El Padre De Mi Esposo

Julieta...

Finalmente, la tienda estuvo lista y volvió a abrir sus puertas, hicimos un pequeño evento, invitando a probar nuevos perfumes, cremas y aceites esenciales para masajes.

Con muestras gratis para llamar la atención, charla informativa de cómo usar correctamente algunos productos para maximizar los beneficios de estos.

Las personas entraban y salían todo el tiempo, muchos encantados por los productos.

Algunas damas pudieron disfrutar de un buen masaje con los aceites, lo cual las dejo relajadas y complacidas con el producto.

Al final de la tarde, tuvimos que volver a cerrar probablemente por una semana más, ya que todos los productos se agotaron y debíamos hacer nuevamente la mercancía.

Las ventas en sí no nos dejó una gran ganancia el día de hoy debido a que usamos una parte de los productos para las muestras gratis.

Pero si la garantía de que al cliente le gustó y este volverá por más, y si tenemos suerte este será recomendado por ellas a otras damas.

Cuando un producto es bueno, se vende solo, y eso es lo que quiero. Estoy segura que pronto recibiremos más ganancias y con ellas tendré la oportunidad de abrir otro local en otra ciudad o pueblo.

Así cuando esté divorciada me podré ir lejos de aquí.

Volví a casa a descansar, el día había sido muy ajetreado, además tenía que volver al día siguiente para ir por más materia prima para seguir produciendo la mercancía, además que necesitamos conseguir manos extras.

Al día siguiente muy temprano salí en busca de la señora Josefa, partimos inmediatamente a un mercadillo más pequeño que el del pueblo, ya que aquí el precio es mejor y de mayor calidad los productos que necesitamos.

Recorrimos mucho, pero aún nos hacía falta una esencia para unos jabones que me gustaría hacer.

Casi al final de este lugar, encontramos un pequeño puesto una joven estaba con su hermano vendiendo.

Al parecer las ventas que tenían eran bajas, pero sin duda tenía una amplia variedad de esencias muy interesantes.

Larry y Camelia, dos jóvenes de 19 y 17 años respectivamente, que trabajan para ayudar a su madre en los gastos de su casa.

Ellos tenían mucho conocimiento en este trabajo, su madre y padre les enseño este oficio antes de fallecer de pulmonía hace unos meses.

Aun así, para trabajar en esto se requiere experiencia y recomendaciones de algún mercante conocido, lastimosamente nadie les daba una oportunidad.

Agradecí a los cielos encontrarlos, ya que eran perfectos para que trabajen para nosotras, así no me preocuparé por entrenar a nuevo personal.

Al pedirles trabajar para nosotros no se negaron, el pago y el horario era bueno, además que estarían en su área de confort y su casa queda cerca del negocio.

Así quedamos ellos irían al día siguiente, allí empezarían el trabajo.

Estar en casa, era muy aburrido pero no me quedaba otra que volver, lo bueno es que Laura es una buena persona y me acompaña casi todo el tiempo.

Los empleados de la casa normalmente me ignoran y eso está bien, no me gustaría llamar la atención.

Y si lo vemos de esta forma la señora de la casa llegará en unos meses, entonces no me gustaría que hicieran comparaciones entre ella y yo.

Sobre todo porque no sé que clase de persona es en realidad, en la historia no habla mucho de ella.

En fin, aprovecho que estoy en casa unos días para hacer algunos bocetos de ropa interior. Los que tenía los he ido arreglando poco a poco.

Así que ese es otro de mis proyectos, Laura también me ha ayudado mucho en esto, es muy buena con la costura.

Ella dice que para ser mucama su madre le enseño muchas tareas y oficios diferentes, así no tengan una escusa para despedirla fácilmente.

Claro que tuvo la suerte de empezar en este lugar y su patrón aunque es un poco distante, no es un mal jefe.

Les paga bien y cuida que estén cómodos.

Mis vestidos no son la gran cosa, son sencillos, nada extravagante como los de las damas con títulos.

Es por ello también que nadie me considera la esposa del general.

Le mostré a Laura varios diseños y me dice que es imposible que use esos, puesto que ni las damas de los burdeles son tan atrevidas de llevar algo así.

Lo cual me desanimó mucho, este tipo de ropa me fascinaba. Pero bueno, logre hacer algo más recatado para mi época, pero muy atrevido para esta.

Así ambas salimos ganando. Ella me dijo que haría unos más para mostrarle a su madre quien trabaja en un ducado, la señora es muy joven y su esposo la quiere y mima mucho.

Puede que le agrade estos modelos y se anime a comprar algunos para seducir a su esposo.

Así pasaron muchos días, el local tenía muy buena acogida, y nos estaba dejando buenas ganancias.

Mi vida estaba muy tranquila hasta que él volvió al pueblo, y se presentó justo en el local, cuando me encontraba ordenando algunas cosas,

me pidió hablar en privado y yo le respondí que estaba bien que nos veíamos a las cuatro, que "pediré permiso" aquí en mi trabajo.

Para poder pasar un tiempo con él. Como podía decirle que no si es tan bello y su perfume delicioso que no me deja pensar con claridad.

Aunque dudo un poco y accedió esperar a mi salida. Él se quedó en un local al frente, donde me tenía en la mira, en el fondo sabía que debía huir.

Pero es que su voz tan sensual, me tiene enamorada.

Lo bueno es que el cochero ya no llega por mí, así que nadie vendrá a buscarme podré llegar un poco más tarde.

Con Larry, le envié un recado, a unas calles de aquí hay un pequeño parque le pedía que me espere en ese lugar.

Así me arreglé un poco el vestido que tenía para ir a su encuentro.

Ahí estaba él, tan varonil y pensativo, su mirada fija en mí.

La misma que me cautivo aquella noche.