UN AMOR MAS ALLA DEL DESTINO SAGA 1

Amaranta se encontraba tan feliz que difícilmente se podía enterar de lo que sucedía a su alrededor; simplemente en su mente se encontraban los planes de reunir a su abuela y a su tía. Pasó el tiempo y llegó el tiempo del baile, el cual cerraría la fiesta del centésimo cumpleaños de la gran dama festejada de esta noche.

—"Amaranta, te gustaría bailar conmigo", preguntó Izan Marsans, extendiendo su mano para que la tomara Amaranta.

—Por supuesto, me encantaría bailar contigo".

Iniciaron el baile; los comentarios no se hicieron esperar; todos los presentes admiraron la belleza de esa pareja, pero también las envidias se hicieron presentes.

—Quién es esa chica con la que baila el Joven Marsans, no es de nuestro círculo social.

—Nunca asiste a la fiesta, como vino con esa simple mujer.

—Por lo que escucho es una cualquiera; seguramente está buscando su fortuna.

—Pues mira esa pequeña cintura, a mí no me importaría tomarla cuando se aburra de ella.

Izan Marsans estaba furioso por los comentarios que estaban llegando hasta sus odios de parte de las personas que estaban cuchicheando. Odiaba venir a las fiestas, pero pensó que sería un buen lugar para que Amaranta hiciera una aparición en sociedad. ¡Qué equivocado estaba! Mejor no la hubiera traído entre tanta gente hipócrita.

Amaranta, por su parte, estaba disfrutando de encontrarse entre los brazos de Izan, bailando, inmersa en una pequeña nube de ensueño.

Terminó la melodía que había estado ejecutando la orquesta; regresaron a su sitio a donde se encontraba Philip.

—"Iré al baño" —dijo Izan. Cuando se encontraba en el baño, entraron tres jóvenes de los que se encontraban en la fiesta.

—Vieron a la mujer que se encontraba con el joven Marsans; —Está deliciosa, apuesto cinco mil a que me la llevo a la cama en cuanto la deje",— dijo uno de los tipos.

—Para qué esperas a que la deje, esa mujer huele a virgen, puedes robársela ahora mismos, si quieres, es una cazafortunas, estaban contando que es una huérfana pobre.

—Si fuera virgen, entonces debe de tener un coñ… —Se abrió de pronto una puerta y salió Izan Marsans de uno de los cuartos de baño.

Estaba con una cara fría, sin expresión alguna; sus ojos eran un par de pozos profundos; toda su persona emanaba miedo, terror. Esos pobres infelices no sabían que hacer en el momento en que lo vieron.

—Capitan, no sabíamos qué se encontraba aquí; no queríamos molestarlo, mucho menos hablar impertinencias sobre la joven dama que lo acompaña. Pedimos perdón por nuestras estúpidas palabras.— Habló uno de esos insulsos hombres.

Izan solo caminó sin prisa y cerró la puerta del baño con seguro. Cuando vieron este acto, los tres hombres comenzaron a sudar frío. No pensaron, en nada más, que morirán a manos de este diablo. Todos en la capital sabían que no se le podía ofender, porque tenía un humo impredecible, aparte de que nadie era capaz de enfrentarlo una vez que hiera o tomara alguna decisión, por su alto cargo en el ejército y los grandes reconocimientos militares que tenía. Era prácticamente intocable.

—Joven Marsans, sabemos que merecemos un castigo por hablar de más, así que nosotros mismos nos castigaremos—. Estos patéticos ricos de segunda generación eran tan poca cosa frente a Izan Marsans que los dejó, suponiendo que únicamente estaban diciendo más tonterías. Cuando comenzó a ver que ellos mismos se estaban golpeando la cara con bofetadas fuertes… En su fuero interior, Izan Marsans, no sabía si reír o llorar; estos infelices seres le tenían tanto miedo que prefirieron golpearse ellos mismos a recibir una golpiza que él pudiera proporcionarles.

Cuando los vio con la cara hinchada y los labios sangrantes, el patio en el estómago a los tres, dejándolos tirados en el baño.

—No quiero verlos de nuevo, o terminarán en las filas del ejército para toda su vida —les amenazó Izan. Saliendo del baño, ante los ojos de varios hombres que habían estado insistiendo que abrieran la puerta.

Al llegar hasta el lugar donde había dejado sentada Amaranta con Philip, la tomó de la mano y le dijo que tenían que marcharse. Sin ninguna explicación, más se la llevó y salieron ante la mira extrañada de los asistentes que aún quedaban en la fiesta… Cuando se fueron, salieron aquellos tres del baño perjudicados por sus propios golpes. Maldiciendo, he informado que habían sido pateados por Izan Marsans. Philip Thompson no perdió detalle y corrió a donde se encontraba y preguntó por qué los golpearon.

—"Fue porque dijimos que la mujer que lo acompañaba era una cazafortunas huérfana", dijo uno que por lo escuchado no aprendió la lección. Porque al terminar la frase, Philip le dio un puñetazo en la cara.

—¿Ahora porque me pegas tú?, preguntó el infeliz hombre.

—Quien te dijo que Amaranta era una huérfana, quien ha estado difundiendo rumores sobre ella en esta fiesta, "habla". —Exigió Philip.

—Todos en la fiesta lo han estado comentando, que esa chica es solo una bastarda, sin dinero, ni conexiones.

Gini Cota. Se encontraba temblando mientras escuchaba las palabras de uno de los hombres golpeados por Izan; era verdad que todos estaban diciendo eso en la fiesta, pero fue por culpa de ella, pues se dedicó a esparcir los rumores que Ana Santamarina le había contado en el salón de belleza. Ella quería que todos despreciaran a Amaranta, por querer quitarle a su hermana al hombre que ama.

Pero no imaginó la magnitud del lío que provocaría, con sus chismes; ahora tenía miedo al ver la ira que tenía Philip; ¿qué pasaría si se enteraba de que había sido ella la que contó todo? ¿De qué sería capaz?

—Hermana, tengo miedo, —dijo Gini a Liliana Cota.

—Eso debiste pensarlo antes de comenzar esto. —Le respondió muy molesta Liliana Cota a Gini.

Una mujer que estaba parada junto a Philip sin descaro alguno, dijo.—¿Cuál es el problema de que se diga la verdad sobre esa mujer, Philip, en que te afecta a ti? Quien estaba contándonos de donde proviene, esa mujer es una persona que está preocupada por la familia Marsans; si eres amigo del joven Señor Marsans, deberías de estar feliz de que desenmascaren a esa mujer.

—Dime ahora mismo quién inició todo esto —sin importar si era mujer o no, la tomó de la muñeca de manera apretada y la jaló para que respondiera.

—Philip, me hace daño".

—No me importa lo que sientas, ahora ¡responde a lo que pregunto!

—Fui yo la que dijo que Amaranta es una huérfana, que viene de un pueblo perdido de nuestro país, que solo busca el dinero de la familia Marsans. No estoy mintiendo, por eso lo hice. —Dijo por fin Gini Cota, pensando que su hermana la defendería y los presentes se pondrían de su lado.

—¿Quién te crees que eres para hablar así de otras personas sin saber nada de ellas? Philip le gritó tan fuerte y con tanta ira que Gini comenzó a llorar.

—Philip. No la trates así, es solo una niña —le regaño Liliana Cota.

—¿Es únicamente una niña que pronto cumplirá 20 años? Eso quiere decir que ¿no está bien de la cabeza? Porque déjame decirte que Amaranta acaba de cumplir 18 años. Ella sí es una niña y muy coherente y educada, nada parecida a tu hermana, que es una mujer llena de intrigas y mentiras, que solo está buscando a quien hacerle daño.— Termino gritándole a Liliana Philip.

—¿Por qué tienes que exagerar este asunto por una simple chica, Philip?—Reclamó Liliana Cota.

—Liliana Cota, no seas hipócrita, sabes muy bien que no es una simple chica; tu hermana y tú están haciendo esto porque Izan Marsans te rechazó cuando le declaraste tu amor; ahora estás muerta de celos hacia Amaranta, pensando un sin fin de atrocidades.

—Liliana se quedó pálida ante las palabras de Philip. Ni en sus más locos sueños hubiera esperado que le gritaran que había sido rechazada por Izan, mucho menos delante de tanta gente. Ahora sí sería el hazmerreír de su círculo social; no sabía dónde esconderse, qué hacer o responder, todo por culpa de las estupideces de su hermana.

—A partir de este momento, espero les quede claro a todos que la familia Thompson protegerá a Amaranto Cid; quien esté en contra de ella, estará en contra de la familia Thompson.

Con esta declaración estaban todos enterados que era imposible ponerse en contra de una de las tres familias más ricas del país y más antiguas de Europa. Después de esta declaración, Philip salió del salón furioso.

—Ahora todos se preguntaban ¿porque se estaban declarando protectores de esa chica? Una de las familias más importantes del país

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