Nick es un hombre millonario, exitoso, guapo, y amable, alguien que lo ha tenido todo… Pero su pasado es mucho más gris y profundo que aquella fachada, porque años atrás, luego de perder la memoria, terminó en un orfanato donde la pasó abusos, humillaciones y problemas, pero gracias a la bondad de un hombre que lo adoptó, su vida mejoró. Sin embargo, ¿quién podría imaginarse que, aun así, le faltaba un obstáculo mucho más complicado que enfrentar? El amor llegó a su puerta, de una manera singular e incluso puede parecer incorrecta.
Por otra parte, Jennifer creció como una hermosa joven, que aunque no tenía a su madre, sí tenía un hogar lleno de amor junto a su padre y sus cuatro hermanos adoptivos. Sí, adoptivos, que aunque no tenían un lazo de sangre que los uniera, el lazo de la familia… o del amor, era más fuerte. ¿Qué es lo peor que podría pasar?
ESTA NUEVA NOVELA ESTARÁ LLENA DE EMOCIONES, PROBLEMAS Y CONFLICTOS… PERO IGUAL QUE EN MIS OTRAS NOVELAS, EL AMOR PREVALECE.
LOS AMO
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Capitulo 4 "Los celos entre *hermanos* no están bien"
El vals se terminó y creí que no íbamos a poder bailar, pero para mi sorpresa comenzó otro de una melodía de que amo de una canción en frases de Indila llamada “love story”
—¿Me permite este vals, señorita Monroe?—preguntó inclinándose un poco. Se veía muy elegante, tenía un traje turquesa oscuro de seda que tenía un corte único de gemelos de color plateado, además una camisa negra con los primeros dos botones sueltos. Su barba de pocos días peinada y su cabello arreglado, su perfume varonil lo podía percibir desde mi distancia y sus hermosos ojos color gris azulado me hipnotizaron. Tomé su mano lentamente y entrelacé mis dedos
—Sabes que jamás te negaría algo así —respondí y él me atrajo a él en un movimiento rápido, causando que mi cuero y el suyo no tuvieran nada de espacio. Mis tacones eran altos, pero aun así le llegaba a los hombros. Él mide más de un metro noventa y yo solo un metro sesenta y uno
La música, el compás de los violines, el piano de fondo, las luces, la nieve artificial que caía sobre nosotros, era un momento mágico, justo como lo soñé siempre. ¡Como si mi príncipe azul viniera exclusivamente a bailar conmigo! No quise pensar en nada más que en nosotros dos, me acerqué de tal manera que recosté mi cabeza en su pecho escuchando su corazón que latía como un tambor fuerte y claro. Me alejé unos centímetros y alcé mi mirada que se encontró con la suya, lo escuché tragar saliva con dificultad y mi cuerpo se estremeció en un corrientazo, no pude sostener su mirada más tiempo y le sonreí a mi padre
—Mírame —me ordenó de repente con una voz más baja y volví a mirarlo, pero esta vez su mirada fija era decidida y no titubeaba —solo sígueme —de la nada me tomó de la cintura y me alejó dejando nuestros mansos estiradas y dio un tirón para luego darme vueltas en el aire, tomé su mano y di dos vueltas más. Al regresar quedé de espaldas a él, mi espalda quedó en su pecho y seguimos bailando al compás del vals, luego volví a girar y para mi sorpresa él me tomó en sus brazos y me hizo girar por todo el lugar, solo éramos él y yo y un vals de cuento de hadas que siempre soñé, así fue un poco más y luego la música se detuvo, pero para mi sorpresa él se inclinó sobre una rodilla y tomó mi mano delicadamente dejando un beso en ella mientras me miraba fijamente, ese gesto… ese gesto me hizo emocionar de una manera como nunca antes y lo abracé muy fuerte. Luego todos comenzaron a aplaudir y se acercaron a nosotros al tiempo que todos se dispersaban
—Eso fue… creo que no fui la única que se acaloró de solo verlos bailar, y eso que son hermanos —se bufó mi amiga susurrándome al odio y le di un codazo tratando de disimular
—Cállate, si te oyen, estoy frita. Y tú, que deberías abrir los ojos y ver quién de verdad te gusta
—Ya sé quién me gusta
—Sí, claro, y por eso estás detrás de Dimitri, pero solo te colocas nerviosa con Matt y lo observas como acosadora la distancia, ¿no?
— ¡Tú! —me alejé de ella para tomar un champán con media sonrisa y vi que ella se quedó en medio de la pista, echa un tomate. Matt la miraba fijamente mientras ella volteó a ver a James quien hablaba con muchos chicos y chicas como el alma de la fiesta
—Hola, cumpleañera —se acercó Tyler hacia mí con una sonrisa y le sonreí
—Hola, Tyler, muchas gracias y gracias por venir
—No me lo perdería jamás, además… quería hablar contigo
— ¿Ah, sí? Me alegra mucho que disfruten — Recordé lo que me dijo Kate y tomé nerviosamente otra copa de champán y me la bebí un sorbo, por lo que hice una mueca. Esa cosa es amarga, ¡y lo bien que se ven los adultos bebiéndola! Luego vi que tenía una especie de caja elegante —¿Y qué es? —pregunté, fingiendo total tranquilidad
— ¿Podemos salir al jardín y hablar tranquilos?
—Ah, disculpa… es que no es bueno dejar a los invitados… pero dime, puedes confiar en mí ¿Somos amigos o no? —reforcé la palabra “amigos” y él sonrió de lado
—Comprendo… pero… te traje esto —dijo ofreciéndome la caja delgada que tenía unas letras doradas encima y al abrirla me encontré con un collar que fácilmente valdría lo de una camioneta de lujo, por lo que me aterré. Somos ricos, pero a ver, tengo quince y no saldría sin guardaespaldas con un collar así
—Oye… gracias… pero esto es demasiado, yo
— Acéptalo, por favor. Mi familia produce joyas y es la más influyente en el país, sabes que puedo permitírmelo
—Lo sé, pero aun así… es demasiado, podrían malinterpretarlo
—No lo malinterpretan.
—Sí, dirían que bueno, tú y yo…
—Porque es así. Te estoy cortejando, me gustas y quiero empezar a ganarme tu corazón, Jenny
—¿Eh? —quedé boquiabierta. Literalmente me lo soltó directo y sin anestesia. Miré a todos lados buscando a Kate para pedir ayuda, pero no lo logré y fue entonces cuando de la nada sentí que alguien alto me tomó de la cintura pegándome a su cuerpo. Volteé a ver y era Nick, quien miraba a Tyler como si quisiera acribillarlo… sí, seguro son los famosos celos del hermano protector. Tyler miró a Nick casi aterrado, y es que cualquiera le tendría miedo. Nick tiene veinticinco años y tiene un cuerpo bastante envidiable y una altura que destaca en cualquier lugar
—Ah… ho-hola, hermano de Jenny —titubeó Tyler y yo sonreí incómoda mientras pellizqué a Nick en la espalda para que correspondiera al saludo, pero se limitó a mirarlo con una ceja enarcada y cara de pocos amigos — ammm, yo… bueno, Jenny y yo…
—Jennifer —interrumpió Nick con su voz halada y Tyler se crispó sin entender, al igual que yo
— ¿Disculpe?
—Para ti, ella es Jennifer, no Jenny. ¿Quedó claro?
—Ah, claro respondió nerviosamente mientras yo sacudí la cabeza apenada y suspiré mirando a otro lado. Para mi suerte, el camarero pasó con la bandeja del champán y cogí una la cual me bebí de un sorbo
— A ver, tú, de verdad te aprecio, pero como amigo y por muy halagador que sea ser cortejada por ti, te pido que no lo hagas y sigamos como estábamos, aunque si es difícil para ti, entenderé si te alejas porque lo que menos quiero es lastimarte o darte falsas esperanzas —dije mirando a Tyler devolviendo el collar, luego me limpie el labio y mire a Nick fijamente —y tú, es mi cumpleaños, no lo arruines con tus tondos celos de hermano protector, son lo que menos necesito ahora, sé muy bien quién puede pronunciar mi nombre y de qué manera ¿Entendido? Ahora, con su permiso caballeros, voy a ver a mis otros amigos
Los dejé a los dos mientras aún se veían con ganas de matarse… corrección, Nick lo veía con ganas de querer matarlo, aunque también estaba mirándome disimuladamente molesto. Tyler estaba apenado queriendo que la tierra lo tragara en marte, pero no se atrevía a quitar la mirada de Nick por miedo de que en algún momento lo garrara con guardia baja y lo estrangulara. Así me pasé un rato saludando a algunos familiares y a amigos. Y después de un rato me acostumbré al champán, recuerdo que mi papá jamás me dejó beber… corrección, nadie en la casa me permitía tomar ni un sorbo y me prometieron que en mi fiesta de quince podría beber todo el champán que yo quiera, y cómo lo está disfrutando
—Oye, deberías dejar de beber, dentro de poco sentirás el mareo —me advirtió Katy y dejé la copa en la mesa mientras tomaba algunos macarrones y los comía junto a ella
—Oye… ¿Tu hermano tiene novia o qué?
— ¿Eh? ¿De quién hablas? —Me giré pensando que de pronto hablaba de James o Matt, pero para mi sorpresa era Nick. Estaba junto a una mujer que llevaba un hermoso vestido rojo totalmente ceñido el cuerpo, se veía muy… mujer y Nick sonreía al hablar. Sentí una punzada en el pecho, pero sé muy bien que mi sentimiento jamás será bueno entre un hermano y hermana. Para empezar, no es correcto
—No… no sabía que tenía novia —le dije un poco más apagada y me bebí el resto del champán y aproveché que en la mesa había varias copas y me bebí tres copas en menos de un minuto, y cuando iba por la cuarta, Kate me detuvo a medio camino
—No bebas más. Dejado aquí por hoy, no dejes que eso te amargue la noche, nena, eres una mujer fantástica y muy hermosa, así que arriba el ánimo, hay muchos peses en el mar
—No puedo evitarlo, Kate. Es que… sé que soy una tonta. Además, no tengo derecho a sentirme así, él es mi hermano, adoptivo sí, pero ante la ley es mi hermano, además tiene derecho a haber su vida y ser feliz y si ya encontró al amor de su vida bien por él —le dije casi a punto de llorar y me bebí la copa de champán —no quiero sentirme así, pero no puedo evitarlo, yo— la voz se me entrecortó y cuando estaba por beber el quinto champán una fragancia familiar un amaderado de pino y menta
—No bebas más, ya van nueve copas que bebes —la voz de Nick sonaba molesta con un toque de preocupación y frustración
—Quítate, no te importa. Me dijeron que no se meterían en cuanto bebería hoy —le dije soltándome de su agarre y me bebí la copa —disfruta la noche, hermano, yo haré lo mismo, es más, me dio calor, voy a nadar a la piscina —sí, definitivamente debí obedecer y ser más prudente, pero como siempre la terquedad me ganó. Justo cuando di el primer paso, mis piernas se hicieron gelatinas y mi pie se torció. ¡Malditos tacones! Cerré los ojos esperando caer al suelo, pero para mi sorpresa, unos fuertes brazos me tomaron en el aire y me agarré por instinto
—Eres muy terca —me dijo Nick frustrado y yo apenas y podía entender muy bien lo que decía
—Y tú, muy por-portec-portectortor—tartamudeé y él soltó una sonrisita mientras yo lo rodeé con mis brazos por el cuello, pero recordé a la mujer de vestido rojo… no quería crear malos entendidos entre ellos, así que dejé de tocarlo y me enderecé
— Se dice, protector, enana. Sostente o te caerás —me pidió mientras rodeaba mis pequeñas manos con las suyas que eran grandes y cálidas
—No me digas enana, ya soy una mujer
—¿Y es que acaso antes eran hombre o qué?—hice un mohín casi a punto de llorar y él sonrió, me sentía frustrada, ¿por qué me sentía así? Quiero quererlo como una hermana normal que le da fastidio tener a un hermano controlador, pero o solo puedo anhelar verlo todo el tiempo y desear que esté a mi lado en cada paso de mi vida. No pude evitarlo y una lágrima se deslizó por mi mejilla
—Me equivoqué, me equivoqué, siempre has sido muy hermosa y sí, eres una mujer muy bella, la mujer más bella del mundo — se corrigió rápidamente y con su pulgar limpió mi rostro. Sonreí ante su comentario y escuché a lo lejos que Kate dijo algo como que se va a buscar a alguien con quien hablar
—Byeeeee —le grité agitando mi mano —vale, estaba ebria—Estoy mareada, Nick —le dije en voz baja mientras abrazaba su torso y él suspiró
—Eso es un hecho, te llevaré a tu recámara
—No quiero interrumpir tu cita con tu novia, se veían bien juntos. Hacen linda pareja —me alejé e intenté caminar firme, pero de la nada me tomó de la mano
— ¿Qué te sucede, Jen? ¿Por qué actúas así?
—Estoy ebria y es mi cumpleaños, tengo derecho a actuar raro hoy. Solo… no me dejes de lado cuando te cases con ella, prometo no ser mala y seré amable con ella… pero no me dejes, no me alejes… no quiero vivir sin ti - las palabras salieron antes de poder controlarlas y ahí fue cuando me di cuenta de que estaba llorando, por Dios, esto es muy inmaduro, hasta para mí
—Te estás adelantando, Jen— susurró tomando mi rostro entre sus manos acortando la distancia entre nosotros —Escúchame bien, ella es una compañera de trabajo y amiga, no somos nada más. Y… si en algún momento llego a tener pareja, lo cual dudo mucho, jamás te dejaría de lado, porque para mí, tú eres la mujer más importante en mi vida, tú… eres mi luz, eres la razón por la cual le di otra oportunidad al mundo
- ¿Lo dices de verdad? ¿Tú me quieres\, Nick?
—Por supuesto que sí, hermanita… eres la persona más importante en mi vida.
La felicidad que tenía se esfumó… “Hermana”… es verdad, somos hermanos y siempre seremos eso, es lo mejor. No sé muy bien qué más dijo, vi mover sus labios, pero su voz estaba lejana al punto que creí que me desvanecería, pero nuevamente los brazos de Nick me atraparon.
— Vamos, te llevaré a tu recámara para que descanses —No protesté, no podía ni pensar, solo dejé que sus brazos me rodearan por la espalda y mis piernas para levantarme contra su pecho y empezar a subir las escaleras.
— Nick, ¿A dónde vas, hijo?—la voz de mi padre me ayudó un poco con la sobriedad.
—Llevaré a Jen a dormir, está bastante exhausta.
—¿Desde cuándo estar exhausto es sinónimo de ebriedad?
—Oh, vamos… no la regañes hoy, puedes hacerlo mañana, después de todo, hoy es su día —intercedió por mí y yo fingía estar dormida para no enfrentar a mi padre.
—Ustedes ganan —escuché sus pasos al inicio de las escaleras hacia mí—. Descansa, hija querida, dulces sueños —me dio un beso en la mejilla y se alejó — Abrígala bien, hijo y luego vienes, hay alguien a quien quiero presentarte.
—Claro, padre.