La Apuesta De Angel

Estaban en la habitación en la casa de Ángel, las dos sentadas con las piernas cruzadas en la alfombra sobre el piso.

Ángel, con la energía que la caracterizaba, planeaba su próximo paso en esa apuesta, anotaba todo con lujo de detalles en una libreta que era como un diario íntimo, con el título "La apuesta de Ángel". Y con letra más chica " la caída de Leo".

Cada detalle estaba bien trazado: una escapada a una hacienda.Una noche bajo las estrellas, y ahi él tenía que sentir algo ¿no?.

-Algo se me ocurrirá luego para confundirlo aseguró, con una sonrisa pícara .Conozco cada rincón de la hacienda. Hare como que nos perdemos luego por el campo...

Celeste, sentada a su lado, sentía un nudo en el estómago. Su amiga no estaba razonando.

-Estás bien loca, ya me estás dando miedo, amiga.

Pero Ángel no se dejó intimidar. Sus ojos brillaban con entusiasmo.

-Tú también vienes -le dijo, con un guiño cómplice-. Y Enzo… también lo invitaremos.

El nombre de Enzo resonó en el corazón de Celeste. Él con su mirada profunda,su sonrisa misteriosa ,algo en ese hombre la atraía y la desconcertaba.

-¿Cómo crees que va a aceptar ir de paseo contigo? Exclamó Celeste, tratando de disimular el nerviosismo que le causaba estar cerca otra vez de él, solo con pensarlo sentía mariposas en su estómago.

-Le diré que, como agradecimiento por haberme ayudado con mi tobillo ese día en la plaza. Que quiero invitarlo a un día de campo. ¡Luego tú… en algún momento te sentirás mal y le pedirás a Enzo que te traiga de regreso. Sabrás cómo le haces, pero yo me perderé en el campo, Y tú te llevarás al amigo con la excusa que inventes ja, ja, ja!

Pero nos dejas solos ¿si?

Celeste- "La idea de quedarse a solas con Enzo,la asustaba y la emocionaba todo a la vez".

-Ahora si lo afirmó,estás completamente loca —dijo nerviosa. -Yo no puedo, amiga… Con Enzo… No entiendo a ese chico. Me pone nerviosa. Me mira, me evita… ¿Cómo esperas que me haga caso?

Ángel la observó con una mezcla de sorpresa y picardía.

-A ver, a ver… ¿Te gusta Enzo,amiga?

El rostro de ella se puso rojo por la timidez. Negó con la cabeza.

-¡No! ¡Estás delirando. Es guapo, sí, lindo… pero no, ni de broma.

Ángel la miro con desconfianza, dudando .Sabía que Celeste ocultaba algo, pero le daría tiempo a su amiga ,sabía que era tímida y le costaba expresar sus sentimientos.

Ángel -¿Me vas a ayudar o no?

Celeste suspiró. Sabía que no podía negarle nada a su amiga. La lealtad hacia Ángel era un lazo demasiado fuerte para romperlo, aunque eso implicará perderlo todo luego ella misma. Respondió:

-Ay, Dios mío, ayúdame!… ¡Ok, ok, amiga! ¡Manos a la obra!...

Ángel había conseguido el número del celular de Leo, porque se lo había pedido a su amigo Apolo con la excusa de que para agradecerle por la ayuda el otro día en la plaza cuando tuvo el accidente, así que ahí no más le dió sin mucha pregunta.

Sin pensarlo más le envío un mensaje.

"Hola Leo! Soy Ángel, que te parece si para agradecerte la ayuda del otro día en la plaza, te invito a un día de campo, ¿qué dices?... ¡con la mejor con las ondas!

¡Me olvidaba! Trae a Enzo contigo.

Besos 🙂 Te envío ubicación.

Del otro lado suena el celular mientras Leo y Drago estaban trabajando en la oficina.

Drago estaba muy contento con su sobrino, estaba aprendiendo mucho, le ponía ganas , era muy bueno en lo que hacía. Había costado un poco que deje las salidas nocturnas, y el alcohol ( las mujeres eran otro tema).

Pero estaba logrando Drago mucho de a poco con él.

La semana próxima era el cumpleaños 26 de Leo, ya Cata lo sabía así que estaba planeando una fiesta en la Mansión.

Leo agarró su celular cuando sonó y lo leyó, sonrió.

Drago lo miró con curiosidad y exclamó:

- Sobrino cuando yo hice ese gesto en mi cara y esa sonrisa era porque la chica en cuestión me había robado el corazón, y acá me ven, casadísimo y enamorado como un loco todos los días.

Leo: Tío que decís, nada que ver, solo es una invitación para mañana ir al campo, con Enzo también.

Drago respondió - Como digas sobrino, pero está conversación la volveremos a tener más adelante. Con el tiempo lo veremos.

Leo se levantó riendo, se despidió de su tío porque ya habían terminado el trabajo.

Cerró la puerta de la oficina, miró su celular y respondió.

"Ok nena, ahí estaremos"

¡Nos vemos mañana!

Leo sonrió, que más daba, les vendría bien un día en el campo para despejarse un poco, era como pasar un día con unas primitas pequeñas ¿no?.

¡Ángel cuando leyó el mensaje salto de alegría!

"Hay ahora Leo Mancini, viene la segunda puesta en escena"...

"Solo que el destino a veces tiene planes diferentes, y uno puede caer en su propio juego".