Juro Nunca Amarte

Ya era domingo de la mañana siguiente, cada hora, minuto y segundo me la pasé recordando mi primera ves junto a Daniel mientras me rebolcaba en mi cama de felicidad.

¡Santo Dios había tenido sexo!, fue la sensación más linda del mundo y no me arrepiento. Fue tal y como me lo había imaginado. Me trató con mucha gentileza.

Entregarme al chico que amo es una demostración de amor mutuo y estoy segura que su amor por mi es verdadero.

Toda la mañana lo estuve llamando pero no Contestó e eso me puso un poco ansiosa.

Después del almuerzo volví a marcarle y por fin respondió y mi corazón saltó de emoción.

"Hola katt, ¿qué deseas?"

"Hola, te llamo porque quiero invitarte al cine".

"Lo siento estoy muy ocupado con mi entrenamiento".

"Mmmm entiendo"

Mi sonrisa se desvaneció justo cuando colgó la llamada. Me levanté y caminé hacia mi enorme espejo en forma de corazón, y me animé mientras veía mi reflejo.

"¡No estés triste Katty, tendrás toda una vida para pasarlo junto a tu gotita de miel, ahora debes de apoyarlo para que gane la competencia".

Con toda la positividad del mundo, cogí mi teléfono y mi bolso y me dirigí al centro para comprarme mucha ropa bonita y maquillaje, quería darle una sorpresa a Daniel el dia de mañana. Mi emoción crecía a medida que pensaba en el, estaba tan ansiosa de que el bendito Lunes llegara.

El sol radiante se filtró por un espacio de las cortinas al tiempo que mi despertador sonaba.

Eran las 7 en punto de la mañana. Me di unas palmaditas en la mejilla para despertarme y luego apagué la alarma, sin demoras me puse en pie y caminé hacia la ducha. Después de mi rutina diaria me puse el vestido que compré ayer, los lunes podíamos asistir sin uniforme y quise lucir muy hermosa para mi hombre, de sólo imaginar su cara mi corazón latía muy rápido.

Viendo un tutorial de maquillaje ligero en Youtube, me puse un gel humectante, un poco de base, luego intenté hacerme un delineado de gato, pero fracasé, las lineas que me hice fueron como cerros, después de varios intentos y de casi terminar mi agua desmaquillante, logré hacerme un lindo delineado, no muy pronunciado, luego me puse unas sombras de color rosa, me ricé las pestañas para luego ponerme la máscara de pestañas, me puse un poco de polvo en el rostro y cuello y para cerrar me puse un labial rosa mate. Luego me me hice unas ondas en el cabello y me puse un diadema de flores.

"Casi lo olvido, los lentes de contacto que mamá me compró"

Cogí los lentes color gris de una gabeta, y me los introduje con mucha delicadeza. Mi madre siempre me insistía en que los use, para verme mucho mas sofisticada, pero a mi jamás me importó. Solo lo usé una vez, en mi fiesta de 15 años.

Miré el resultado en el espejo.

¡Santo cielo estaba hermosa, nada mal!

Miré el reloj de pared y marcaba las 7:45, tenía sólo 15 minutos para llegar a la prepa. Cogí mis cosas y bajé a toda prisa con mis tacos de apenas número 3.

Entré al comedor para beber al hilo un vaso de jugo, cuando me di cuenta que mis padres estaban anonadados sosteniendo sus cubiertos mientras abrían la boca con sopresa, que podía ver hasta su comida.

"Buenos días papis".

"Hija, estas hermosa" dijo mi madre, "siempre debes de arreglarte asi". Pude ver el brillo en sus ojos llenando su rostro de orgullo.

"Estas preciosa Hija, ¿sucede algo en especial?" Dijo mi padre mientras fruncia el ceño..

"Nada en especial, sólo tenemos una pequeña confraternidad después de clases y quise lucir muy linda". Mentí y me bebí mi jugo de fresa con leche a prisa.

Guardé el vaso y giré para irme.

"Nos vemos los amo".

"Hija, tienes que comer" escuche a mi madre gritar al cruzar el comedor.

"Comeré de camino, estoy muy tarde".

Salí casi volando y me subí al taxi, después de dejarme en la entrada, varios chicos se quedaron mirándome como si fuera un bicho raro.

"Que preciosura, ¿quién será?"

Sentí ruborizarme, quisieron acercarse pero yo huí acelerando mis pasos evadiendo las miradas de los chicos. Al cruzar el gran jardín, vi a Daniel junto a sus amigos. Mi corazón bombeó más sangre de lo normal sintiéndome extremadamente nerviosa. Saqué una pequeña caja de mi mochila y empecé a caminar en su dirección sosteniendo con fuerza su regalo.

"Jajaja ¿en serio?, ¿ la muy boba cayó a si de fácil?".

Dijo Frank con una sonrisa divertida.

"Cayó facilita, esa niña si que es muy ingénua, hasta se emocionó por un pastel que compré".

"¡Tu si papá! mis respetos campeón, aquí tienes tus 100 dólares de la apuesta".

Agregó Pol, mientras sacaba su billetera.

"¡No!, como le vas a dar así de fácil pues Pol, ¿Cómo sabemos que no nos está mintiendo?".

"Tienes razón, mejor muéstranos el video para creerte".

Daniel con una sonrisa de triunfo sacó su teléfono y reprodució el vídeo.

"Hay que rico, si que eres un semental Bro, con tremenda escena ya me dieron ganas tambien".

Agregó Frank mientras se mordía sus labios con lujuria.

Mi caja de regalo cayó al piso por la conmoción, nadie se había dado cuenta que llevaba un buen rato justo detrás de ellos, lo había escuchado absolutamente todo.