Anastasia

Ernesto respondió:

Hola, me había quedado dormido.

Anastasia ya había caído en un profundo sueño, por lo que no pudo ver el mensaje hasta la mañana siguiente. Se despertó aproximadamente a las 9 a.m. y, al leerlo, decidió no contestar para no parecer insistente. Era domingo y ella iba a pasar el día en la finca de sus padres, junto a su familia. Ana aún no había llegado, y David la estaba llamando. Anastasia se dedicó a organizar las cosas en el automóvil y a ayudar a la nana a buscar otros objetos.

Ana llegó a casa en un taxi, visiblemente ebria. Al verla, su madre se acercó y le preguntó por qué había llegado en ese estado. Ambas sabían que no podían presentarse así en casa; para eso, se les ofrecía una habitación en el hotel familiar. Ana la miró y respondió: Iba al hotel, madre, pero papá me está llamando constantemente.

Carmela: Sabías que hoy íbamos a la finca. No debiste beber en exceso.

Ana: Por favor, mamá, soy joven. Déjame en paz.

Carmela: Estás desperdiciando tu juventud, eso es lo que estás haciendo.

Ana: Eres muy fastidiosa.

Carmela abofeteó a Ana y le dijo: Soy tu madre, debes respetarme. Al presenciar la situación, David se acercó y preguntó qué había sucedido. Ana le respondió: No tenía intención de venir de esta manera a casa, papá, pero me has estado llamando insistentemente y mamá reaccionó así al verme llegar.

Carmela intervino: No te agredí por eso, lo hice porque me faltaste al respeto.

David, dirigiéndose a uno de sus colaboradores, le pidió que subiera a Ana al vehículo. Carmela también se unió al viaje, así como la nana y Anastasia. David arrancó el auto.

Al llegar a la finca, Anastasia mostró un gran entusiasmo por el lugar.

Por otro lado, a Ana no le agradaba en absoluto estar en la finca. Al bajar del auto, se dirigió a su habitación, mientras Anastasia colaboraba con sus padres y la nana en diversas tareas.

Posteriormente, decidió dar un paseo por la finca y se encontró con Alex, un amigo de la infancia. Él la saludó calurosamente y ella le devolvió el abrazo. Luego, caminaron juntos, y él le compartió novedades sobre su vida. Ana, por su parte, también le habló sobre sus estudios.

Más tarde, regresó a la casa para almorzar. Al revisar su teléfono, notó un mensaje de Ernesto preguntando cómo se encontraba.

Anastasia sonrió al recibir el mensaje y respondió que se encontraba bien, disfrutando de la estancia en la finca con sus padres.

Al recibir la respuesta, Ernesto respiró hondo. Había estado pensando que Ana le había comentado todo a su hermana, pero por lo visto no fue así. Así que Ernesto continuó con sus asuntos.

Ernesto 📲 ¿Cuándo regresas?

Anastasia 📲 Mañana tengo que estudiar.

Ernesto 📲 Está bien, cariño. Disfruta del viaje, entonces.

Anastasia 📲 Gracias, cariño. 💕

Más tarde, Anastasia se unió a todos para compartir la comida.

Ana observaba a su hermana y se reía en silencio. Pensaba para sí misma que esa risa seguramente era porque Ernesto le había escrito. Se preguntaba qué pasaría si le contara que había estado con él; seguramente se le borraría esa expresión de enamorada. Salió de sus pensamientos cuando su padre le informó que tenían planeado montar a caballo juntos.

Ana: Ay, no papá, sabes que no me gusta nada de esta finca.

Carmela: Amor, Ana puede quedarse; no puede montar a caballo con esa resaca.

David: Está bien, ¿y tú, Anastasia?

Anastasia: Claro que sí, papá.

Ana subió a su habitación y llamó a Ernesto. Al darse cuenta de quién la estaba llamando, él decidió no responder.

Ana se molestó e insistió hasta que finalmente él atendió.

Ernesto 📲 Hola.

Ana 📲 ¿Por qué no querías contestar?

Ernesto 📲 Estoy ocupado en este momento; dime rápidamente qué necesitas.

Ana 📲 Jaja, ¿crees que soy ingenua? ¿No le escribiste a mi hermana hace un momento?

Ernesto se preguntó cómo lo sabía, ¿acaso Anastasia le había dicho algo?

Ernesto 📲 Sí, lo hice, pero ya sabías que nosotros...

Ana interrumpió la conversación y afirmó:

“Ana 📲 Ya lo sé, están saliendo, pero ¿has considerado qué dirá ella cuando le cuente que disfruté de ti por completo y que estabas delicioso?”

Ernesto 📲: “No puedes hacer eso, Ana. Tú ya sabías que estábamos comenzando una relación, y fuiste tú quien se me insinuó, ¿no lo recuerdas?”

Ana 📲: “Veremos a quién le cree.”

Ernesto 📲: “No lo hagas, Ana.”

Ana 📲: “Jajaja, me gusta escucharte así, jajaja.”

Ana colgó el teléfono mientras reía.

Mientras Ernesto se llenaba de furia, parecía que Ana sería la responsable de arruinarlo todo. Intentó llamarla varias veces, pero ella no respondió. A continuación, se comunicó con Anastasia en reiteradas ocasiones, sin obtener tampoco respuesta. Solo podía suponer que Ana ya le había contado todo, lo que lo llevó a golpear todo a su alrededor con frustración.

Por su parte, Anastasia se encontraba montando a caballo con su padre y no tenía su teléfono a mano.

Eran ya las seis de la tarde; Ernesto había realizado numerosas llamadas sin obtener respuesta de ninguna de las dos, ni de Ana ni de Anastasia.

Al regresar a casa, Anastasia subió a su habitación y se dio una ducha. Luego, tomó su teléfono y se dio cuenta de que tenía numerosas llamadas perdidas de Ernesto, lo que le generó preocupación. Temiendo que algo grave hubiera sucedido, decidió llamarlo.

Ernesto, al ver que Anastasia lo estaba llamando, contestó de inmediato.

Ernesto 📲 Hola, cariño.

Anastasia 📲 Hola, ¿ha ocurrido algo? Tengo muchas llamadas perdidas.

Ernesto 📲 ¿Estás bien?

Anastasia se sintió confundida por el tono de voz de Ernesto y preguntó:

Anastasia 📲 ¿Pasó algo? Tu voz suena alterada, ¿estás bien?

Ernesto 📲 Hola, estoy bien. Espero que tú también lo estés.

Anastasia 📲 Me asustaste al llamar tantas veces. Estoy bien, solo estaba montando a caballo con mis padres. Me preocupé al ver tantas llamadas.

Ernesto 📲 La razón de mis múltiples llamadas es que tuve un sueño muy angustiante contigo y me desesperé. Al no recibir respuesta pensé que no se trataba solo de un sueño. Te pido disculpas por eso.

Anastasia 📲 Está bien, no te preocupes. Fue solo un sueño.

Ernesto 📲 Cuídate mucho.

Anastasia 📲 Lo haré. igual volvemos mañana