Valeria una joven de clase baja que siempre a soñado en estar en la fórmula 1, y Maik un piloto extraordinario campeón mundial de la fórmula 1, ella carismática, amable, Pero ninguna tonta, el un hombre frío y capaz de pasar por encima de la gente con tal de conseguir lo que quiere.
Ninguno de los dos, dará su brazo a torcer, Pero en la pista ambos son apasionados. ¿Esa pasión podrá salir de las pistas, o solo se verán en ese lugar?.
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Dura realidad
¿Desde hace cuánto tiempo lo sabes?.
- Mucho tiempo, no quería que te estresaras, pero hace un par de años los cobradores llegaron y tú no estabas, me escondí y escuché lo que decían. Tu maldito novio les pidió plata y te están cobrando a ti la deuda.
- Ya estás madurando pequeño.
- Sé que te hiciste cargo de mí desde el orfanato, nunca me has dejado solo, necesito que salgamos de esta situación.
- ¿Y la forma de salir es metiéndome en la boca del lobo?.
- Es eso o que te maten y te tiren en una maldita zanja.
- Prefiero eso a trabajar con un arrogante, que no le importa nada ni nadie.
- Si no le importas, no estarías acá.
- Ya te lo dije Alan, esto que él hace tiene un precio, y ese es el que yo trabajé para él.
- No es mucho Valeria, a qué le tienes miedo. A enamorarte.
- El amor es una perdida de tiempo, siempre te van a traicionar, no pienso enamorarme de nadie.
- Por favor, no digas de esta agua no beberé, te veré hundida en el amor.
- Cuando eso, pase, por favor golpéame con una llave en la cabeza.
Para ellos esas charlas, los unían aún más, de pequeños hablaban horas y horas, Alan fue abandonado dos años después de que Valeria llegara al orfanato, él tenía cuatro años y ella catorce.
Fue la única con la que Alan se pudo entender, desde su llegada él nunca se despegó de Valeria. Las noches lluviosas y con tormentas el pequeño Alan corría a acostarse en la cama de su hermana Valeria.
Ese era un consuelo cuando no tenían a nadie más, las monjas de aquel orfanato no eran muy buenas con los niños, ellos dos se protegían, los castigos a los que eran sometidos fueron terribles. Días sin comer, golpes sin cesar, amordazados, encerrados en un sótano.
Una infancia que ningún niño quisiera vivir, año tras año ambos deseaban ser adoptados, pero ese día nunca llegó.
- Ahora hablando en serio ¿qué vamos a hacer?.
- Tú vas a seguir con tu carrera, por mi parte tendré que buscar que hacer.
- Que piensas hacer con una pierna fracturada, brazo y clavícula también la tienes fracturada, sin mencionar que tienes un cuello ortopédico.
- Algo se me ocurrirá, por ahora necesito que me saques de este hospital.
- Y como quieres que haga eso, te desconecto de todos los aparatos y te saco como si nada, despierta Valeria esto es lo mejor que tenemos por ahora.
Y Alan tenía razón, por ahora está era lo mejor que debía de hacer Valeria, quedarse en ese hospital y estar a la merced de Maik.
Tres días habían pasado cuando a ella le dieron salida, con lo que no contaba era que en la puerta del hospital un lujoso camioneta la estaba esperando. Muy en el fondo Valeria sabía quién estaba dentro de ella, pero quería tener una pequeña esperanza de que se equivocaba y de que aquella camioneta viniera a recoger a otra persona.
- Lista para irnos.
Su segunda opción no se cumplió, de la parte trasera del auto salió un guapo hombre en sudadera, un poco despeinado, como si acabará de salir del baño. Su ceño estaba fruncido, tenía cara de pocos amigos.
- A dónde.
- A un maldito psiquiátrico.
- Puedo ir sola, no se preocupe.
Él señala el cuerpo de Valeria, como si lo que acabará de decir ella, fuera una locura.
- Deja las estupideces y vamos.
- Tengo una casa a donde ir, no se preocupe.
Ella trató de mover la silla de ruedas con una mano, pero le fue imposible, quería pedir ayuda, pero definitivamente no sería a Maik.
Cogiéndose el puente de la nariz por la frustración y el palpitante dolor de cabeza que le estaba empezando a dar una discusión sin sentido. Nunca repetía las cosas y nadie le contradecía, solo ella.
- Tu pocilga no es un buen lugar para vivir, y como vas a hacer si tu hermano está entrenando para la próxima contra reloj.
- ¿pocilga?, ese es mi hogar y lo mantengo muy limpio, en cuanto a mis cuidados lo podré hacer sola.
- Así como lo estás haciendo ahorita, deja el orgullo y vamos.
- Que pretendes con todo esto.
- Solo...
- Lo haces solo para que trabaje contigo.
- Si, no voy a dejarte ir así que tómalo o déjalo. Aunque siendo sinceros a tu hermano le vendría bien entrar en mi equipo, se catapultaría, tiene buenos tiempos, Pero ahora su equipo no es uno de los mejores.
En eso Maik no se equivocaba, el equipo que patrocinaba a Alan no era uno muy grande y puede que la Ferrari fuera la mejor opción.
Pero eso significaba que ella debía venderle el alma al mismo diablo, a alguien que le movía el piso por su físico, porque cuando hablaba se convertía en un maldito monstruo.
Sin más opciones decidió ir con él, sus fuertes brazos la alzaron y la llevaron al auto, su cuerpo seguía doliendo, y con el más mínimo movimiento el dolor despertaba, pero no mostró ningún signo de dolor, se mordió la lengua, nadie la vería llorar y menos Maik Rowan.
El camino a casa fue bastante tranquilo y silencioso ella lo agradecía de maravilla, así podía pensar en algo que la sacará de este dilema o al menos que algo pasara para poder vivir en su propia casita.
- Te llevaré a tu habitación, los empleados te atenderán si necesitas algo no dudes en pedirlo.
Mientras Maik la llevaba en brazos, un hombre alto muy parecido a Maik se les acercó, tenía la misma cara de póquer que mostraba Maik a diario.
- Así que este - señalando a Valeria - Es el motivo por el que no fuiste a la pista a practicar.
- Callate Lorenzo, hablamos en unos minutos.
- Hablar, en serio que esto se arregla hablando, estás perdiendo la cabeza, tus malditas estadísticas están bajando, sin mencionar tu tiempo.
- Ya te dije que hablamos ahora.
Lorenzo Rowan quien no podría reconocerlo, aunque ella solo lo había escuchado de nombre, nunca le había puesto un rostro, y ahora que lo veía se podía dar cuenta que está maldita familia estaba cortada por la misma tijera.
Lorenzo también era un exelente corredor, Pero su hermano siempre se llevaba las victorias, y ella estaba metida en la boca del maldito lobo.
😭 😭
Actualiza todos los días de ésta Maravillosa Trama es hermosa
Gracias..
después el tal Maik, ..
Ojalá de Corazón Valeria ayude a Lorenzo a ganar la carrera de los monoplaza. y después qué se cambié de equipo y de marca que la valoren cómo se merece!
para mí, entretenida . Maratón Plisss.