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LA NUEVA SOFÍA

LA NUEVA SOFÍA

Status: Terminada
Genre:Completas / Traiciones y engaños / Venganza de la protagonista / Reencarnación
Popularitas:465.9k
Nilai: 4.9
nombre de autor: R Torres

Sofía tiene una nueva oportunidad de vida y está dispuesta a tomarla para cambiar su trágico destino, de paso descubrirá lo que significa el amor verdadero y cuan equivocada estaba con las decisiones que tomó en su anterior vida, actuando de manera diferente, pero sin cambiar su esencia.

NovelToon tiene autorización de R Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

5. La tiendita de la esquina

Estoy corriendo por las calles con mi pequeña ‘happy’ en los brazos, hasta que por fin siento que estoy lejos de casa, detengo un taxi, trato de disimular mis nervios y le indico la dirección hacia donde voy al conductor; creo que ha pasado media hora, sinceramente no estoy segura del tiempo, el taxista me indica que hemos llegado, nunca había venido a esta parte de la ciudad parecía un mundo muy diferente para mí, las luces de los postes se ven tan tenues, estoy frente a un edificio gris algo descuidado, pero veo el número y el nombre de la calle, parece ser el que recuerdo, solo espero no haberme equivocado; ya son las dos de la mañana y no sabría donde más irme, le pagué al taxista y me bajé, no hay vigilante ni nadie que controle así que solo ingreso, subo al cuarto piso, me acerco a la puerta 403, empiezo a tocar la puerta pero nadie abre.

Un par de borrachos aparecen subiendo las escaleras, me quedan mirando, me aferro a ‘happy’, que en el taxi la había envuelto en mi chaqueta, habiéndome quedado en una blusa que transparentaba mi brasier, mi pequeña perrita empieza a ladrarles pero más que darles miedo, les causa risa y avanzan hacia mi.

- “Oye muñeca, ven a tomar con nosotros”, me dice uno de los sujetos.

- “No gracias”, apenas logro responderle.

- “Vamos muñeca, te vas a divertir”, me dice el otro acercándose demasiado a mí.

Estoy muy asustada, ‘happy’ ruge pero solo les hace gracia cuando uno de los tipos iba a abrazarme, la puerta del 403 se abre, y Cristobal que me lleva hacia él, poniéndose delante mio.

- “Amor, porque llegas tan tarde, debes avisarme para recogerte”, me dice de lo más natural, y eso me sorprende.

- “¿Es tu novia?”, le dice uno de los sujetos.

- “Sí, está molesta conmigo”, les responde rápidamente.

- “Lo siento vecino, no sabíamos”, le contesta el otro sujeto, mientras empiezan a subir; alejándose de ahí.

Cristóbal me hace ingresar y cierra la puerta, respiro más tranquila, cuando él enciende la luz, descubro que solo está usando un bóxer ancho, dejándome ver muy bien sus definidos músculos del abdomen, que instintivamente no puedo dejar de ver hasta que ‘happy’ se baja de mis brazos y empieza a jugar por los muebles, lo que provoca que vaya tras ella para detenerla.

- “Sofía, ¿qué haces tan tarde por acá?”, me interroga Cristóbal.

- “Yo, bueno, yo, buscaba a Ignacio”, respondo nerviosamente.

- “Ignacio tiene un sueño más pesado que el mío; lo iré a despertar”, me comenta mirando muy intrigado.

Mi pequeña perrita se enreda entre mis pies y siento que pronto estaré estrellándome contra el piso, pero Cristóbal me sujeta y termina sosteniendo mi cintura y me acerca hacia él, estoy segura que él puede sentir mi pecho latir fuertemente, ese aroma que emana es tan atrayente, ambos nos miramos, por alguna razón estúpida pienso que eso le molestaría a Fabián y me separo de él.

- “Lo siento, te ibas a caer”, me dice nervioso.

- “Lo sé, gracias”, le respondo agitada.

- “Voy por Ignacio, toma asiento”, me dice mientras se aleja de la sala y yo trato de tranquilizar mi respiración.

Luego de unos minutos, aparece Ignacio, con una pijama de dibujos de varios superhéroes, muy clásico de su estilo freaky, mientras me percato que Cristobal se ha puesto un polo y un pantalón, menos mal que hizo eso, por alguna razón su sexy apariencia me descontrola.

- “Sofía March, en la madrugada, por estos lares, ¿qué pasó?”, inquirió sorprendido Ignacio.

- “Mi compromiso con Fabián Alvárez saldrá en dos importantes revistas, me quitaron mi identificación, mis tarjetas y mi teléfono móvil; me fui de casa y no sabía dónde más ir”, le respondí con voz nerviosa.

Mi primo Ignacio me abraza, mientras que nerviosa me quedo sin decir ninguna palabra; no sé en qué momento Cristóbal se fue a traerme un vaso con agua, pero me lo ofrece luego de sentarme en el sofá, les cuento todo lo que ocurrió cuando llegué a casa y puedo ver las muestras de indignación de Ignacio, mientras que su amigo Cristóbal escucha sin mostrar expresión alguna, después de todo no es mi amigo, porque tendría que importarle pienso dentro de mí.

Después de ello, Ignacio me dejó dormir en su cama, la luz que se refleja en la ventana me despierta, me hago una cola de caballo en el cabello, me veo extraña en el polo y pantalón que me prestó mi primo porque me quedan grandes. El departamento que comparten mi primo y su amigo Cristobal es uno con dos habitaciones y un baño, la sala está compartida con la cocina y una pequeña mesa que hace las veces del comedor; cuando salgo de la habitación me doy cuenta que Cristobal está preparando el desayuno y mi primo está durmiendo en el sofá con ‘happy’ a sus pies.

- “Buenos días, Sofía, en la mesa, he dejado un cepillo de dientes nuevo, también un shampoo y jabón para mujer, así como, una toalla limpia, puedes usar el baño cuando gustes”, me dice amablemente Cristobal.

Lo quedé mirando, siento que un simple gracias no es suficiente, había llegado ahí sin saber que hacer y realmente sin nada para ofrecer.

- “Muchas gracias, disculpa la molestia”, le respondo avergonzada.

- “Sé lo que es alejarse de la familia, sin nada, sé que encontrarás la manera de salir adelante”, me dice sonriendo, mientras prepara unos huevos revueltos; “vamos anda a lavarte, para que desayunes, y pidas un duplicado de tus documentos, el mundo no se acabó ayer”, me dice concentrado en lo que estaba haciendo.

Agarro las cosas de la mesa, y voy a darme un baño, me digo a mi misma que tal vez parezca una chica de veintidós años pero debo reponerme y ser fuerte, después de todo estaba por cumplir veintiocho cuando morí en mi vida pasada, si quiero cambiar mi destino no debo ser la miedosa de siempre, que se ocultaba en alguna nerviosa sonrisa e incapaz de llorar para que no se dieran cuenta que no tenía idea de qué hacer con mi vida.

Mientras ingreso al baño de ese pequeño departamento, recuerdo mi habitación en la casa que Fabián compró para nosotros, bueno con el dinero que mi abuela me heredó; era muy espaciosa y el único lugar de la casa decorada a mi gusto, solo el primer año de matrimonio Fabián y yo la compartimos; él me dijo que como salía muy temprano y regresaba muy tarde por los negocios no quería interrumpir mi descanso ni alterar mi espacio personal algo infantil por uno más sobrio que a él le gustaba, en ese entonces creí que lo hacía por considerado y quería consentirme, ahora estoy segura que lo hacía para que no me diera cuenta de su engaño; pero ese afán de mantener lejanía conmigo y la poca vida sexual que teníamos siempre me hizo sentir que no era atractiva para un hombre tan guapo como él, trataba de disimular mi baja autoestima en mi vida de lujos para escuchar a la gente decir lo elegante que me veía, sin que supieran que no atraía a mi propio esposo.

Sacudo mi cabeza para dejar de pensar en eso, me saco la ropa e ingreso a la ducha, me pongo debajo de la regadera y abro la llave, grito con mucha desesperación y fuerte porque el agua está muy fría, dando pasos hacía atrás; debo haber sonado como que estaba en una emergencia porque Cristóbal ingresó rápidamente asustado.

- “¿Qué te pasó?”, expresó nervioso Cristobal.

Estoy desnuda, así que me pongo completamente roja, con mis nervios agarro la cortina de la ducha para cubrirme, Cristobal se dio media vuelta.

- “El agua está muy fría”, le dije nerviosa.

- “Lo siento, no tenemos terma, pensé que te había pasado algo”, expresó Cristóbal avergonzado, para continuar diciendo “te traigo agua caliente”.

- “No te preocupes, fue la sorpresa”, fue lo único que pude decir, sin dejar de pensar que me había visto desnuda.

- “Entonces te dejo”, contestó Cristóbal saliendo del baño y cerrando la puerta.

Cómo me pudo pasar esto me digo a mi misma, estoy muy avergonzada no sé cómo voy a mirarlo a la cara ahora, me dije a mi misma que por qué no le puse seguro a la puerta del baño, claro estoy acostumbrada a usar el baño de mi propia habitación; luego también pensé por qué no verifiqué el agua, tan acostumbrada a que venga a mi temperatura favorita.

Cuando salgo del baño, voy directo a la habitación de Ignacio sin mirar a algún lado y cierro la puerta velozmente, encuentro en la cama ropa interior de mujer, es muy sencilla pero de mi talla y un buzo azul, todos nuevos, pensé que mi primo Ignacio tenía buen ojo para saber perfectamente lo que me quedaría, que bueno que cuento con él, por un momento eso me alejó la vergüenza del incidente del baño.

Cuando salgo de la habitación encuentro a Ignacio, aún con su pijama de superhéroes y soñoliento comiendo el desayuno, veo alrededor y no veo a Cristobal así que me siento tranquila a comer.

- “Gracias por la ropa que me trajiste, tienes buen ojo para descubrir mi talla, hasta la de la ropa interior, eres grandioso”, le expreso agradecida.

- “¿Qué dices?, no termino de despertarme, no te traje nada”, me dice Ignacio somnoliento.

- “Dejaste un brazier, una truza y un buzo, todos nuevos en tu cama para que me ponga”, le replico.

- “No fui yo, seguro eso lo compró Cristobal en la tiendita de la esquina, que por cierto vende de todo, y lo dejó ahí”, dice Ignacio tan rápido, que me cuesta procesar la información.

En ese momento Cristóbal sale de su habitación, me mira y luego toma las llaves de su automóvil que estaban en la mesa.

- “Parece que si te quedó bien”, dice Cristóbal de manera serena, luego se dirige a Ignacio, “no te hagas más tarde Nacho, debemos llevar a Sofía a que saque su identificación, iré por el auto y nos vemos abajo en quince minutos”, continúa hablando mientras se dirige a la puerta para salir del departamento.

Me quedo estática en la silla, preguntándome porqué Cristobal ha comprado todas estas cosas para mí, y cómo sabía mi talla, me abracé a mi misma, y me avergüenzo pensando que sabía mi talla porque me vio desnuda; mi primo Ignacio me mira extrañado.

- “¿Qué pasa contigo Sofía?”, me dice Ignacio, que apenas puedo entender porque me dice con la boca llena porque se ha apresurado a tomar desayuno.

Me quedo callada, pensando a dónde me iría ahora si solo contaba con Ignacio para ayudarme y él vivía con Cristobal.

- “Voy a cambiarme, para bajar, no te preocupes por las cosas que compró Cristóbal, pronto se las pagaré cuando cobremos nuestro cheque del último trabajo que hicimos.

No me atrevo a responder, se que debo comer algo, así que me apresuro mientras Ignacio se fue a cambiar; cuando bajamos Cristobal ya nos estaba esperando, Ignacio subió adelante como copiloto, mientras que yo me subí atrás, solo agaché mi mirada no quería coincidir con los ojos de Cristobal por el espejo retrovisor.

- “Realmente no vi mucho, estaba preocupado de que te hubiese pasado algo, deja de preocuparte”, me dice Cristobal de una manera tan natural que me pone más avergonzada.

- “¿Qué pasó?, ¿Qué viste?”, dice Ignacio; al no escuchar una respuesta, vuelve a interrogar “¿es por el grito de Sofía que me despertó?, si es eso, ¿por qué gritaste Sofía?”.

Yo solo me quedo callada poniéndome más nerviosa, ni siquiera puedo explicar lo que pasó, no encuentro las palabras.

- “Tal vez debas verme desnudo, para que estemos igual, y no te sientas tan apenada”, expresa Cristóbal sin ninguna vergüenza.

- “¿No que no habías visto mucho?, tal vez no tenga un gran cuerpo, pero no era para que te lo mostrara a tí”, le replico.

- “No sé quien te haya dicho que no tengas un gran cuerpo, pero el tuyo está muy bien, solo fue un accidente no deberías darle tanta importancia”, me responde Cristóbal como si estuviéramos hablando del clima o la comida.

- “Tú tal vez te vayas mostrando desnudo por todos lados, pero yo no soy así”, le contesto algo triste.

- “Lo siento, solo no quiero que te sientas incómoda, fue un accidente, nunca fue mi intención propasar tu intimidad de esa manera. Sé que solo quieres mostrarte ante alguien especial”, me dice Cristóbal con un tono más dulce.

Mostrarse ante alguien especial, esa expresión le echó sal a mi herida, en mi vida pasada el único hombre con quien estuve fue Fabián, y cómo terminó mi historia de amor, muerta en el asfalto luego que el infiel de mi esposo y la traidora de mi mejor amiga me atropellaron después de descubrir su engaño; me quedo callada y Cristobal no dice ni una palabra más, mientras Ignacio confundido mira un momento a cada uno; el automóvil arranca mientras nos alejamos del edificio, pasando por la tiendita de la esquina que tiene afuera un maniquí con el buzo que estoy usando en otro color.

1
Ramona Salcedo
Excelente
Yolanda Tavara Zevallos
Ahora si que le llegó la hora de pagar, y puede suceder dos cosas, la primera que muera por las balas en su espalda y la segunda que quede vivo pero hemiplegico y ese seria su mayor castigo
Yolanda Tavara Zevallos
No entiendo, que está pasando?
Yolanda Tavara Zevallos
Se cumplió tu deseo amiga, se murió la estúpida... pero de repente solo se ha desmayado, ojalá sea así
Yolanda Tavara Zevallos
Que va a pasar ahora? quiénes son los que están disparando? Será Cristobal y su gente
Yolanda Tavara Zevallos
Pobre Cristobal, otra vez en peligro o de repente muerto, pero él es fuerte por Sofia es capaz de vencer a la muerte
Yolanda Tavara Zevallos
no puede ser, qué no estaba preso? cómo logró escapar ese loco asesino?
Yolanda Tavara Zevallos
No entiendo a veces a las mujeres, cómo se puede amar a alguien que por dinero la embarazó, recibió el dinero por abandonarla sola y embarazada y después irse para hacer empresa con el dinero del sacrificio de ella.
Yolanda Tavara Zevallos
Espero que tenga su merecido...porque su deseo de venganza lo va a golpear en su propia cara
Yolanda Tavara Zevallos
Ese tipo está loco por la humillación sufrida cuando era joven, todo por su baja autoestima que ocasionó ese orgullo desmedido hasta la locura .
Yolanda Tavara Zevallos
Así son los miserables, no pueden sentir que en algún momento su enemigo lo ayudó y lo odian más, ahora a la que más odia es Sofia por haber sola enfrentarsele sin miedo y después perdonarle la vida.
Yolanda Tavara Zevallos
Que bueno que Ignacio se haya dado cuenta que ama a Lucía y lo haya gritado a los cuatro vientos. Ahora tiene que cultivar ese amor 😍
Yolanda Tavara Zevallos
Al fin ese muchacho se ha dado cuenta que algo está pasando a su alrededor, que no está solo y se puede quedar solo sino hace algo por ganar a Lucía
Yolanda Tavara Zevallos
Muchas mujeres mueren en manos de sus agresores porque ellas mismas los buscan, tienen con su agresor un apego obsesivo y su chip emocional está distorsionado, creen que no pueden vivir sin su agresor y vuelven hasta encontrar la muerte casi siempre
Yolanda Tavara Zevallos
Bueno mi presentimiento salió cierto. Ahora a prepararse a lo que vendrá, que será mucho más cruento
Yolanda Tavara Zevallos
De verdad, la situación está bastante incomoda, y peligrosa, no sé porque siento que la esposa del padre de Cristobal va hacer algo con Fabian
Yolanda Tavara Zevallos
Estamos otra vez en el juego. ahora ya no es un solo malvado ahora hay dos, sofia y Fabian, veremos que pasa
Yolanda Tavara Zevallos
Ufff que bueno que no está muerto y, cómo llegó a tiempo para que Sofia no se volviera una criminal y perdiera la cordura? veremos que sucede. Pero ahora si Fabian sale ileso va a querer vengarse con más fuerza
Yolanda Tavara Zevallos
woow que pena!!!...todos están pagando por la frivolidad de una chiquilla engreída y desdeñosa.
Borja
Amé esta historia quisiera saber que pasó en el después de cada personaje y que me contaras sobre el niño de Sofia y Cistobal y cómo creció Octavito
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