LA APUESTA DE LOS CEOS

En la mansión de los Bisbal todos corrían una maratón para tener todo preparado para la cena, dicho sea de paso es una pequeña celebración por haber cerrado un gran negocio, casi a pocas horas de comenzar, Renata se encarga de enviar un mensaje a su hijo en el cual le recordaba su asistencia, igual lo hacía con su amiga, la cual se encargara de avisar al resto de la familia.

Por su parte Aurora salía de la clínica un poco tarde, temía no poder preparar los postres que había prometido, buscando referencia de tiendas por la internet y también indagar con algunos conocidos de la clínica, la chica se acerca a una de ellas para comprar los ingredientes que necesitaba temía no encontrar algunos, ya que eran escasos y caros, pero no importa el esfuerzo sabía que la ocasión lo amerita, cuando llega a su casa con las bolsas va directo a la cocina para comenzar a preparar los postres, sobre la falda ajustada tipo tubo que tenía negra, la cual le daba un poco por debajo de sus rodillas y su camisa manga larga blanca , se puso su delantal y el gorro para su larga cabellera dorada, lo menos que quería es que un cabello de ella fuera a llegar hasta la mezcla de los postres.

Mientras se concentraba en su preparación, las sirvientas más jóvenes hablaban entusiasmadas cerca de ella, de lo bello que eran esos dos hombres que irían hoy hasta la mansión, es un deleite a nuestros ojos sin duda alguna, decía una de ellas suspirando, a Aura le hacía un poco de gracia escucharlas hablar así, pero debía concentrarse en lo que estaba haciendo, ella no pensaba en realidad sentarse en la mesa a cenar no lo veía apropiado aunque fue invitada, ella se conformaba con el solo hecho de hacerles los postres, y como sabe que es el plato que se brinda al final de la cena esa sería la excusa perfecta para, permanecer en la cocina.

Renata al pie de la puerta parada aún lado le daba la bienvenida a su amiga de toda la vida y a su esposo, las mujeres fueron hasta un lado de la sala,.mientras los hombres entraban al despacho para conversar más a gusto.

Dos carros blindados negros con mucha seguridad detrás llegaron hasta los portones de la mansión, estos se abrieron de par en par para darle entrada a los dos CEOS más importante del mundo.

Cuando bajaron de sus autos, uno de ellos Valentino fue caminando hasta donde se encontraba su amigo para darle un fuerte abrazo tenía más de dos mese sin verlo aunque hablaban a diario, Rodrigo y Valentino hicieron su aparición delante de sus padres y también delante de algunas empleadas, que los miraban embelesadas con profundos suspiros.

Renata después de saludarlos con un fuerte abrazo les dijo que solo faltaban ellos para iniciar la cena y los hizo pasar hasta el comedor ella y Regina los acompañaba mientras envío a buscar a los dos hombres que estaban en el despacho.

Una vez sentados después de los saludos, comenzaron la gran cena que tenían delante de sus ojos la comida estaba muy deliciosa, entre charlas y algunos tragos de vino, todo el ambiente se encontraba en perfecta armonía con ellos hasta que de pronto Eduardo comenzó a sentir una molestia en su cuerpo, que en su momento no le prestó atención alguna, pero conforme pasaban los minutos está iba empeorando, el dolor en su cabeza se había intensificado y ahora se acompañaba con más síntomas como dolor en el pecho y algo de mareos y un poco de dificultad para respirar, trato de soltarse el nudo de la corbata, pero aun así persistían los síntomas alcanzo a tomar las manos de su esposa para que haga contacto visual con él y decirle que se siente muy mal, Renata al verlo en ese estado se puso demasiado nerviosa igual que todos los comensales que se encontraba a su alrededor.

Valentino saco su celular para pedir una ambulancia, pero con el tráfico de la ciudad iba a ser un poco demorado, una de las sirvientas llegó corriendo a la cocina por un vaso de agua, y dio la noticia de lo que sucedía en el comedor, Aura sin pensarlo tomo su bolso entre las manos para dirigirse allí a pasos agigantados no había tiempo que perder.

La siguiente escena se desarrolló en cámara lenta una hermosa mujer salía de la cocina con su delantal y un bolso entre las manos, de su cabeza caía al suelo un pequeño gorro dejando al descubierto una rubia y hermosa cabellera que cubría su cuerpo, los hombres que estaban allí no podían creer lo que veían, tal aparición les parecía divina y hasta parpadearon varias veces para ver si estaban despiertos o no, de su bolso saco su fonendoscopio y su aparato para medir la presión, ahora hacía las veces de médico esto es increíble, pensaban ellos asombrado por lo que veían, la mujer se dio cuenta de que la presión estaba bastante elevada y la primera maniobra que debía hacer era tratar de regularla un poco hasta que lo puedan trasladar a la clínica y hacerle los respectivos estudios para saber que le está produciendo esa, lectura tan alta.

Los hombres en medio de su asombro llevaron a Eduardo hasta un sitio más cómodo en la sala para que Aura pudiera hacer sus maniobras.

Media hora después una ambulancia llegaba hasta la casa y las mujeres entraron en ella para acompañar a Eduardo, mientras los hombres seguían la ambulancia cada uno en su vehículo, al llegar a la clínica Aura se hizo cargo de la situación, una vez controlada le dio parte de tranquilidad a su familia, Renata salía de la habitación de Eduardo para decirles a todos los presentes, que el paciente estaba aún dormido y fuera de peligro, mientras que Aura permanecía en la habitación de Eduardo con una minuta en sus manos escribiendo todo lo que hasta ahora se le había suministrado al paciente y dejando algunas órdenes de aparato y exámenes.