El poderoso y despiadado CEO Daemon Rivadeneira, obligado por su familia, lanza un concurso para encontrar una esposa.
Muchas jóvenes de todo el país se suman a esta competencia. Quién ganará el corazón de nuestro despiadado CEO?
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Capítulo 5
Después de su cambio de look, salieron hacia el internado de Joshua. Nicole quería explicarle a su hermanito que no iba a poder estar disponible por un tiempo.
Cuando llegaron al internado, la directora las recibió en la oficina y le explicó la situación. La directora era muy estricta y apegada a las normas, sin embargo hizo una excepción con Nicole y mandó traer a Joshua para que se despidieran.
Joshua al ver a Nicole, empezó a correr hacia ella y le dió un abrazo muy fuerte.
- Hermana, que bueno que viniste, te he estañado tanto. - dijo el niño y no soltaba a Nicole.
- Oh Joshua, yo también te he extrañado. Cómo vas en el internado?- preguntó la chica.
El sueño de Joshua era ser astrofísico. Era bastante inteligente y tenía un IQ por encima del promedio. Nicole sabía que con el talento de su hermano tenerlo en ese internado desperdiciaba un poco su potencial. Pero nunca había tenido los medios para apoyarlo en su sueño. El niño iba 2 años adelantado al resto de los niños de su edad.
- Muy bien, pero a veces me aburro en clase. Sobre todo en matemáticas, a veces vemos cosas tan básicas. - dijo el chico.
- Lo sé, esa es una de las razones por las que he venido. Tengo una noticia. Me han seleccionado para un realilty show y debo permanecer en una isla durante todo el tiempo que dure concursando, puede ser que me descarten rápido o puede ser que tarden. De cualquier manera me pagarán $10 mil dólares al mes mientras esté en el concurso y eso me ayudará a poder pagarte un curso en la NASA en verano. - dijo Nicole contenta. Ella no quería decirle de que trataba el concurso. Sabía que su hermano no podría ver la televisión.
- En verdad? Nikki eres la mejor. - el rostro del niño se iluminó y la abrazó de nuevo.
- Mientras esté fuera le pediré a Rebeca que esté al pendiente de tí. Tienes su teléfono por si necesitas algo? Preguntó Nicole y el chico negó con la cabeza.
Nicole anotó en un papel el número de teléfono de Rebeca. No lo pierdas, no podrás contactarme a mí si necesitas algo.
- Está bien hermana. Espero que ganes el concurso. - dijo Joshua contento. Nicole pensó, ojalá que no, desde el incidente del estacionamiento Daemon no le caía bien.
- Espero que te sigas portando bien chaparro, mientras no estoy. - dijo Nicole alborotando los cabellos del niño.
- Hey me despeinas. No te preocupes, se comportarme y cuidarme solo. - Joshua le dió un último abrazo a su hermana y ambos se despidieron.
Joshua salió de la dirección y Nicole se despidió de la directora.
Después fue a su casa para completar los últimos detalles. Subió a la habitación que le rentaba a su amiga Rebeca y tocó la puerta.
- Hola Rebe. No te he visto en todo el día. - dijo Nicole.
- Lo sé amiga. Me imaginé que estaba muy ocupada. Por cierto te ves preciosa. Te hiciste algo en el cabello?. - preguntó Rebeca.
- Si, Paula me llevó a un salón de belleza para hacerme un cambio de look. Oye necesito pedirte un enorme favor. - le dijo Nicole.
- Por supuesto Nikki. Lo que necesites. - afirmó su amiga .
- Necesito que estés al pendiente de Joshua, no podré salir de la isla a menos que me descarten. También necesito que me ayudes con el mantenimiento de la casa. - pidió Nicole.
- Por supuesto nena. Lo habría hecho aunque no me lo hubieras pedido. Cielos, te voy a extrañar mucho amiga. - Rebeca abrazó a su amiga.
- Y yo te extrañaré a ti.
- No regreses si no es con una sortija en la mano.- bromeó Rebeca.
- Claro que no, sabes que sólo voy por el dinero. Además ya investigué y el imbécil que nos robó el estacionamiento es Daemon Rivadeneira. - le dijo Nicole.
- De verdad? No lo reconocí. A lo mejor no lo ví bien. Y ya hiciste tus maletas? - Preguntó Rebeca.
- En eso estaba hace rato, pero aún no termino.
- Ok, voy a ayudarte para que lo hagas rápido. Debes dormir temprano para que tengas un sueño embellecedor. Mañana conocerás a tu futuro marido. - dijo Rebeca en forma de burla.
Nicole no dijo nada, sólo le dedicó una mirada hostil. Rebeca se echó a reír. Ambas bajaron a terminar las maletas. Al final ya cansadas, se despidieron y cada una se fue a su habitación a dormir.
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Al día siguiente Nicole se levantó temprano, desayunó algo rápido y se preparó para irse. Cuando iba subiendo su maleta al auto, llegó su amigo Pablo.
Nicole tenía muchos años enamorada de Pablo, pero ese era un amor no correspondido. Pablo llevaba años saliendo con una doctora, incluso le había dicho a Nicole que tenía planes de pedirle matrimonio. Esa era otra razón de Nicole para aceptar ir al concurso.
- Nikki, vas a salir de viaje? - preguntó Pablo sorprendido.
- Si, algo así. Voy a una Isla.- dijo ella apenada, no le había avisado que iba a estar fuera.
- Tú sola? Cuánto tiempo vas a estar lejos? - preguntó el chico.
- Pues no sé cuánto tiempo me tome. Rebeca te contará después, yo ya debo irme, se me hace tarde. - Nicole se acercó para despedirse de su amigo.
Él la tomó por sorpresa de la cintura y se acercó mucho a ella. Y la abrazó.
- Sucede algo Pablo? - preguntó Nicole sorprendida por lo acababa de pasar.
- Terminé con Clara. No quiero entretenerte, sé que tienes prisa. Hablaremos cuando regreses de tu viaje. - dijo Pablo seguro.
Nicole empezó a dudar sobre si ir o no a la Isla, estaba claro que Pablo la necesitaba. Pero volvió a pensar que ella necesitaba el dinero. Maldición, justo cuando Pablo está a libre, ella no iba a estar. No podía ser peor su suerte?
- Me encantaría quedarme a hablar contigo, pero... me están esperando en un lugar. - dijo Nicole apenada.
- Si, lo sé, no te preocupes. Hablaremos pronto. Te quiero Nikki. - soltó de pronto Pablo.
Nicole volvió a dudar. En eso salió Rebeca y comenzó a hablar.
- Nicole, aún no te vas? Es muy tarde, te están esperando. - apremió Rebeca.
- Si ya me voy. - dijo Nicole y volteó a ver con cara de pena a Pablo.
Pablo asintió con la cabeza y se despidió de ella. Le ayudó a abrir la puerta y Nicole se subió a su automóvil.
A lo lejos vio como Rebeca y Pablo se despedían.