Melanie huyó de su país, con un embarazo en secreto y sin un centavo en los bolsillos, Alejandro la corrió sin consideración de su casa y de su vida, sin saber que Melanie se llevó con ella la única oportunidad que tenía de llegar al trono de Tulip Kingdom. Cecilia creyó que con la desaparición de Melanie, ella sería la única mujer en la vida del heredero, pero no consideró que la abuela Mary haría todo por encontrar a la verdadera esposa de Alejandro.
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Celos estúpidos.
Pasaron los meses, desde la primavera hasta el invierno, Melanie veía las estaciones pasar, no estaba deprimida, más bien se sentía libre.
__Su alteza, llegó una carta de River Green, sus majestades vienen a visitarlos por vacaciones.
Le avisó la señora Sniff. Melanie se preocupó, no sabía nada de su esposo y tampoco donde podría buscarlo.
__Debemos hacer que el palacio se vea increíble, que se adorne con motivos navideños y que busquen el abeto más grande que encuentren, tenemos una semana antes de que ellos lleguen.
La señora Sniff se convirtió en el brazo de Melanie, buscó algunos campesinos para que buscaran el abeto, algunas piñas de pino, madera, y entre todas las doncellas ayudaron a la princesa a adornar el gran palacio de Greendellville.
__Melanie, tranquila ¡santo Dios!, siéntate junto a la chimenea, debes tranquilizarte, estás a punto de colapsar.
Emmanuel y Melanie se habían vuelto los mejores amigos, ella confiaba mucho en el chico que le servía como jardinero y como lo que ella quisiera.
__No se que le voy a decir a sus majestades, las cartas que he mandado para ellos, solo dicen mentiras, ¿cómo le haré para encontrar al príncipe?, no se ni siquiera en donde puede estar.
__Bien, pues tal vez ellos deben saber que su privilegiado príncipe, no es más que un desgraciado que abandonó a su esposa.__Le respondió muy molesto el chico.
En las cartas para la reina , le decía que estaba tan feliz que permanecería en ese palacio, que Alejandro estaba muy cerca de la gente y que realmente disfrutaban su vida alejados de la sociedad.
Llegó el día en el que los reyes entraron a Greendellville, en grandes autos lujosos, con un montón de maletas y al menos una docena de sirvientes, todos ellos maravillados por la espectacular vista que les ofrecía el palacio.
__Bienvenidos majestades, es un honor que nos visiten.__Saludó Melanie con una reverencia.
__Te ves magnífica Melanie, realmente te vino bien el matrimonio.
"Si tan solo supiera", pensó Melanie.
__Has hecho un gran trabajo con este viejo palacio, se ve mejor que en sus épocas de gloria.
El rey daba vueltas alrededor, maravillado por lo que veía.
__¿Y dónde está Alejandro?.__La pregunta que tanto temía la pobre Melanie, antes de que ella pudiera dar una respuesta, una voz varonil hizo brincar a la nerviosa chica.
__Bienvenidos majestades, ¡lo hemos echado de menos!.__Apareció Alejandro, sin rastro de preocupación en su rostro.
Tenía casi un año sin verlo y al parecer sus recuerdos y sus sueños no le hicieron justicia, se veía más atractivo que nunca.
__Me enorgullece haberte casado con mi querida Melanie, ve nadamas lo bien que hace su trabajo como esposa y princesa, al entrar a Greendellville, toda la gente hablaba de lo buena persona que es la princesa.
Melanie se sonrojó cuando Alejandro le miró, sus manos tenían una especie de tic, cruzaba los dedos una y otra vez, cuando se veía nerviosa.
__Nunca le voy a agradecer suficiente majestad, me dió el mejor de los regalos.
Que mentirosooooooooo.
La cena fue por demás fenomenal, los reyes subieron a su habitación a descansar, pero la reina no dejaría pasar lo más evidente.
__Si nosotros tenemos la alcoba principal, ¿dónde duermen ustedes?.__Melanie había decidido no usar esa enorme habitación, estaba sola y tanto espacio solo la hacía sentir más miserable, así que una de las habitaciones pequeñas.
__Bueno, creí que era mejor respetar la habitación de sus majestades, nosotros dormimos en la habitación del extremo sur, yo amo que el sol entre por esa gran ventana.
La reina asintió.
__Por cierto, mañana llega Hilda, viene con tu hermana, igual se reunirán en los próximos días, Philip y su familia, para que lo sepas.__Le dijo la reina a Alejandro, bastante seria.
Melanie entró como rayo a la habitación, sacó un juego de ropa y su pijama, temía que el príncipe se. quedara a dormir y por supuesto que no iba a compartir la cama.
__¿A dónde vas?.__Le preguntó Alejandro desde el oscuro pasillo.
__No hace falta que me quede, la habitación de al lado está bien para mí, solo no sé dónde está su equipaje.
__Dormiremos juntos mientras ellos estén aquí, mis cosas ya están en la habitación.
Melanie se reusaba a estar junto a él, entonces si teléfono sonó como si de un milagro se tratara.
__Hola...¿en serio?, wow, no puedo ir, es muy tarde ya y tengo visitas ya lo sabes, ¿de verdad?, está bien te veré en la entrada.
Alejandro no entendía nada, no sabía que Melanie fuera tan independiente, el no le había dado un teléfono, ni dinero, nada en realidad y ella tenía todo bajo control, ¿cómo le hizo?, y ¿con quién se vería?.
__Lo siento alteza, tengo algo que hacer, puede descansar y no se preocupe, un montón de habitaciones nos separan de sus majestades, ellos no se darán cuenta de nada, no hace falta que comparta la cama conmigo.
Y dicho eso entró a la habitación de junto. Se puso unas botas de plástico, sus pantalones de mezclilla, un suéter y salió de puntillas.
Alejandro no podía con la intriga y la siguió.__Tiene un amante, seguro se verán.__Dijo en voz baja.
Melanie salió hacia la puerta trasera del palacio, en la oscuridad Alejandro no podía ver más allá de sus pies.
Aún así siguió a Melanie y a la otra persona.
Legaron al establo, que Alejandro no sabía que existía.
__¡¡¡Ay por Dios, ay Santo Dios, es hermoso!!!.__Dijo muy emocionada.
__Es hembra, nació mientras todos dormíamos, la yegua está muy saludable Melanie, parece que le sirvió todo eso que le diste.
__Ya te lo dije, en mi otra vida fuí veterinaria, gracias Emanuel, gracias por regalarme una yegua tan bonita y que además tuvo un bebé.
__No es tan hermosa como tú, pero sé lo mucho que te gustan los animales, así que no me lo agradezcas, te mereces todo lo hermoso de la vida...
Melanie abrazó efusivamente al chico, alto, bien parecido a pesar de no estar presentable.
Eso no le agradó a Alejandro, sentía sus puños arder y se llenó de un sentimiento desconocido para él.
Se dió la vuelta y volvió al palacio.
Melanie volvió casi al amanecer, se veía cansada pero muy contenta.
__¿Dónde estabas, crees que es normal que salgas a estas horas?, que falta de respeto.
Alejandro estaba sentado en la cama, en la habitación donde se supone que dormiría Melanie.
__Su alteza, tuve que ir a atender una cosa...
__A tu amante.__Le recriminó.
__No somos iguales alteza , yo eh respetado el sagrado matrimonio, a diferencia suya.
Alejandro se acercó como un león asechando a su presa.
__No pongas a prueba mi benevolencia, deja de actuar como una...
__No estoy actuando, no soy una de ellas y tampoco quiero que esté aquí...salga.
La Melanie que él conocía era una chiquilla en extremo tímida, nunca hablaba a menos que se le permitiera o eso era lo poco que Alejandro recordaba de las veces que la veía en alguna de las fiestas de la reina.
__Vas a cumplir con tus deberes de esposa, dormirás conmigo y te prohíbo salir más, Melanie Humpring.
Las palabras salieron sin pensar, "¿que demonios estoy diciendo?", pensó, "son celos estúpidos e innecesarios", se dijo a si mismo.
__No es necesario fingir nada, ya le dije...
__Hablame por mi nombre, así como le hablas a tu servicio, ¿desde cuándo te tutean?, es una violación al protocolo que te llamen por tu nombre, por qué si no lo sabes eres una princesa.
Alejandro seguía comportándose raro y Melanie estaba más que confundida.
Melanie no le respondió entró al baño y se cambió de ropa, tomó una almohada, su cobija y se acomodó en el mullido sofá.
__Ven a la cama, yo dormiré en el sofá.__Le insistió el príncipe.__No hubo respuesta.
Melanie se quedó completamente dormida, Alejandro la veía , con el entrecejo arrugado y con mil pensamientos revoloteando en su cerebro.
"Es muy bonita, es normal que cualquiera que la vea la quiera, ¡que labios, son tan...!.
"¿Que se supone que haga?, eres muy buena para mí y no te amo, ¿cómo voy a sobrevivir en este falsedad si Cecilia es a quién le dí mi corazón?.
Todas esas preguntas le picaban la mente, mientras veía a la hermosa Melanie dormir.
Gracias gracias gracias