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El Retorno De La Princesa.

El Retorno De La Princesa.

Status: Terminada
Genre:Completas / Matrimonio contratado / Mujer poderosa / Sustituto/a / Venganza de la protagonista / Familias enemistadas / Pretendiendo ser otra persona
Popularitas:699.7k
Nilai: 4.8
nombre de autor: Nellyth

Elena es la primera princesa del imperio Viton, su padre la ama sobre el resto y le permite hacer cosas que se consideran de hombres así reciba quejas por esto.
Gracias a esto sus hermanas la envidian y la engañan una vez, permitiéndoles dañarla grandemente haciéndola desaparecer.

Elena no muere aunque era lo que querían pero su rostro fue destrozado y le impide regresar.
Vive con el médico que la salvo y a su cabaña llega la solución a sus problemas, un rostro nuevo, una vida nueva, pero tendrá que pagar por eso al ayudar a su nuevo esposo a completar también su propia venganza. Intentando en el camino de superar dejar atrás todo lo que vivió ¿podrán amar de nuevo?.

NovelToon tiene autorización de Nellyth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cap 8

Mientras caminaban por un largo pasillo, tras pasar el patio principal hacia la habitación de forma disimulada Max le señalaba la dirección en la que estaba el comedor, la sala principal y el jardín por lo menos para iniciar, de a poco tendría que adaptarse a la mansión.

Andrea se sentía un tanto incómoda ya que Max no la soltaba, tenía uno de sus brazos rodeándola de la cintura mientras con su mano libre señalaba las direcciones de las que hablaba.

No habían muchas personas alrededor por lo que sentía que era tonto hacerlo.

—¿Puedes…? —dijo en voz baja, el volteo a mirarla y ella miró hacia su brazo.

—No, está es la forma en la acostumbro andar con mi esposa, ya estamos por llegar a la habitación. —este hizo caso omiso al pedido que le hizo.

Al llegar a la habitación, entraron la soltó y Max cerró la puerta tras ellos.

—Lo siento su alteza, pero no podía soltarla por lo menos no en ese momento, todos saben lo que siento por mi esposa y apenas estas llegando seria tonto demostrar que no hay nada entre nosotros. —Andrea lo miró y solo suspiro. 

—Olvidalo —volvió la vista a la habitación y realmente es espaciosa y está bien distribuida. 

En el lado derecho está la cama es inmensa y con sábanas blancas con dorado en el borde cubriéndolas, una pequeña mesa al lado de esta con gabinetes bajo está, un inmenso armario que al abrirlo puede ver gran cantidad de vestidos, aunque hay pocos trajes pertenecientes a Max. Además visualiza la entrada al baño que está por demás decir que es inmenso. No tan espacioso como su habitación en el palacio pero no hay de qué quejarse.

Al otro lado, un pequeño escritorio con documentos sobre este y en la pared tras este un retrato de ambos, la sonrisa que tiene Andrea en ese momento es alucinante.

Aparte tienen su propio comedor en la habitación, aún así no se ve caótica sino armoniosa, con sutiles adornos de jade en la cama y parte del despacho personal.

Ve a Max quien camina hacia donde está el escritorio y a su lado hay una silla larga, quitó las cosas sobre esta y camino hacia el armario, sacó unas sábanas y regresó.

No fue difícil para ella saber lo que hacía aún así prefirió callar, camino hacia la cama y se sentó en ella.

Andrea debía pensar en lo que haría, está segura que aquella mujer ni siquiera los dejara descansar algunos días por lo que debe despertar temprano, según lo escrito por Max con anterioridad Andrea servía a Mariana desde la mañana y debía saludarla al amanecer, aunque él le pedía que no lo hiciera ella no quería romper las reglas.

Se acostó en la cama y cerró sus ojos, Max no parece querer hablarle y ella no lo presionara, no obstante, siente que es lo mejor.

A pesar de ella no saberlo Max estaba pensando en una manera de parecer disgustados así no tendría que fingir, no quería realmente tener tanta cercanía con la princesa.

Pese a todo a ninguno de los dos les costó quedarse dormidos, sin embargo, Mariana no lo logra, sigue pensando en lo que pudo fallar y como pudo regresar Andrea. 

En su habitación envió a buscar a la doncella que acompañaba a Andrea.

Al entrar está en la habitación, Mariana le dio el aviso.

—Volverás con tú señora —esta abrió sus ojos a más no poder y se arrodillo frente a Mariana.

—Señora, por favor no me envíe con ella de nuevo, quiero seguir cuidando de su hijo, usted me prometió…

—¡Silencio! Yo sé lo que prometí, pero algo falló y debes volver a su lado, ¿Realmente hiciste lo que debías?

—Claro que lo hice, diariamente colocaba el incienso.

—Bueno, está vez actuaremos diferente, de ti depende volver con mi hijo y ser su concubina. —La doncella se miraba pensativa, no sabía lo que había fallado y porque Andrea había regresado.

—Está bien, haré lo que me pida.

—Por ahora vete, mañana te llamaré de nuevo.

—Como ordene —esta se levantó y salió de la habitación.

—Es una estúpida.

Mariana tras verla salir se recostó en la cama con ayuda de sus doncellas, no puede aún creer que tuviera que matar a alguien que se supone ya debería haber muerto.

“Qué absurdo”

De a poco se quedó dormida, esa noche el duque no se quedó a su lado.

A la mañana siguiente Andrea se levantó temprano, recordaba que no tenía doncella y según lo dicho por Max su doncella estaba sirviendo a su hermano y no parecía disgustarle.

Andrea al saber esto se imaginó que esta no le tenía aprecio, de ser así no estaría feliz atendiendo a otro y esto se reafirmó al enterarse de lo que hicieron a su doncella y por supuesto que Martha pagaría por eso.

Al mirar al lugar donde Max debería estar acostado ya no esta, no sabía cómo se daría un baño ante la ausencia de éste, cuando escuchó agua caer y camino hacia el baño, allí estaba Max con un balde de agua vacío en sus manos.

—¿Por qué tú? —no se explicaba porque él haría ese trabajo.

—Solo ayudó para terminar más rápido. 

—¡Señor! —entró un hombre por la puerta se servicio con dos baldes quien al ver a Andrea se giró soltandolos de golpe —lo siento señora.

—Marcos, fuera. —este salió lo más rápido que pudo dejándolos solos —ya tiene suficiente agua la tina, puedes bañarte, te espero en el comedor —dicho esto se giró y salió.

—Realmente le molesta mirarme —aunque no le molestaba del todo, ver a Max esquivar la mirada constantemente era irritante.

Olvidando lo anterior Andrea se quitó la ropa que se había dejado puesta durante la noche y se metió a la tina, al salir abrio el armario tomando uno de los vestidos, no importaba cual ahora todos le pertenecen.

Al estar lista salió de la habitación y recordando las indicaciones dadas por Max llegó al comedor sin problema, como era de esperarse al estar en la entrada todos en el lugar dirigieron su vista a ella, habían diez personas en esa mesa, algunos eran fácil de reconocerlos, pero había otros que no sabría cómo saludar.

Camino directo a donde estaba el duque e hizo una reverencia. 

—Buenos días padre, buenos días madre —luego a la duquesa por su puesto.

En la mesa estaban los dos hijos de la duquesa con sus esposas, ella no perdió el tiempo por lo que estos solo se llevan un año. Andrea se sentó a un lado de Max quien se había levantado y corrido la silla para ella.

—Hija, me alegro que estés bien —dijo la duquesa sonriendo ver aquella sonrisa falsa le provoca náuseas.

—Gracias madre —respondio con una sonrisa —todo esto es debido al médico, me ayudó a recuperarme.

—Pero… ¿Que tenías? —pregunto agarrando los cubiertos de la mesa.

—Madre, prefiero no hablar de eso —dijo sin borrar la sonrisa de su rostro —lo bueno es que el médico tenía la solución y estoy de regreso, si no imagínese cómo estaría mi esposo, tener que abandonar los deberes que le dio su padre por ser su heredero, sólo lo colocaría en una mala posición.

—Umm… —la gran sonrisa de la duquesa se borró quedando sutilmente mientras apretaba los cubiertos con sus manos —tienes razón, sería horrible.

—Mientras yo esté con mi esposo no permitiré que algo como eso pase, creo que los dioses se apiadaron de mí trayendome de nuevo del inframundo solo para ayudar a mi Max. —mostró una sonrisa ladina, mientras que el silencio se apoderó del comedor.

Max estaba en silencio mientras miraba de reojo a Andrea.

“¿Cómo se le ocurre decir eso? Terminará provocándola”

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Lulu Gomez
eres super genial como escritora muchas felicidades estoy leyendo y no dejo de leer más y más me tienes atrapada gracias es una excelente historia muchas felicitaciones te quiero
Natalia 💞
Excelente
Stella maris Guerrero
Autora x tu culpa tuve que llorar!! se sintió tan real tu narración, quien no necesita un abrazote de su madre ??
Rosa Suárez Hernández
Bueno
Evelyn 🇲🇽
Maravillosa Historia!
Alicia Juárez
exelente, es muy bueno te atrapa al instante de leer el prólogo
Daly_21
Maravillosa historia 🤩 me encantó!!! gracias 🫂 por escribirla y publicarla 😁 espero leer más historias escritas por ti bella 😃🥰👍
Antonia Naranjo Galan
Esa frase parece rara
Stella maris Guerrero
Autoraaa !! Me tenes atrapada y en suspenso, x favor, buenisima tu historia !!!!
Carmen Gloria Romero
Excelente
Antonia Naranjo Galan
Si la historia es buena y además está bien redactada no importa el número de capítulos
Zaida Tami
Excelente
Rosita Alvarez
Bueno
Antonia Naranjo Galan
Excelente
Antonia Naranjo Galan
Bueno
Lerida Del Carmen Ramos Vielma
jajajaja 🤣🤣🤣 me encanta esta Andrea
Alejandra Gonzalez
Bueno
Dulce Maria Herrera Herrera
Excelente
Eufemia Perez
Esto se esta poniendo bueno que rueden cabezas
Lerida Del Carmen Ramos Vielma
q pena escritora no me salen las imágenes 😔
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