Juré No Volver A Amar

Llego a mi casa ahogada en lágrimas, algunas mujeres no aprendemos de los errores, debí saber que Bernardo siempre fue un mal nacido.

Al día siguiente me levanto un poco tarde, recojo mi moño en una cola, sigo con mis lentes a pesar de que ya no lo necesito, no tengo tiempo para ir a comprar ropas nuevas, me coloco un vestido desahogado y voy a la empresa, llego y la secretaria con cara de burla me mira de arriba abajo.

-          ¿Busca trabajo como conserje señora?

-          Busco a Bernardo estúpida y lo sabes.

-          Tengo entendido que usted y el señor ya están divorciados.

-          No te tengo que dar explicación.

Le digo mientras me dirijo a la que era mi oficina.

-          El señor Bernardo esta…

Entro y veo que Bernardo esta con la supuesta doctora en cuatro, pensé que esto era una oficina no un motel.

-          Al parecer ahora te vas a dedicar a llegar en los momentos menos oportunos.

-          Tranquilo esperare que termine.

Le digo mientras me dirijo al mueble y me siento a esperar, el muy imbécil no se inmuto y ella tampoco al contrario comenzó a gritar. Ahh, Ahh.

Tenía ganas de llorar, pero me contuve, cuando terminó se dirigió a mi desnudo y me dijo.

-          Sé que viniste porque extraña hacerme un oral.

-          En tus sueños.

-          ¿A qué viniste entonces?

Me dice mientras se sienta detras de su escritorio y toma a la rubia por el pelo y la sube en sus piernas para una segunda ronda.

-          Bien, veo que al parecer no terminaras ahora.

-          Dijiste que me esperaría, ¿o es que te quieres unir?

-          Solo vine para hablar contigo de las acciones de mi empresa.

-          Justamente de eso te quería hablar, necesito que me transfiera el 10% de las acciones que tienes y no te vuelvas a aparecer por aquí.

-          Estas muy equivocado Bernardo, esta es mi empresa.

Bernardo se queda callado hasta que termina con la rubia, le dice que se marche, se coloca sus pantalones y se acerca a mí.

-          Óyeme bien cuatro ojos lo que te voy a decir: esta empresa tú me la diste por estar de calientica en la cama o tu renuncia al 10% de las acciones, o tu conocerás quien es Bernardo Martínez.

Sale de la oficina y me deja sola, al cabo de 5 minutos me repongo y me marcho a mi casa, tengo que pensar cómo voy a quitarle a Bernardo mi empresa no pienso renunciar a lo que me pertenece.

 Me voy a casa y me doy un baño, me pongo a presupuestar mi vida en lo adelante, no quiero mortificar a mis padres, con lo que tengo más los dos trabajos virtuales me da para vivir cómoda, llamo a Noemí, pero, aunque ella nota que algo va mal no le cuento, como siempre me dice que ahora vive sola en Estados Unidos que si el bastardo de Bernardo no es tan bueno como yo le he contado me puedo ir a vivir con ella.

 Al siguiente me levanto y enciendo el ordenador, entro a mi correo y veo que las dos empresas a las que le he estado trabajando me desvinculan, no me dan ninguna razón, solo que es por motivos administrativos.

Decido ir a un bufete de abogado a explicarle la causa, un abogado llamado Julián me dijo que se encargaría de mi caso, el costo es un poco alto, pero necesito recuperar mi empresa.