Una guerra despiadada obliga a ALONDRA a casarse, sufre mucho pero logra levantarse y cobrar venganza, pero eso le niega la posibilidad de amar, ella se encuntra en una dura situacion, elegira el amor o el poder.......
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GUERRA SEGUNDA PARTE.
ALONDRA.
Después de esa charla volvimos al gran salón, se estaba preparando un gran banquete para despedir a los soldados, el lugar estaba abarrotado y se serbia comida para todos, mi padre dio un discurso y se dio inicio al banquete. A la mañana siguiente los vi partir desde la torre oeste, trate de no llorar, pero fue imposible, la mayoría de ellos puede que no sobrevivan incluyendo a mi padre, me sentía triste, tenia miedo de lo que pasaría, pero por ahora solo me queda esperar que ganemos la guerra.
Llego a la oficina de mi padre para hacerme cargo de todo lo que este pendiente, pero en ella estaba Sonia y su hija Manuela.
Alondra que bueno verte, envié a una doncella a buscarte.
Aquí estoy, digo haciendo una reverencia, para que me busca y porque están aquí sin autorización.
Quería pedirte los libros de cuentas para ponerlos al día y pensé en usar este lugar ahora que tu padre no está, espero no te moleste.
La verdad es que si me molesta porque yo ocupare este lugar, como sabe, paso a su lado y me siento en la silla de mi padre. Soy la heredera y mi padre me dejo a cargo de todo, no sé preocupe por los libros de cuentas yo ya me hice cargo, entrégueme sus informes para anexarlos.
Como quieras, me retiro, vamos Manuela tu hermana tiene trabajo y no podemos molestarla más.
Veo salir a las dos con una cara como para pintar, se les notaba el enojo, que creyeron que podían tomar el lugar de mi padre y yo no diría nada, es mejor que este más pendiente a esas dos, pueden intentar algo en mi contra, por ahora enviare a vigilar todo lo que hagan.
UNA SEMANA DESPUÉS.
Del campo de batalla no había recibido buenas noticias, solo que mi padre estaba perdiendo la guerra, los refuerzos seguían sin llegar, me preocupa mucho lo que le pueda pasar a mi padre si esos refuerzos no llegan a tiempo y si ese rey gana no solo tendré que casarme, todo el reino perecerá en manos del escuche que es bárbaro y le gusta destruir reinos pequeños para anexarlos al suyo.
Voy a la torre oeste de vigilancia, este lugar es el único del castillo donde puedo estar sola y pensar un poco, como el soldado que cuida este lugar me tiene confianza aprovecha para descansar cuando llego aquí. Estaba mirando a la nada cuando veo un grupo de soldados aproximarse a caballo, estos no parecían ser del reino, tomo el telescopio del vigía y puedo mirar mejor las banderas, son del reino de Salamanca, eso solo se puede significar una cosa, mi padre perdió la guerra.
No sé qué pensar ni que hacer en este momento, doy vueltas en la torre y se me ocurren miles de escenarios, pero no logro decidirme, si hago lo que me dijo mi padre no sabre que fue lo que paso en realidad, además a donde voy a ir, la única parte que se me ocurre es esconderme en la cabaña del cazador por unos
días y luego irme al reino de mi madre, talvez allá mis tíos me ayuden, aunque
lo dudo le negaron la ayuda a mi padre, para ellos un matrimonio no era tan terrible como para irse a una guerra.
Princesa que bueno que sigue aquí, debe irse de inmediato, se acerca el enemigo y parece que perdimos la guerra.
Ya los vi, pero no quiero irme, todo esto empezó por mí y debo quedarme para evitar que los maten a todos.
No diga tonterías, si se queda no es garantía de nada, además si la matan la muerte de todos esos soldados será en vano, debe irse le prepare un bolso con víveres y a la salida del túnel encontrara un caballo, le deseo suerte.
No muy convencida dejo el castillo, tal como dijo a la salida había un caballo amarrado y un bolso de ropa, me cambio mi vestido para no llamar la atención, por la ruta que traían los soldados dudo que me encuentren en la choza del bosque.
No recordaba mucho el camino, pero traté de llegar, sola hasta la choza, despues de dar vueltas encontré aquel riachuelo y supe que estaba cerca, cuando por fin pude encontrar la choza estaba anocheciendo, entro a la choza, pero no hay nadie, afortunadamente hay leña y algo de comida, quiero pensar que el cazador este cerca, sería una suerte poder encontrarlo y que me brinde ayuda.
En siendo el fuego para calentarme un poco, saque los víveres que medio el solado y me alcanzan para dos días, tendré que pensar que hacer, no me puedo quedar en este lugar por mucho tiempo sé que me buscaran.