¿Qué harías si un día despertaras en un mundo totalmente desconocido?
Andaira, una joven del siglo XXI, despierta en la majestuosa mansión Valois sin memoria y con más preguntas que respuestas. En un reino de magia y misterio, deberá desenterrar los secretos de su pasado y descubrir su verdadero destino. Rodeada de intrigas y peligros, Andaira se encuentra con Kaiden, un valiente príncipe y poderoso general, quien la ayudará a enfrentar las sombras que amenazan su existencia.
A medida que Andaira explora este mundo mágico, se dará cuenta de que su vida está entrelazada con fuerzas antiguas y poderosas. ¿Podrá encontrar su verdadera identidad y salvar al reino de una oscura amenaza?
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Capitulo 12
La luz de la luna se hacía presente y mi corazón estaba agitado. No podía pensar con claridad, mi mente era un lío. Quería ver a Kaiden y preguntarle qué pensaba de todo esto.
Decidí irme a mi habitación para tratar de calmarme. La mansión Valois estaba tranquila, y los pasillos apenas iluminados por la suave luz de las lámparas. Cada paso que daba resonaba en el silencio de la noche.
Al llegar a mi habitación, abrí la puerta del balcón para dejar entrar la brisa fresca de la noche. Me senté en la cama, intentando ordenar mis pensamientos, cuando un suave golpe en la puerta del balcón me sobresaltó.
Me acerqué con cautela y, al abrirla, me encontré con Kaiden. Su rostro reflejaba una mezcla de preocupación y urgencia.
—Andaira, ¿puedo pasar? —preguntó en voz baja, como si temiera romper el silencio de la noche.
—Kaiden, ¿qué estás haciendo aquí? —dije sorprendida, pero aliviada de verlo—. Claro, pasa.
Él entró en la habitación y cerré la puerta del balcón detrás de él.
—Necesitaba hablar contigo —dijo, con la voz llena de preocupación—. Me enteré de la decisión de mi padre y de tus dudas sobre el compromiso con mi hermano.
Sentí un nudo en la garganta y las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos.
—Kaiden, no sé qué hacer. Todo esto es tan repentino y confuso —dije, tratando de contener mis emociones.
Kaiden se acercó y tomó mis manos entre las suyas, mirándome con sinceridad.
—Andaira, quiero que sepas que estoy aquí para ti, pase lo que pase. Entiendo que esto es difícil, pero juntos encontraremos una solución —dijo, su voz llena de determinación.
El tacto de sus manos en las mías aumentaba mi ansiedad, y aunque quería preguntar si realmente se casaría con esa princesa, el miedo me paralizaba.
Kaiden, al notar mi incomodidad, aflojó un poco el agarre pero no soltó mis manos.
—Andaira, necesito que confíes en mí —dijo suavemente—. No voy a tomar ninguna decisión que te lastime sin antes hablar contigo.
La sinceridad en su mirada me conmovió, pero la incertidumbre seguía pesando en mi corazón. Al verlo tan cerca de mí, sentía la necesidad de abrazarlo y no dejarlo ir. Por fin comprendí que me había enamorado de él; no quería que se casara con otra.
—Kaiden, todo esto me asusta. No sé qué hacer —admití, dejando que una lágrima escapara.
Él se acercó un poco más, sosteniéndome con firmeza y ternura.
—Lo resolveremos juntos, Andaira. No estás sola en esto. Sé que parece imposible ahora, pero encontraremos una forma de lidiar con esta situación —me aseguró, su voz llena de determinación.
Las palabras de Kaiden eran un bálsamo para mis temores, y aunque la situación seguía siendo compleja, sentí que con su apoyo podría encontrar el valor para enfrentar lo que viniera.
—Kaiden... —susurré, tomando su mano con más fuerza—. No quiero que te cases con ella. Me he dado cuenta de que... me importas más de lo que pensaba.
Kaiden me miró sorprendido, pero luego sus labios se curvaron en una suave sonrisa.
—Andaira, tú también eres importante para mí. Pero necesitamos ser fuertes y enfrentar esto juntos. No dejaré que nada ni nadie nos separe si eso es lo que tú también deseas.
El silencio que siguió fue lleno de promesas no dichas.
—¿Cómo podría casarme con tu hermano cuando solo puedo pensar en ti? —dije en un susurro, mis palabras cargadas de emoción.
Kaiden me miró con una mezcla de sorpresa y ternura, sus ojos reflejando la misma incertidumbre y esperanza que sentía en mi corazón.
—Andaira... —empezó, su voz temblando ligeramente—. Si esto es lo que sientes, entonces debemos luchar por lo que queremos. No permitiré que el destino o la política nos separen.
Sentí un calor reconfortante al escuchar sus palabras, y un nuevo sentido de determinación comenzó a formarse dentro de mí.
—Kaiden, estoy dispuesta a enfrentar cualquier cosa si estás a mi lado —dije, mirando directamente a sus ojos.
Kaiden sonrió y apretó mis manos con más fuerza.
—Entonces encontraremos la manera de estar juntos. No importa lo que digan o las dificultades que enfrentemos —respondió con firmeza.
—Más allá de todo, estoy dispuesto a dar cualquier cosa por ti —añadió, su voz llena de convicción.
Kaiden tomó una profunda respiración y continuó, sus ojos fijos en los míos.
—Andaira, sé que fue difícil al principio. No nos llevábamos bien, pero luego todo cambió. Supe que había algo especial en ti. Al principio, intenté ignorar mis sentimientos, pensando que eran solo una ilusión. Pero cada día que pasaba a tu lado, esos sentimientos solo se hacían más fuertes —confesó, su voz temblando ligeramente.
Sentí un nudo en la garganta mientras escuchaba sus palabras, y mi corazón latía con fuerza.
—No puedo imaginar mi vida sin ti, Andaira. Cuando te vi luchar con tanta valentía, la primera vez que te vi sonreír, cuando te quedaste a mi lado toda la noche cuidándome, me di cuenta de que no solo me importas... te amo. Y no puedo soportar la idea de que estés con alguien más —dijo, dejando que sus emociones fluyeran libremente.
Sus palabras me hicieron temblar, llenándome de una mezcla de sorpresa y felicidad. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas mientras intentaba procesar la intensidad de su confesión.
—Kaiden, yo... yo me di cuenta de que me enamoré de ti —dije finalmente, mi voz apenas un susurro—. No quiero estar con nadie más que no seas tú.
Nos miramos en silencio, sintiendo que en ese momento todo lo demás desaparecía. El amor que sentíamos el uno por el otro era más fuerte que cualquier obstáculo que pudiéramos enfrentar.
El me abrazó con fuerza, envolviéndome en un gesto lleno de calidez y protección. Sentí su corazón latir con fuerza contra mi pecho y, por un momento, todo el miedo y la incertidumbre desaparecieron. En sus brazos, me sentía segura, como si nada en el mundo pudiera dañarnos.
—Andaira, prometo que haremos todo lo posible para estar juntos —susurró en mi oído, su voz llena de una determinación que me dio fuerzas.
Sus palabras eran como un bálsamo para mi alma herida, y la suavidad de su abrazo me recordaba que no estaba sola en esta lucha. Nos quedamos así, abrazados bajo la luz de la luna, encontrando consuelo y esperanza en la cercanía del otro. En ese momento, supe que no importaba lo difícil que fuera el camino que teníamos por delante; mientras estuviéramos juntos.
Con la luz de la luna iluminando su rostro, Kaiden continuó con una confesión que me hizo temblar.
—No puedo imaginar mi vida sin ti. Estás grabada en mi alma. No me importa el dolor ni las dificultades; atravesaría cualquier infierno con tal de estar contigo. Tú eres mi luz, Andaira —dijo, su voz llena de emoción y verdad.
Las lágrimas rodaron por mis mejillas al escuchar sus palabras. La profundidad de su amor y su compromiso eran más de lo que podría haber soñado. Nos quedamos en silencio, abrazados y seguros en nuestro amor compartido.
no lo sé... tal vez estoy paranoica
es fantástica
porque su madre no la sano???
pero me gusta