Gia Giordani es hija del general de las Fuerzas especiales de defensa Mundial, esta es una organización paralela a varios ejércitos unidos, que se encargan de misiones encubiertas y clasificadas, existen varias sedes de estas élites, las cuales se encuentran en varios lugares del mundo.
Gia es la única mujer y la menor de cuatro hermanos, todos pertenecientes a la elite con diferentes rangos, mientras ella solo es la princesa de la casa.
La joven ha estado enamorada desde siempre del hijo del general de división de la elite, el capitán Tomás Decker aunque este no quiere nada con ella, la ve como una Barbie sin cerebro.
El capitán Decker humilla frente a todos a la joven y ella tomará la decisión de cambiar su vida, ya que por aquellas palabras piensa que todos la ven como alguien inútil y sin cerebro.
Podrá esta joven demostrarle a un mundo machista que, si puede, podrá olvidar a este hombre tan ingrato.
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Supervivencia
—Giordani, al patio ahora —Gia corre al patio y estaba la capitana Rivers y el capitán Johnson, a quien venció en frente de todos, él seguía sentido con ella, aunque Brianna Cantú y Vania Terrens sus compañeras de habitación, ya no eran las mismas que al principio conocieron a Gia y se dieron cuenta de que de mimada y hueca no tenía nada.
—Mande mi capitán…
—Te irás hoy al Amazonas durante veinte días, si estás viva, el día veintiuno regresarás. —La joven sintió miedo, ella no sabía que se encontraría en aquel lugar.
Gia sería abandonada con varias personas más, pero no en el mismo lugar, estarían repartidos a lo largo de la selva, si ellos se encontraba era cálido, pero para eso tenían que ingeniárselas, solo le dieron comida para dos días y agua, un cuchillo, un arco y una broca para el fuego, botella para agua que solo le duraría máximo dos días o menos y nada más.
Gia debía poner aprueba las clases de supervivencia que había recibido, Gia ya sabía disparar, usar cuchillos, luchar, hasta las pruebas de inteligencia que eran su fuerte había pasado, había recibido todo tipo de clases durante esos meses allí que para ella eran años ahora solo faltaba poner a prueba sus habilidades de supervivencia.
Gia fue llevada en helicóptero y abandonada en medio de la selva iba con una bolsa en la cabeza, fue tirada como a un animal y pensó que esa prueba solo era una excusa para que muriera, estaba convencida de que no vendrías por ella, pero ella esperaría al día veintiuno y si no venían por ella, buscaría la manera de salir de allí.
El día que le dijeron que se iba corrió hasta la biblioteca y miró un mapa, rápidamente gracias a su memoria fotográfica, pudo grabarse el mapa del Amazonas, ella solo tenía que ubicarse mediante una brújula cacera, además según ellos tenían un GPS y así los conseguirían a través del brazalete que le pusieron a cada uno.
—Giordani, nos vemos en veintiún días. — dijo Rivers.
—O en el infierno cuando yo muera, agregó el capitán Johnson.
La rubia lo primero que hizo después de quitarse la capucha fue buscar la manera de hacer un refugio con ramas y hojas grandes.
Gia estaba aterrada si sabía el procedimiento más no lo había vivido y menos en un lugar tan peligroso, la joven hizo el refugio a una distancia del suelo por los animales rastreos.
La joven logró encender fuego ya muy noche, se veía fácil, pero no lo era tanto.
Cuando a la rubia se le acabaron las promociones fue a buscar agua y la purificó en el fuego a través de una hoja blanca, logro conseguir frutos como la uva caimarona y el lulo que es de color medio naranja con verde y la pulpa es amarilla, pero su sabor y aroma es diferente y totalmente agradable al paladar del ser humano. Es alto en carbohidratos y grasa, aporta energía, calcio, hierro y vitamina c.
La joven trató de evitar los gusanos y otros animales rastreros, la chica perdió mucho peso y al padre de los días solo quería sobrevivir, ella debía ser digna hija de un general, de noche los sonidos de los animales la asustaban al menos las primeras dos semanas, lo peor de todo es que le seguían doliendo las palabras de Tomás, que tan idiota se debía ser para seguir queriendo a alguien así.
El odio hacia ellos a si misma por ser tan ingenua crecía diario y ya no se preocupaba en salir de allí, sino en sacar a Tomás de su corazón y cabeza.
La joven no podía creer que a pesar de todo se preguntaba que pasaría si ella no hubiese Sido tan superficial cosa que era mentira, la soledad y las condiciones precarias de la selva la estaban volviendo loca.
La joven tenía quince días y decidió moverse, explorar, hizo una brújula y pudo ubicarse, Gia de hueca no tenía nada, era una bomba si se sabía utilizar bien.
La joven llegó cerca de una cascada y allí se bañaba.
Al día dieciocho se consiguió a un joven en condiciones precarias y casi al borde de la muerte no había comido ni bebido nada, estaba deshidratado y lo auxilio, pero ese sería un secreto que ambos se llevarían a la tumba luego de eso lo ayudo a hacer un refugio y fuego, hacer eso no era fácil por más que otros dijeran lo contrario, con manos maltratadas por el esfuerzo quedó la chica, pero pudo encender fuego y luego de ayudarlo a conseguir fruta se fue a un nuevo lugar, ella quería estar sola de esa manera llevaría mejor sus demonios.
Para el día veinte estaba totalmente relajada y trato de pescar algo, solo logro conseguir dos peces, pero fue suficiente para ella, la joven esperaría a ver si venían por ella, pero ya se había preparado mentalmente para tratar de salir por su cuenta, ella podía, cada día se decía a sí misma que podía hacer cualquier cosa.
La joven anhelaba a su familia, quería abrazar a su madre, padre y hermanos, moría por un abrazo cálido de su nana, o de la compañía de sus guardias y amigos, la joven se permitió llorar entre gritos el último día que estuvo en esa selva, estaba cansada, agitada, ella no quería seguir queriendo a esa bestia, pero como hacía eso, como se podía sacar del pecho a ese hombre.
Era una tonta que no aprendía, era fácil juzgarla, pero lo difícil era hacerlo, fue su primer amor, su primera ilusión y su primer desamor, había sido humillada, despreciada, juzgada, golpeada y abandonada en una isla para su corta edad era demasiado.
Gia se decía así mismas que si lograba salir de allí sería una mujer diferente, sería alguien difícil de engañar, ella no dejaría que nadie la volviera a lastimar, ella no dejaría que se burlaran de ella, era mujer, sí, pero eso no era motivo de burla al contrario había logrado mucho siendo una Barbie sin cerebro.
La joven esa noche no pudo descansar, usó esa noche para meditar sobre todo lo ocurrido, su hermano creyó en ella y debía hacerlo sentir orgulloso, debía demostrarle a su padre que era mujer, pero no un adorno.
La noche transcurrió con muchos sonidos extraños de fondo y la mañana llegó como una luz de esperanza, lo había logrado y si no venían por ella, tendría que buscar la manera de salir por su cuenta y estaba segura de que podría lograrlo.
Ese día Gia Giordani Montgomery entendió que no había cosa que no pudiese hacer y de ahora en adelante a cada reto que se le presentará se lo tomaría personal.
—¡Gia Montgomery! — Escucho muy cerca de su ubicación, a eso del medio día, según el sol, habían venido por ella, no la dejaron, ahora sí, el único obstáculo de Gia sería ella misma.
—¡Aquí…!