Victoria Casani es una chica de 24 años con poca vida social, su día a día se basa en ir a la universidad y forjar su carrera a base de esfuerzo y dedicación, ella sueña con ser arquitecta, ella vive con sus padres Carmen que es de Asendencia Mexicana y Lorenzo que es Italiano, también con su hermano mayor Gabriele, viven en la hermosa ciudad de Florencia- Italia.
Leonard Loannou tiene 38 años, es un excelente decano de diseño arquitectónico y hace poco se unió a (Università degli Studi di Firenze, UNIFI) en Florencia, el es de origen Griego, pero decidió mudarse a este nuevo país, ya que le llegó una excelente oferta de esta universidad, a la que por mucho tiempo estuvo aplicando, pero hasta hace unas semanas se le dió la oportunidad gracias a su excelente perfil profesional.
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CAPITULO 16
VICTORIA CASANI
Abrí lentamente los ojos, me sentía bastante bien, hace mucho no dormía tan plácidamente, incluso no tuve esas pesadillas que me persiguen en todos mis sueños, comencé a moverme y en ese momento recordé donde me encontraba, y sobre quien estaba recostando mi cabeza, la levanté suavemente para observar el rostro de Leonard.
Él aún tenía sus ojos cerrados, acerqué mi mano suavemente a su rostro y retiré uno de sus cabellos que estaba sobre su frente.
- Te ves tan lindo así dormido -- se me escapó ese pensamiento de mi mente, y lo dije en voz alta.
- ¿En serio, solo así me veo lindo?-- habló y yo cubrí mi cara con la sábana.
- Me mentiste, te hiciste el dormido -- Lo reprendí.
- No lo hice, solo tenía los ojos cerrados, en ningún momento te dije que hablaras, lo hiciste por qué quisiste y no te aguantaste las ganas de decirme lo que ya sé -- comentó.
- Eres un narcisista -- dije y me quité la sábana para levantarme de la cama.
No alcancé a ponerme de pie, Leonard me tomó de los hombros y me acostó de nuevo, pero está vez él se hizo sobre mí, cubriendo mi cuerpo con el suyo.
- Vamos a ver si así dejas de ser una fiera-- dijo y yo comencé a moverme-- al parecer esto no es suficiente, ¿qué tal esto?-- dijo y acercó su rostro al mío-- sé que quieres que te bese, y con gusto lo voy a hacer--
- No seas ingenuo, solo una persona como tú, es capaz de asumir lo que otra quiere o desea, tú no sabes nada -- intenté apaciguar el momento siendo ruda, pero realmente moría por probar sus labios.
- Tu boca dice algo, pero tu cuerpo quiere otra cosa, y hay que entender las señales y cumplir con sus deseos-- finalmente acercó sus labios a los míos y me dejé llevar.
Besos suaves pero con experiencia, la suficiente para hacerme sentir que flotaba en el aire, subió su mano y suavemente la puso sobre mi cuello y oreja para profundizar más, su boca encajó a la perfección con la mía.
Tomé la iniciativa de acariciar su espalda hasta abrazarlo, pude sentir la tensión que ocasione en su cuerpo por mi tacto, pero aún así no nos detuvimos, el beso continuó hasta que sentí la dureza de su hombría rozando mi pierna, el se percató de mi asombro y se detuvo.
- Lo siento, creo que me emocioné de más -- hizo el comentario, se levantó y entró al baño dejándome sola en la habitación.
Poco tiempo después escuché el sonido de la ducha, era obvio que estaba tomando un baño, aproveché y me levanté, dejé la cama organizada y salí de su habitación, recogí mis cosas y las guardé en la mochila, me senté en el sofá y peiné mi cabello con los dedos, mientras Leonard salía del baño.
Mientras esperaba saqué mi celular para revisar si tenía mensajes, y milagrosamente no había ni uno... Escuché pasos acercándose a la sala, levanté la vista y era Leonard, se acercó y se sentó en el sofá.
- ¿por qué me miras así?-- pregunté al sentirme intimidada por su mirada penetrante.
- Es solo que tengo curiosidad -- dijo.
- ¿sobre que?-- indague.
- Sobre ti, quiero saber todo, si algún día quieres abrirte conmigo, puedes contarme lo que quieras, te prometo que no voy a juzgarte y si necesitas ayuda, aquí estoy para ti-- me dijo y sentí un calor en mi pecho.
- Gracias... Yo... tengo que admitir que me gustó mucho el beso que nos dimos, pero no creo que haya sido lo correcto, nosotros no....-- no me dijo finalizar lo que estaba diciendo.
- Solo sucedió, y así tenía que pasar, somos dos personas adultas independientemente de la diferencia de edad, no vamos a hablar de arrepentimientos-- enfatizó y me quedó claro.
- Lo siento, no me entendiste, no me arrepiento del beso, solo digo que no fue lo correcto, además no soy una experta en estos temas, no quiero comenzar a tener sentimientos por ti y después salir lastimada -- fui sincera, el se levantó de donde estaba y se hizo a mi lado.
- No pienses en eso, además fui yo el que inicio todo, y si lo hago es porque me gustas--
- Espero que me entiendas, es que realmente no se cómo procesar todo esto, fuiste con Aria al club, nos encontramos por coincidencia, pero si yo no hubiese estado ahí ¿que habría pasado entre ustedes?--
- Entiendo que dudes un poco, pero te prometo que yo fui allí con ella porque la novia de Carlo la invitó, pero ella y yo no tenemos absolutamente nada, incluso cuando tú te fuiste yo también me despedí de ellos y regresé a casa solo-- hizo énfasis en esta última palabra y yo sonreí.
- No tienes que darme explicaciones, pero gracias por decírmelo, aún así, creo que todo esto es muy repentino, y tengo muchas cosas con las que estoy lidiando--
- Vuelvo y te repito, aquí estoy para cuando necesites de mi ayuda, así sea solo para escucharte -- se acercó y me abrazó, luego junto su frente con la mia-- dame la oportunidad de conocerte-- dijo.
- Está bien, pero solo te voy a pedir algo --
- pídeme lo que quieras -- dijo sin dudarlo.
- No me lastimes, si sientes que algo está mal, que no estás cómodo, házmelo saber, creeme que no me voy a sentir mal, he vivido peores cosas y se que una desilusión amorosa no me va a destruir, pero si puedo evitar cualquier tipo de sufrimiento, sería mucho mejor -- el me miró y sonrió.
- No te voy a lastimar -- me aseguró.
volví a mirar la hora en mi reloj y ya iban a ser las 7 de la mañana, me levanté y tomé mi mochila.
- Ya es hora de irme, no quiero tener que dar explicaciones en mi casa-- le dije.
- Está bien, ve con cuidado, estaré vigilando tu camino a casa--
- No es necesario, son solo 4 casas de por medio-- le recordé.
- Así sea una sola, una vez que pongas un pie fuera de esta casa, pueden pasar muchas cosas, así que te voy a ver mientras llegas allá--
- Está bien, no voy a oponerme más, así que me voy-- dije, el se acercó y de nuevo me dió un beso, luego nos separamos y yo me fui a casa.
Mientras caminaba, cada tanto volteaba a verlo y tal como lo dijo allí estaba de pie observando mientras caminaba hacia mi casa, al llegar respire profundo antes de abrir, no estaba preparada para enfrentar cualquier cosa que me fueran a decir, pero no podria evitarlo, entré y para mí sorpresa la sala estaba en silencio y vacia, había mucho desorden, es como si hubiese pasado un huracán por la casa, me di cuenta que todos estaban dormidos, así que me escabulli a mi habitación antes de que alguien me viera.