Ellas eran muy buenas amigas, ambas se conocieron en un set, ellas querían llegar a ser actrices de telenovelas, y ¿por qué no?, actuar en alguna película.
Pero el destino les tenía preparada una jugarreta, que nadie se esperaba. Esta historia es completamente sacada de mi imaginación, de modo que todos los personajes, pasajes y nombres, son totalmente ficticios. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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Elena y Kimberly, amigas por siempre.
Kimberly ya estaba lista para irse a la comida, Noé pasó por ella.
Ya me voy mamá, al rato regreso...
Si, hija, cuídate.
Kimberly, tenemos una conversación pendiente. Noé necesitaba que ella le explicara por qué lo había dejado plantado el día anterior.
Sí, necesitamos hablar, pero será después, hoy definitivamente no puedo.
¿Quieres que pase por ti más tarde?
Sí, mi amor, a las ocho está bien. Dijo ella entrando al salón.
Muchos actores cotizados se hallaban presentes, y otros en sus inicios.
Todo marchaba a la perfección, Kimberly estaba emocionada, por fin conocía a sus actores preferidos. Y lo bueno que ella despuntaba para ser una de ellos.
Era muy eficiente y su telenovela empezó a tener mucho rating.
A los jóvenes los tenía muy entretenidos, todos esperando los nuevos capítulos.
Las dos compañeras de Kimberly se acercaron a ella, Katia y Berenice pidieron permiso de sentarse con ella.
Claro que sí, siéntense.
Oye, Kimberly, ¿ya sabes que nuestra telenovela está ganando popularidad? Estamos muy contentas.
Si, lo sé, me lo dijo Diego, nuestro director.
Después de esta, vendrán muchas más. Dijo Katia.
Eso esperamos. Kimberly le dio la razón.
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A las ocho en punto Noé se presentó a recoger a Kimberly. Ella estaba feliz, fue un gran convivio.
Esa vez Itatí no pudo asistir, Daniel le exigió que se vieran, ya que casi lo tenía olvidado.
Noé llevó a Kimberly a una plaza cerca de su casa, quería hablar con ella.
¿Qué pasa, amor?, preguntó Kim un poco confundida.
Ayer me dejaste plantado, sabías que iba a pasar por ti y te fuiste.
Kimberly lo miró extrañada, pero amor, yo te estuve esperando casi dos horas, hasta que decidí irme a mi casa.
¿Cómo dices?, yo vine por ti y me dijeron que te habías ido.
¿Quién te dijo eso?
Eso ya no importa; amor, yo no quiero que estemos disgustados, si tú tenías que irte, al menos me hubieras avisado.
Te digo que te esperé por casi dos horas, ¿qué está pasando?
Bueno, olvidemos esto, lo importante es que estamos juntos. Noé no quería seguir discutiendo, esperó a que ella entrara a la casa y se fue.
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Ya van dos veces que me dejas plantado, ¿te pasa algo?, ¿ya no me quieres?, Daniel quería que Itatí se sincerara con él. Tenemos poco de ser novios, si no me quieres dímelo de una vez.
Perdóname, mi amor, claro que te amo, he estado muy ocupada, nunca dudes que te amo.
¿De verdad me amas?
Sí, te amo más que a mi vida.
¿Te quieres casar conmigo?, y diciendo eso, sacó un anillo de la bolsa de su saco.
Itatí se quedó asombrada, no esperaba esa petición de su novio.
Amor es muy pronto para hablar de matrimonio.
Claro que no, nos amamos, ¿qué más necesitamos?
Mira, solo dame un poco de tiempo para aclarar mis ideas, tengo una carrera que no puedo dejar.
¿No me amas lo suficiente como para compartir tu vida conmigo?, dijo Daniel, que ya empezaba a sospechar que Itatí no lo amaba.
No es eso, amor, pero, por favor, piensa que apenas estoy despuntando en la tele, me ofrecieron un programa, es mi oportunidad de crecer.
Ok, ya lo dijiste todo, yo me voy, olvida todo lo que te dije, olvídame a mí, te dejo en libertad para que te realices.
Espera, mi amor, no te vayas, yo te amo, está bien, acepto casarme contigo.
¡Oh, amor! ¡Me haces el hombre más feliz sobre la tierra!, Daniel la tomó en sus brazos y la besó hasta que les faltó el aire.
Daniel la llevó a un hotel y ahí consumaron su amor.
Todo fue perfecto, ambos llegaron al clímax casi al mismo tiempo. Itatí disfrutó mucho, su amor por Daniel era verdadero.
Sentía que miles de hormigas recorrían su cuerpo haciéndole miles de cosquillas.
Iré a pedir tu mano, quiero que nos casemos cuanto antes.
Está bien, nos casaremos cuando dispongas.
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La boda se celebró dos meses después. Itatí echó la casa por la ventana y festejó en grande.
Estaba llena de invitados, y, por supuesto, no podían faltar Kimberly y su novio Noé.
Muchas felicidades, amiga, disfruta mucho tu luna de miel. En realidad Kimberly era sincera.
Gracias, espero que tú también logres tu sueño. Itatí le lanzó una mirada significativa a Noé.
Nadie se dio cuenta de eso, solo Noé.
Bueno, amor, vámonos, tus padres ya saben que nos vamos por un tiempo.
La pareja se fue de luna de miel. En ese tiempo Elena y Kimberly reforzaron su amistad.
Era necesario que Itatí no estuviera para que Kimberly se diera cuenta que tenía muy abandonada a su amiga.
Perdóname, he sido muy mala contigo, Elena. Pero todo cambiará, ya lo verás.
No te preocupes, no pasa nada, tú y yo tan amigas como siempre.
Gracias, Elena, eres encantadora.
Para eso somos las amigas, para perdonar todo.
Gracias, seremos amigas por siempre. Dijo Kimberly sin saber todo lo que le deparaba el destino.
Claro que sí Kimberly, amigas para toda la vida.
ya ni ganas de seguir leyendo