Valeria toma la decisión de ser una joven mantenida por un hombre mayor,sin imaginar que esto le costara más de lo que ella se imagina. Luego de conocer a Álvaro Ramirez todos sus sueños se cumplen, pero todo se acaba por una mentira creando en ella una ambición sin fin que la llevará a un destino incierto.
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capitulo 4.
Dos semanas pasan igual, trabajando hasta el cansancio, una tarde en uno de mis descansos salgo al parque de enfrente para comer un sándwich mientras veo a las personas caminar de aquí para allá. En un momento me quedo mirando ese pedazo de pan entre mis manos preguntándome por qué la vida es tan dura con algunos mientras para otros todo es tan fácil cuando al frente de mí veo unos zapatos lujosos.
Levanto la mirada apresurada y ahí estaba el parado junto a mí con su mirada revisándome de arriba abajo. - ¿Valeria?
Me levanto intentando acomodar mi ropa, llevo puesto el delantal de la tienda y me avergüenzo a más no poder. - Señor tanto tiempo.. Como está usted.
- He estado bien, me sorprendió que no me llamarás y ahora te veo aquí llorando en público.
- Yo no... Espere como que llamarlo.
- Te dejé mi tarjeta adentro de la charola, pensé que la verías al desayunar.
Ese día estaba tan confundida y adolorida por todo que ni siquiera revise la charola. ¿Eso significa que si le guste a este hombre?
- Eso quiere decir que esperaba que lo llamará de regreso.
- Pensé que te estabas haciendo la difícil o que habías considerado que no fui bueno en la cama como para repetir.
- Yo jamás pensaría eso o haría tal cosa, no abrí la charola y es por eso que no vi su tarjeta. Pensé que usted era el que no me considero lo suficiente buena como para volver a verme.
- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Trabajo justo en frente. Usted que está haciendo por estos lados.
- Vine a ver a un amigo, su compañía es justo la de ese edificio.
Mi mirada viaja a través de la calle encontrando un gran edificio con más de 70 pisos de alto. Claro que alguien como él no estaría por estos lados sin un propósito, pero porque justo ahora que parezco una pordiosera me lo tenía que encontrar.
- Supongo que está muy ocupado así que no le voy a quitar más el tiempo.
- Espera Valeria, te gustaría vernos otra vez.
- Sí... Claro que si quiero.
- Ja ja genial. Esta noche te queda bien.
- Por supuesto.
- Mandaré a mi chofer a buscarte...
- ¡NO! Usted dígame a donde nos vemos y yo llego por mi cuenta.
- Bueno si así quieres, puedes venir a mi apartamento aquí está la dirección. Si se te complica llegar llámame y mandaré a alguien a buscarte. Valeria esta vez no pierdas mi tarjeta.
La tomo y la llevo a mi boca dándole un pequeño beso para luego acurrucarla en mi pecho. - Nunca más.
Logró ver una pequeña mueca de agrado en sus labios antes de marcharse, mientras yo aguanto con todas mis fuerzas las ganas de gritar por la felicidad que siento en este momento.
Tomo mi bolso y vuelco al trabajo, aunque ya no pude volver a concentrarme en lo que quedaba del día. Me la pase viendo el reloj esperando que los minutos pasarán lo más rápido posible. ¿Qué voy a usar está noche? No tengo nada lindo que lucir para mi galán.
Antes de irme le pido un adelanto a mi jefe y aunque no se ve nada feliz me da algo, no es mucho, pero es mejor que nada. Salgo ilusionada y paseo por todas las tiendas de segunda mano intentando encontrar esa joya oculta a buen precio. Luego de 2 horas por fin doy con algo bueno.
Esta noche tengo que hacer que ese hombre me tome como su protegida, no quiero amor y mucho menos exclusividad lo único que necesito de él es su dinero y mientras esté dispuesto a dármelo será la mejor pareja para él.
Paso horas arreglándome lo mejor posible, que bueno que el regalo de mamá está en buenas condiciones. Necesito un abrigo que me cubra para no parecer una desesperada en el trasporte público, porque tomar un taxi es un lujo para mí. Tranquila Valeria todo terminar pronto, ya no más comida barata, ya no más cuentas vencidas y sin duda alguna ya no más trasporte público está noche voy a volver loco a Álvaro.
Me llegó 3 horas llegar porque claro que un hombre así tiene que vivir en la zona más exclusiva y recargada de la ciudad. Antes de pasar la puerta le hago una breve llamada, no quiero que la recepcionista me mande a volar antes de tiempo. Tampoco quiero crear un alboroto innecesario.
📱¿Hola?
📲 Álvaro soy Valeria y estoy abajo, en la puerta de la recepción.
📱Porque no subes.
📲 Tengo miedo de que no me dejen entrar.
La llamada sé contra mientras mi corazón se acelera a un ritmo alarmante. Poco después lo veo bajar con ropa casual, tan sensual.
- Valeria porque he quedas afuera.
- Yo no sabía si podía pasar así sin más.
Álvaro me toma de la mano y me lleva adentro, puedo sentir las miradas de las personas en nosotros, me siento tan diminuta que me escondo detrás de su espalda hasta llegar al ascensor.