No Se Si Es Amor

Llegamos a la casa de mi madre y siento a Isabel algo incomoda, a la vez que se nota un poco triste, pero al bajarse del auto veo como toma un poco de aire y cambia su rostro emanando una leve sonrisa, la cual no le llega a los ojos.

Mi madre sale a saludarnos, nos da un beso y un efusivo abrazo, al entrar a la casa veo que ha puesto una gran mesa.

-Madre solo somos nosotros no había necesidad de hacer tanta comida – le digo serio

-No sabía si venían también tus amigos, esos hombres comen como si no hubiera un mañana – me dice guiñándome un ojo

Me sirven un wiski y a ella le dan una copa de vino blanco, agradece y mi madre comienza a hablar como un loro, la cena transcurrió bastante tranquila, solo pude escuchar algunas palabras de Isabel durante toda la noche, aunque no hizo falta que hablara mi madre ocupó nuestro tiempo toda la velada.

Antes de irnos mi madre nos dice que nos va a mandar nuestra ropa al hotel, dice que nos quiere dar una sorpresa con nuestros trajes y le dice a Isabel que debe llegar a más tardar a la 1 para que la maquillen y esas cosas que necesitan las mujeres.

Nos vamos y aun puedo notar su tristeza, se que no debería preguntar, pero es tan notorio que mi madre durante un momento en la noche me preguntó si le había hecho algo.

-Isabel, se que no debo entrometerme en tu vida personal pero ¿Te sucede algo? Te he notado algo triste durante toda la noche y hasta mi madre me preguntó si te había hecho algo – de verdad nunca había visto a alguien de esa manera

-Me disculpo si le he generado algún inconveniente, tengo algunos problemas personales que atender, no se preocupe que ya mañana estaré como siempre – no me miraba a los ojos y eso solo decía que debía sentirse bastante mal

No dijo una palabra más en todo el camino, por lo que al llegar a su casa solo se bajó del auto y por primera vez se volteó para despedirse de mí, veo que entra a su edificio para luego irme a mi casa.

Al día siguiente me toca realizar algunas videollamadas de trabajo, ya que no suelo estar en América porque Alemania es la sede principal de mis negocios, al parecer han surgido algunos problemas allá y si no logro solucionarlos deberé viajar pronto.

Aunque, puedo usar ese viaje para conocer un poco más a esa mujer que me trata como si fuera un cero a la izquierda.

Cuando me doy cuenta son las 4 de la tarde, debo ir al hotel a vestirme para la gala de esta noche, así que le digo a mi chófer que debe estar listo en cinco minutos para irnos.

Al llegar a la habitación tomo algunos minutos para descansar y luego de un rato procedo a darme una ducha para comenzar a vestirme.

A las 7 en punto estoy listo y paso a buscar a mi acompañante, perdón, a mi asistente, su habitación está al lado de la mía, toco la puerta y cuando la veo mi instinto animal se activa, casi que boto la baba.

Mi madre le escogió un vestido con un estraple recto y de color negro, con un corsé y una falda en A que le queda hermoso, hace que su piel luzca más blanca de lo que ya es y el maquillaje realza sus hermosos ojos color verde esmeralda, a la vez que sus labios los pintaron de un tono rosado que provoca besarlos toda la noche.

Su cabello lo recogieron en un moño alto que deja ver parte de su espalda la cual tiene una gran cantidad de pecas que me invitan a besar a cada una.

La veo sonrojarse, al parecer mi rostro muestra lo que mi mente está pensando, así que le pregunto si está lista, aunque sé que si y toma una cartera pequeña, así como dos cajas rectangulares.

Nos pasa buscando una limusina y nos dirigimos a la fiesta.

-¿Cómo te sientes hoy? - pregunto

-Mejor, gracias por preguntar - me responde regalándome una sonrisa que parece sincera y se ve hasta dulce

Cuando estamos llegando me entrega una de las cajas y al abrirla veo que es una máscara, la ayudo a colocársela y ella hace lo mismo conmigo.

La ayudo a bajar del auto y puedo ver a los reporteros tratando de tener la exclusiva de quien es mi acompañante y yo Volteo a verla, pero me hace una seña negativa, por lo que dejo la interrogante en el aire.

Entramos al evento del brazo, la siento bastante incómoda, pero de todos modos camina a mi brazo.

-Creo que debes contarme por qué no quieres que de tu nombre - veo como abre sus ojos cuando escucha eso

-¿Podemos dejar esa conversación para otro día? - su voz casi ni se escucha

-Claro, pero no creas que me voy a olvidar de eso - le digo guiñándole un ojo y ella me regala una pequeña sonrisa

Debe estar acostumbrada a este tipo de eventos, ya que se mueve a mi ritmo, le voy presentando a una serie de personas a las que saluda y vamos entablando conversaciones con ellos.

A cada una de las personas la presente como mi asistente, muy pocas personas preguntaron su nombre y ella les decía Isabel, nunca dio su apellido, cosa que me extrañó ya que usualmente las personas suelen dar su apellido, ¿que estarás escondiendo?