En las calles grises de Londres, Jannia, una joven y ambiciosa empresaria, se encuentra sumida en un abismo de dolor y odio después de ser víctima de un brutal abuso por parte de desconocidos. Con su mundo derrumbado, Jannia jura vengarse de aquellos que la han destruido. Sin embargo, a medida que se adentra en su búsqueda de justicia, se encuentra con un camino inesperado: el amor. ¿Podrá Jannia encontrar la paz y el amor en medio de su sed de venganza, o las sombras de su pasado la consumirán por completo?
NovelToon tiene autorización de Xime avila para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 3: La Búsqueda de la Verdad
El pasillo del hospital parecía interminable para Hanna. Cada minuto que pasaba era una tortura silenciosa mientras aguardaba noticias sobre el estado de Jannia. La joven estaba en coma, su cuerpo debilitado por el trauma y el dolor. Las noticias no eran alentadoras; la situación era crítica y los médicos estaban trabajando con la mayor diligencia posible para estabilizarla.
La luz fría de los pasillos del hospital no hacía más que acentuar la desesperanza de Hanna. Los informes médicos que llegaban en intervalos breves no traían buenas noticias. Jannia había entrado en coma debido a su estado debilitado. El equipo médico había comenzado a realizar una serie de pruebas para determinar el alcance del daño y tratar de esclarecer lo que había sucedido.
Uno de los procedimientos más importantes era el análisis de sangre y pruebas del semen encontrado en el cuerpo de Jannia. Las pruebas eran esenciales para identificar a los posibles agresores y recolectar evidencia que pudiera ayudar en la investigación. Además, se tomaron muestras de las marcas en su cuerpo para determinar si había signos de agresión y correlacionarlos con los resultados de las pruebas.
En la sala de espera del hospital, Hanna se aferraba a cada palabra de los médicos, aunque la información que recibía parecía ser más de lo que podía soportar. La mente de Hanna estaba en un torbellino, preocupada no solo por la salud de su hermana, sino también por la búsqueda de justicia.
En el área de recepción, los agentes Ryan y Erick recibieron la noticia de que Yulian, el hombre que estaba en la fiesta con Jannia, también había sido encontrado y estaba en otro hospital cercano. La noticia llegó como un golpe inesperado. El caso estaba tomando una nueva dirección, y ahora había un nuevo testigo cuya información podría ser crucial.
—¿Sabemos cómo está Yulian? —preguntó Ryan, con una expresión de concentración mientras revisaba las notas que Erick había tomado.
—Está siendo atendido en el Hospital Saint Mary —respondió Erick, mostrando la información en su teléfono. —Parece que también está en estado de confusión, y su memoria de la noche es borrosa. Pero está haciendo preguntas desesperadas sobre Jannia.
—Necesitamos hablar con él lo antes posible —dijo Ryan. —Su testimonio podría ayudarnos a entender mejor lo que ocurrió y a identificar a los posibles responsables.
En el Hospital Saint Mary, Yulian estaba siendo tratado por las heridas que sufrió la noche anterior. A pesar de los esfuerzos del personal médico, su estado mental estaba tan alterado como su estado físico. Lloraba y gritaba, su preocupación por Jannia palpable. Su confusión y dolor eran evidentes, y cada vez que los médicos intentaban calmarlo, él seguía repitiendo el mismo nombre.
—¡¿Dónde está Jannia?! —su grito resonaba en los pasillos del hospital, llenos de desesperación.
Las enfermeras y médicos intentaron tranquilizarlo, explicándole que estaba en un hospital y que su situación estaba siendo atendida, pero él no podía dejar de preocuparse. La conexión entre él y Jannia estaba clara, pero los detalles de lo sucedido seguían siendo un misterio para todos.
En el Hospital General de Londres, donde Jannia estaba internada, la llegada de Liam, el mejor amigo de Jannia, causó un conmocionante revuelo. Entró corriendo, su rostro empapado en lágrimas y con una expresión de culpa y angustia. El personal del hospital lo detuvo en la entrada, pero Liam, incapaz de controlar su desesperación, empezó a suplicar por información.
—¡Por favor, díganme qué le pasó a Jannia! —su voz temblaba con un dolor palpable. —Yo la dejé sola, la dejé sola…
Las enfermeras y médicos intentaron calmarlo, pero su angustia era intensa. Finalmente, fue conducido a una sala de espera donde Hanna estaba sentada, sus ojos enrojecidos por la falta de sueño y el estrés.
—Liam… —dijo Hanna, su voz quebrada al reconocer a su amigo. —Lo siento, pero Jannia está en coma. La situación es grave.
Liam se derrumbó en una silla cercana, cubriéndose el rostro con las manos mientras las lágrimas fluían libremente. Sabía que la culpa que sentía no podía cambiar lo que había sucedido, pero el dolor y la desesperación eran abrumadores.
—Debería haber estado allí para protegerla… —Liam murmuró entre sollozos. —Nunca debí dejarla sola.
Hanna se sentó junto a él, compartiendo el peso de la angustia. Sabía que Liam también estaba lidiando con su propio dolor y culpa, y aunque no había palabras que pudieran consolarlo, su presencia era un pequeño consuelo en medio del caos.
En el otro hospital, los agentes Ryan y Erick se preparaban para entrevistarse con Yulian. La información de su testimonio podría ser vital para entender mejor lo que había sucedido la noche anterior. Sabían que la clave para resolver el caso estaba en juntar las piezas del rompecabezas, y Yulian era una parte crucial de esa imagen.
Yulian, mientras tanto, seguía buscando respuestas. La confusión en su mente y el dolor físico se entremezclaban con su preocupación por Jannia. Cada detalle que trataba de recordar parecía desvanecerse en un mar de incertidumbre. Su mente intentaba desesperadamente reconstruir los eventos, pero solo hallaba vacíos y sombras.
Finalmente, Ryan y Erick entraron en la habitación de Yulian. Él los miró con una mezcla de esperanza y miedo, ansioso por obtener alguna información que pudiera ayudarlo a entender lo que había pasado.
—Yulian, somos los agentes Ryan y Erick —dijo Ryan con una voz calmada. —Queremos hacer algunas preguntas para entender mejor lo que ocurrió la noche pasada. Tu testimonio puede ser muy valioso para nuestra investigación.
Yulian asintió, tratando de calmar su respiración. Mientras los agentes comenzaban a hacer preguntas, Yulian relató lo poco que recordaba, cada fragmento de su memoria que podía recuperar, y la angustia de no saber dónde estaba Jannia.
La pieza crucial que faltaba en la investigación seguía siendo el motivo por el cual Jannia había sido atacada y quién estaba detrás de todo. Con cada nuevo testimonio y cada fragmento de evidencia, la verdad comenzaba a tomar forma, pero el camino hacia la justicia aún era incierto y lleno de obstáculos.
La búsqueda de respuestas y justicia para Jannia estaba apenas comenzando. Mientras el caos se desmoronaba a su alrededor, Hanna, Liam, Yulian, y las autoridades se enfrentaban al desafío de desentrañar un complejo laberinto de traición y violencia. La esperanza de que la verdad saliera a la luz y de que los responsables fueran llevados ante la justicia era lo único que podía ofrecer algo de consuelo en medio de la tormenta.
.