Mi Vida, En Una Flor?

Desperté lentamente pero no podía ver nada, mis manos estaban atadas y no sentía el piso. Más que estar preocupada por mi lo estaba por la gente del pueblo y por Adam a menos que el estuviera tras esto también.

-Que pena, ya te has despertado. Quería seguir admirando ese bello rostro doblegado ante mi. -Su voz era sarcástica,maliciosa, así como imperceptible, no sabía si era un hombre o una mujer y sin verle me era más difícil la situación ya que no sentía mis brazaletes.

-Te recomiendo no moverme ya que ... bueno, estás en el aire, para ser más específicos en medio de las flores y sabes muy bien que nadie sabe lo que alberga, podrías salir tranquilamente nadando o ser devorada por alguna feroz criatura marina. -el punto medio de las flores en el océano era desconocido,nadie se acercaba porque dejaba inconscientes a las personas así que no se sabía lo que ocultaban esas aguas pero no podíamos estar allí dado que yo estaba consciente, algo no me cuadraba.

-Si estamos donde dices porque estoy despierta?, que vas a ganar con eso aparte de mi reino?, dímelo antes de tener una muerte segura por ahogamiento.

-Si que eres lista pero estamos en el punto medio solo que a unos 100 metros antes para poder, claro, si su "princesa" quiere, hacer un trato. -Yo no hacía tratos con nadie que no fuera de mi reino.

-Que es lo que quieres a cambio de hacer que cosa?, Por el inicio ya se que mi reino pero yo que obtengo si no es la muerte? Porque no tengo ganas de servirte seas quien seas.

- Es tan sencillo, solo debes irte y ceder tu trono a tus flores más cercanas. No es tan difícil, incluso si quieres te puedes quedar en el pueblo pero vas a tener que obedecer órdenes las que tú sueles dar por el momento.

-Lamento informarte astuto intruso enmascarado que el pueblo adora a su actual princesa y que ella no va a ceder su trono a cualquier maleante así que libera a la princesa y traerla a mi lado o prepárate para tu fin. -David no era tan bueno con la espada pero su magia y el combate cuerpo a cuerpo eran su mayor ventaja.

-El gran genio ha venido a rescatar a la "bastarda", que romántico pero yo no nací para el romance. Mi educación siempre fue para ganar y ser mejor que cualquiera. Por ahora me retiro pero créanme cuando digo que es solo el comienzo.

Sentí como caía tras haber dejado la silla y mis ojos coral dislumbraron el primer rayo de sol mientras David me atrapaba.

-Se veía más con porte de hombre o mujer?

-Lamento decir que no se diferenciaba, era como ver una sombra sin forma concreta y la voz tampoco nos dice mucho. Aparte no sabemos si entro con magia o caminando, las cámaras del reino dejaron de funcionar cuando las flechas cayeron.

-Viste si Adam seguía en el comedor?

-Si, es el primer lugar donde fui tras despertar y vi a todos menos a usted pero lo que no entendí es el porque solo ataron de pies y manos a Adam si el no representa peligro alguno. Es como cualquier aldeano, por no decir que esta escaso de magia así como usted princesa.

Si el no había sido entonces el peligro nos acechaba y todos podían estar en mi contra.

Tras llegar al palacio vimos que las doncellas corrían al comedor, sacaban cuencos y metías otros los cuales salpicaban agua.

David y yo corrimos para ver qué Lizzi vomitaba sangre, no paraba así que nos acercamos más pero Martha no me dejó acercarme y menos a David.

-Princesa Violet, lo siento mucho pero infectaron a Lizzi. Esta en la etapa final, no quiere que la vea así ni contagiarla. -Lizzi me había ayudado y acompañado durante todo esté tiempo, me sentí inútil,impotente por no poder ayudarla y aunque aventé a Martha fue David quien me sostuvo de la cintura y me saco del comedor para no infectarme.

-Lo siento mucho Violet pero debemos respetar su último deseo. Recuerda todo lo bueno que pasaron juntas y desahogate. -Mis lagrimas bajaban por mis mejillas de porcelana mientras nos desplomabamos en el piso y un calor inexplicable salía por cada poro de mi cuerpo.

Adam bajo cuando el sol ya estaba en lo alto. David y yo seguíamos afuera del comedor cuando abrieron las puertas. Lizzi nos había dejado, su piel estaba negra y su cabello dorado ya no estaba más en su cabeza. La habían colocado en una sábana para no tocarla directamente y fue así como la introdujimos en el ataúd de vidrio para llevarla al pétalo donde descansan los fallecidos.

Solo se aviso al sacerdote ya que era huérfana, su familia éramos nosotros así que procedimos sin alertar a nadie porque una muerte en el reino significaba mal por venir para quien gobernará en ese momento. Adam y David iban detrás de mi portando trajes blancos como se suele llevar cuando alguien fallece.

Una vez en el pétalo de los fallecidos podíamos ver cómo las flores de los antiguos fallecidos se habían marchitado pero sabía que sus espíritus ya nos cuidaban desde Floradia.

-Gente de cerezo. Nos reunimos hoy para darle descanso y una nueva vida a la doncella Lizzi quien cumplió con su deber hasta el último día. Será recordada con amor porque ella también lo brindo a todo aquel que la conoció. Su partida no es el adiós porque así como el sol surge cada mañana ella también lo hará cuando menos lo esperemos. Buen descanso y gracias por dejarnos compartir tu tiempo que estuviste con nosotros. -El ataúd no fue abierto como suele hacerse así que dejamos que el suelo comenzará el descenso y arrojamos los pañuelos blancos para que cuando ascendiera lo hiciera como ese hermoso ser de luz que solia brindamos felicidad.

-Princesa Violet. Pe.pe. Pero que ha pasado?, porque están vestidos de blanco y el palacio está desavitado? - quería contarle todo a Lorelei pero vi que usaba mi brazalete, no había tenido tiempo de decirle a David que me diera o hiciera otros porque me importaba más la situación de Lizzi.

-De donde sacaste ese brazalete Lorelei, es muy bonito. -Fijo sus ojos blancos con rojo en su brazo y dijo que el príncipe Billy se lo había regalado. Que le comento de la gran habilidad de sus joyeros y bueno, esa era la obra que habían creado.

-Es una maravilla pero porque no vamos al palacio y me cuentas más sobre esa joya tan interesante. -Los ojos de ella brillaban con mucho entusiasmo y me agarró del brazo como solía hacer siempre pero debía averiguar si era el mío o Billy lo había replicado y si era así quizás el fuera el enmascarado.