Soy "Jessica Sinclair" , ese es mi nombre a diferencia de lo que todos creen, no soy la hija mimada , ni la princesa de papá , es todo lo contrario, a pesar de ser la hija biológica parezco más la adoptada y en esta trama no sólo soy yo, también está él, Edward Jones y no menos importante ,Sara Sinclair _mi pequeña hermana adoptada.
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Mi pequeña flor
Ver a Jessica desenvolviéndose de esa manera me pareció divertido, sí, pero la palabra se quedaba corta.
Era más bien una mezcla intoxicante de alivio, admiración y una furia silenciosa que me quemaba las entrañas.
Ella se movía con una gracia única, cada palabra era calculada para dar un golpe en el ego del tonto de Edward. Noté cómo se burlaba de él, cómo lo humillaba con esa dulzura peligrosa, y sentí una oleada de orgullo. La Jessica Sinclair que tenía enfrente no era la misma, ya no era la víctima asustada y crédula que conocí en mi vida anterior.
Pero no podía hacerle saber que ya nos conocíamos, no de la forma en que ella pensaba.
La vez anterior... llegué demasiado tarde. Había pospuesto tantas veces reunirme con mi abuelo después de este día, pero cuando mi abuelo me llamó para hablar de negocios y reunirnos solo con Edward ,debía haber previsto que su ausencia indicaba algo malo ,y así fue, ya que ese fue el día en el que el y su zorra manipularon los frenos del auto de Jess.
La perdí por confiado, por creer que mis planes eran infalibles y que ella estaba segura al lado del hombre que yo creía era alguien que no entraba a mis ligas.
Esta vez, la historia no se repetiría.
Observarla ahora, tan concentrada me hizo saber que planeaba algo, me daba una visión clara de su mente brillante, la que Edward nunca se molestó en valorar.
Quería ver qué más tenía preparado, mi pequeña flor. Y mientras la veía lanzar ese dardo sobre la deuda oculta de Aethelred Tech, supe que estaba jugando a un nivel que yo no había previsto.
__¿ Ella también recordaba ?
No entendía qué había pasado exactamente. Si yo había vuelto, ¿por qué ella no me reconocía? ¿Había borrado mis recuerdos? ¿O simplemente había vuelto a un punto en el que nuestra conexión todavía no existía? Poco importaba.
Estaba agradecido por esta nueva oportunidad. Una oportunidad que mi padre no paso por alto, ya que había notado desde el inicio mi atención hacia ella.
Nunca había mostrado interés por ninguna otra mujer. Para mi familia, las relaciones eran alianzas, expansiones de poder. Pero mi corazón siempre había pertenecido a una sola persona, y siempre había sido porque la esperaba a ella.
En la vida pasada, fui su protector en las sombras, el hombre que descubrió la verdad de la traición de Edward demasiado tarde. Intenté sacarla de esa vida, pero su corazón era obstinado, fiel al hombre que la destrozó. Cuando murió, sentí una agonía que rebasó el dolor de mi propia muerte.
Sí, yo también Volví.
Volví con la certeza de que mi propósito no era solo heredar la fortuna Jones, ya que siempre había desestimado heredarla, pero ahora las cosas cambiarían, el me la había quitado , ahora yo le quitaría a él y al miserable de su padre lo que tanto anhelaba y está vez iba a asegurar la felicidad de Jessica.
Mi padre, con su agudeza de lince, lo había notado.
Mi frialdad hacia las alianzas. Había visto mi reacción al enterarme de su compromiso con Edward. Pero es demasiado pronto para decirle lo que sé. Mi padre es un hombre de lógica y hechos; esta verdad es demasiado fantástica para él.
Pero muchas cosas cambiarán a partir de hoy. La primera y más importante es que Jessica Sinclair en esta vida sera realmente feliz. Y de eso me encargo yo.
Mi plan ya estaba trazado era simple: Destruir a los bastardos y quedarme con Jessica.
Observé la interacción entre ella y Edward. El asco en sus ojos, el desprecio sutil en su sonrisa. Era una maravilla de contención. Ella había aprendido. Y eso me daba una ventaja. Ya no tenía que convencerla de la naturaleza de Edward; ella ya lo sabía. Ahora, solo tenía que guiarla, manipular las situaciones para que ella obtuviera la justicia que merecía y me encargaría de que tuviera éxito sin que ella se ensuciara las manos más de lo necesario.
La información de Aethelred Tech. Fue un movimiento brillante. Una muestra de poder y una declaración de que ella era más valiosa que Edward. Mi abuelo, Liam, es un hombre de números; esa revelación lo pondrá al tanto sobre la incompetencia de su nieto.
Edward, el idiota, se acercó a ella. Lo oí susurrar: "Jessica, no sé de qué hablas".
Me enfoqué en la conversación del Abuelo Liam para que no sospecharan mi interés, pero mis ojos la seguían. El Abuelo Liam ha estado pidiendo informes sobre Edward, sobre su rendimiento. Mi padre y yo le hemos estado alimentando información sobre el rendimiento superior de nuestras empresas en comparación con las suyas. Es una guerra lenta, pero constante de la que esté no sabe nada.
Cuando Jessica le dijo a Edward que lo acompañaría "hasta que consigas todo lo que quieres", su voz era una melodía de doble sentido. Edward lo tomó como lealtad; yo lo tomé como una promesa de su caída.
Le guiñé un ojo, un riesgo calculado, un pequeño reconocimiento que quería ver si ella registraba. Lo hizo. Pude ver el ligero quiebre en su concentración. Estaba jugando con fuego, pero este era mi juego, y ella era la única que me importaba.
La reunión se prolongó más de lo debido. Mi padre y el Abuelo Liam discutían la reestructuración del consejo, un movimiento que diluiría el poder de Matthew.
Edward, por su parte, se quedó a un lado, patético y celoso, incapaz de contribuir.
Yo aproveché el momento. Cuando el Abuelo Liam mencionó que necesitaban un experto en reestructúración legal para analizar la deuda oculta que Jessica había revelado, levanté mi mano.
—Abuelo Liam, permítame encargarme de eso. La información de Jessica es crítica. Puedo poner a mi equipo legal a trabajar de inmediato. Pero, para asegurar la máxima precisión, necesitaría sería bueno que la propia Jessica se reúna con ellos. Ya que ella conoce la fuente de su información.
Edward frunció el ceño. —¡No es necesario! Yo puedo...
—Tú has demostrado no saber nada, Edward —lo cortó mi padre, con una frialdad brutal. Skylar estaba ahora completamente de mi lado, interesado en Jessica, más por mi , que por la dichosa información.
El Abuelo Liam asintió, su mirada fija en mí, y luego en Jessica.
—Muy bien. Jessica, ¿estarías dispuesta a ayudar a Ethan con esto? Es de suma importancia mi niña y sabes que te estaría infinitamente agradecido, solo si tu quieres.
Jessica me miró, y vi la chispa de la victoria en sus ojos. Le había dado una excusa legítima para salir de la sombra de Edward y entrar en la mía.
—Sería un honor, Abuelo Liam, gracias por la confianza. Me encantaría ayudar al Señor Ethan —respondió, su voz profesional y su sonrisa, perfectamente falsa.
Me levanté, caminando hacia ella. Mi altura la obligó a levantar un poco la barbilla, y vi el ligero temblor de su labio.
—Perfecto, Jessica. Intercambiemos información de contacto ahora. De esta manera, podemos iniciar el proceso inmediatamente. Cuanto antes tengamos los datos, antes podré presentar los resultados a tu abuelo.
Edward se acercó, tratando de interponerse. —Yo puedo darle tu número, Jess.
—No es necesario, Edward —dije, sin apartar mis ojos de Jessica. Mi mano rozó la de ella levemente, mientras le entregaba mi tarjeta personal—. Es una cuestión de negocios delicados. La comunicación directa es la clave para la eficiencia.
Sentí el escalofrío de la electricidad. Ella sintió el contacto, estoy seguro. Lo vi en la forma en que su respiración se detuvo por un instante. Guardó mi tarjeta, sus dedos cálidos.
Mientras Edward se quedaba atrás, quejándose con su abuelo sobre la "intromisión" nuestra, me acerqué a la ventana, esperando a que Skylar terminara su conversación. La luz del atardecer caía sobre los jardines de la Mansión Jones.
Mi pequeña flor. En la vida pasada, me enamoré de su inocencia, de su bondad ingenua. Ahora, me estaba enamorando de su fuego, de su inteligencia.
Ethan Jones no era un hombre de paciencia, pero por ella, esperaría. La había perdido una vez por mi arrogancia y mi retraso. Esta vez, la guiaría en su camino, asegurándome de que cada golpe que diera a Edward y su padre la liberara, en lugar de consumirla.
Ella piensa que su única misión es hacer justicia. Pero mi misión es diferente.
Mi misión es desmantelar el imperio Jones de Mathew y usarlo como el asiento del poder para construir la vida que Jessica realmente merece.
Una vida donde ella no tenga que fingir, donde no tenga que disculparse por ser brillante o por ser ella misma.
Miré por encima de mi hombro y la vi. Estaba de pie cerca de una columna, observándome con una intensidad cautelosa. Había notado mi doble guiño, mi contacto deliberado, mi protección descarada de su información.
Ella era la víctima que se había levantado de entre los muertos. Yo era su ángel guardián, también renacido.
Pronto, Jessica. Pronto sabrás la verdad.
La venganza es un plato que se sirve frío, pero la redención es un plato que se sirve con tiempo, y esta vez, el tiempo estaba de nuestro lado.