Renata llevaba cinco años esperando por el hombre de su vida, ese que prometió volver a ella sin importar que
cinco años, cinco largos años llevaba esperando para estar entre sus brazos.
no quería perder más tiempo, así que lo atraje a mi, sus besos eran igual de delicioso que hace cinco años, me fui desnudando ante su mirada llena de lujuria y deseo, sus manos me empezaron a tocar viajando a mi zona más íntima.
sus dedos jugaban con mi entrada, la cual ya estaba totalmente mojada, deseando que el entrara en ella. el aún seguía con su pantalón puesto, así que se lo quite rápidamente, su miembro Lucia mucho más grande de lo que recuerdo, palpitaba dándome señal de que el lo deseaba tanto como yo.
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LO TOMAN O LO DEJAN.
Renata trataba de asimilar la noticia, un bebe era una gran responsabilidad.
_ no estás sola mi niña, en lo que decidas te apoyaremos. - Carmen siempre incondicional.
_ si hija, yo más que nadie sé tus preocupaciones, no estás sola, ahora come.
Renata comió en silencio, cuál era la decisión correcta, Federico debía saber independientemente de su compromiso, él era el padre.
...
FEDERICO.
Cuando volví a casa ya mi padre me esperaba, trate de volver antes de la hora estipulada. La verdad no deseaba volver, quería quedarme con mi pequeña, Pero debo hacer las cosas bien, además sé lo mucho que sufrirá mi madre con mi ausencia, por ella es que aguanto tanto a mi padre.
Fui llevado al despacho en donde mi padre estaba acompañado por el señor Eduardo, padre de carolina, al verlo sabía que no era nada bueno lo que mi padre estaba por decirme.
...
Federico tocó la puerta y entró al escuchar la aprobación de su padre, Eduardo estaba sentado en el sofá que adorna el despacho, en su mano una copa, Eduardo es un hombre pulcro, siempre se ha caracterizado por estar muy bien vestido, cosa que heredo su hija menor Carolina, quien solo hacía gastar dinero comprando ropa de marca.
_ padre ya estoy aquí.- dijo Federico._ señor González, que gusto verlo.- saludo.
_ el guato es mío muchacho.- respondió Eduardo.
_ ven y siéntate.- le ordeno Emilio.
Federico obedeció, no lo que menos quería era iniciar una discusión con su padre y menos en presencia de la visita.
_ me necesitabas.- pregunto Federico, tenía la esperanza que no fuera lo que pensaba.
_ si, con Eduardo, ya hemos decidió la fecha para celebrar el compromiso, se hará a finales de este mismo mes - Federico se tensó, el plan que tenía, era tratar de a largas lo más que podía la fecha.
_ porque tanta prisa.- pregunto Federico.
_ es solamente la fecha del compromiso, la boda se hará un mes después.- afirmo Eduardo.
_ ¿Qué? Eso es muy poco tiempo para organizar una boda.
_ no te preocupes, eso no será problema ya todos está listo así que tú únicamente tienes que dar el sí. - la sonrisa que adornaba la cara de Emilio, era de satisfacción, no había nada que pudiera evitar que él casara a su hijo con Carolina.
_ debieron consultar primero las cosas con Carolina y conmigo, somos nosotros los que debemos tomar la decisión, además creí que solamente sería el compromiso, aún estamos muy joven para la boda.
_ por mi hija no te preocupes, es ella quien quiere que la boda se haga lo más pronto posible.
_ pues me niego, yo quiero graduarme primero, después de eso me casaré, es mi última palabra, lo toman o lo dejan.
Federico se paró y salió del despacho sin darles oportunidad de hablar.
Emilio estaba furioso, odiaba que le llevaran la contraria.
_ me disculpó Eduardo, las fechas serán tal como acordamos, yo me encargo del reato.- Eduardo se levantó y estrecho la mano de Emilio.
_ espero y sea tal cual dices.
_ no te preocupes, dile a tu hija que elija el vestido más hermoso.
_ claro.- después de despedirse Eduardo se fue.
Emilio salió más atrás de Eduardo, subió las escaleras hasta el segundo piso al llegar a la puerta de la habitación de Federico, golpeó con fuerza, al percatarse que estaba con seguro.
_ abre la maldita puerta Federico. - grito Emilio, Pero no recibió respuesta, cosa que lo enfureció más.
_ que pasa, porque gritas de esa forma Emilio.- teresa salió de su habitación al escuchar los gritos.
_ Nada amor, ve a descansar.- Emilio se acercó a su esposa, le dio un beso en la frente.
_ Emilio, no crees que es mucho nuestro hijo, ya esta grande porque quieres forzarlo hacer las cosas a tu manera.- teresa amaba a su esposo, Pero nunca estaría de acuerdo con la manera de hacer las cosas.
_ amor, nuestro hijo tiene que entender que esa niña, nunca hará parte de nuestro ciclo social, es una muerta de hambre que está buscando quien la saque de la miseria.
_ no hables así Emilio, no me gusta que menos precies a las personas.
_ ya amor, no discutamos por cosas insignificantes, mejor vamos a descansar, ya mañana hablo con Federico.
Emilio llevó a su esposa a descansar, Federico, quien escucho pegado en la puerta, pudo respirar con tranquilidad al escuchar que se alejaban.
_ debo buscar una solución rápida, no puedo permitir que mi padre haga con mi vida lo que él quiera.- Federico se tiró en la cama mirando al techo.
...
RENATA.
He estado dando vuelta en la cama tratando de pensar que hacer, abortar no es una opción, no tengo el corazón para hacer tal cosa, también soy consiente que no tengo los recursos para darle una vida de calidad a mi bebe, debo esforzarme y buscar la Manera de hablar con Federico cuanto antes, necesito que me aclare si es cierto lo de su compromiso y si fue mentira todo lo que me dijo.
...
A la mañana siguiente Renata se levantó muy temprano, en realidad no había podido dormir.
_ hija que haces despierta tan temprano.- pregunto rosario.
_ no he podido dormir mamá.- Renata se sentó en la cama, sus ojos tenían unas grandes ojeras, carmen aún dormía su lado.
_ sé que tienes muchas cosas en la cabeza, Pero tienes que descansar.- rosario se sentó en el borde de la cama.
_ lo se mama, Pero no estaré tranquila hasta qué no hable con Federico, él debe saber sobre mi embarazo.
_ buscaré la manera de hablar con él, el señor Emilio lo tiene muy vigilado.- rosario acomodo un mechón de cabello detrás de la oreja de su hija.
_ Gracias mamá, dile que lo estaré esperando en nuestro lugar.- rosario abrazo a su hija, ella podía sentir el miedo en su hija, Pero no la dejaría sola.
Rosario se despidió y salió rumbo a su sitio de trabajo, desde que Federico creció, ella empezó ayudar en la cocina, ella era una de las más antiguas en la mansión, así que debía aprovechar eso para buscar la manera de hablar con Federico.