vida, nobles y plebeyas, pero ninguna me había parecido tan hermosa como lo es Zaira, y no puedo evitar sentirme afortunado porque ella sea mi prometida, y por lo poco que pude vislumbrar de su personalidad, se nota que es valiente y de convicciones fuertes, algo que era de esperarse, puesto que fue criada por mi tía.
Sé que está mal, pero irremediablemente, la comparo con su prima, Mira es una joven mimada, que por mucho tiempo se atribuyó el título de mi prometida, llegando ser muy molesta e insistente, fue gracias al despertar del gran Carnero, hace unos meses, que todo eso acabo, puesto que Mira, tenía un nivel de magia fuerte, lo que era lógico, ya que heredo la bendición de su padre, y el templo de la Tierra, le comunicó a sus templos hermanos, que el portador del poder del animal sagrado, nacía sin magia alguna, y era solo hasta que despertaba, que se revelaba su gran poder.
La verdad es que no sé cuándo Zaira despertó, y en qué condiciones lo hizo, hasta ahora ya han despertado dos guardianes, el gran Carnero, al que incluso conocí, ya que fui a su boda, y la gran Águila, la cual no tiene mucho que despertó, mientras que todo lo relacionado con Zaira, son preguntas que solo ella y mi tía pueden responder, pero ahora eso no es lo importante, lo importante es volver a casa.