El Barón Y La Plabeya

Noah está en el jardín de la mansión, está de niñero, los mellizos son parecidos a su padre, es inevitable pensar que esos niños pudieron ser de su hermana

-Hay no, bueno si, ustedes no tienen la culpa.

-Barón buen día, no sabía que estaba aquí.

-Buen día, señorita, su tía está aquí?

-Sí, está con la marquesa, me retiro, que tenga un buen día.

-Espera, toma limonada, además puede ayudarme con los niños, por favor.

-Este... si claro -Ella duda, pero se sienta, los mellizos duermen y no sabe en qué puede ayudar -

-Entonces usted viene del Ducado Carter, su padre es el Sr. De Vera?

-Si, soy Sandra de Vera, no soy noble.

-La prometida del duque, es amiga de mi hermana, la baronesa Eliana Harris

Sandra no sabe que decir, esa mujer para ella es la culpable de que esté ahí.

-Haaa, si la baronesa... Ella tiene un hijo con el.

-Si el pequeño Arthur, mi hermana me hablaba de el en sus cartas.

-Si, bueno me voy.

Ella no sabía que el barón conoce a su padre y sabe de la baronesa, no deben saber el motivo de por que ella está ahí, sería vergonzoso.

Noah solo ve como se va, de lejos la marquesa los ve.

-Amor, tenemos ratas en el territorio, tengo que ir al pueblo de... Este... Amor.

-John, conoces al padre de Sandra.

-Si, es el Sr. De Vera, un gran hombre por qué?

-Creo que a Noah le gusta, mira como la ve.

-Mi amor ella es...

-Si lo se es plebeya, pero tiene educación, no es cualquier plebeya.

-Eso solo podría ser si Noah está dispuesto a aceptarla, él es el señor de su Baronía, en teoría no debe pedir permiso, aunque ella también debe estar de acuerdo.

-Eso si, entonces que decías, de cuántas ratas hablamos.

-Muchas.

Después que el emperador Dunkan subiera al trono, varios grupos de mercenarios contratados se escondieron, pero poco a poco han salido.

-Estamos listos, sobre todo yo, necesito practicar con ratas de verdad.

-Dios no hables así, voy a preparar mis cosas, ve con los niños, no tardan en despertar.

La marquesa va con sus hijos, al llegar Noah se despide, para ir a su cuarto, en la tarde él sale al pueblo a distraerse un poco.

Es un pueblo grande y como pensando en como cambio su vida, sobre el puente ve una figura conocida.

-Señorita Sandra que hace aquí?

-Salí a tomar aire.

-Ya es tarde.

-Si ya voy de regreso

-Quiere caminar un poco más?

-Cómo?

-Lo siento, los puestos están sobre esa calle.

-Haa, este... Si claro

Él le ofrece su brazo, ella duda en tomarlo, pero lo hace durante un rato ella se olvida de su vida, se divierte y come algunos postres.

-Esto es divertido, gracias barón.

-Soy Noah.

-Lo sé, aun así no puedo llamarlo por su nombre, Barón, sabe que no es correcto…

-Entiendo no se preocupe, vamos la acompaño, no puede ir sola.

-Gracias.

Ambos van de regreso, al despedirse la tía de Sandra los ve por la ventana, teme que Sandra se ilusione, es joven y el barón es alguien atractivo.

-Tia perdón me tardé.

-El barón te acompaño.

-Sí

-Sandy...

-Lo se tía no te preocupes, se mi lugar.

Sandra se retira a su habitación, su tía solo se preocupa por ella, en su balcón solo piensa en que la paso bien, pero sabe que el es un noble, ella solo es una plebeya, si el se interesa en ella tal vez sea para una aventura.

-Si tan solo mi padre me hubiera apoyado, no estaría aquí...

Noah también está pensativo, Sandra le agrada, solo una voz lo saca de sus pensamientos.

-Quién es la joven con la que estabas?

El casi cae de su cama por la sorpresa, no podía creerlo.

-Madre!! Que haces aquí?

-Vine por qué tú te saliste de la Baronia sin decir nada, mañana tenemos una comida, irás aunque no quieras.

-Comida con quién?

-Con el vizconde de Green, su hija más chica tiene tu edad

-Madre, he sido muy paciente, no me cansaré.

-Es por aquella joven, se que es sobrina del modista, una plebeya, te advierto que no voy a permitir que arruines tu vida, el apellido de tu padre, suficiente tengo con tu hermana.

-Que?

Su madre sale del cuarto, ella está molesta, llegó al pueblo y ella misma vio a los dos caminar, cuando llegó al Marquesado pregunto por aquella joven, su decepción fue mayor cuando supo quién era.

Al día siguiente, su madre está en el restaurante enojada por qué Noah no llega, el vizconde también está molesto y después de un rato se va con su hija.

-Baronesa si acepte este encuentro es porque conocí a su esposo, pero esto es más que grosero.

-Discúlpeme, algo debió pasar.

La madre de Noah sale enojada, va al Marquesado, pero su hijo no está ahí, teme que esté con aquella joven.

-Averigua donde vive la modista.

-Si señora.

Su doncella hizo lo que le pidió y ella sale rumbo al pueblo de nuevo.

Noah por su parte fue a la casa del Vizconde, está por ser recibido y una joven rubia baja a saludarlo.

-Joven barón mucho gusto, soy Lucia de Green

-Lady, mucho gusto, me disculpo por la comida, no fue mi intención.

El Vizconde lo recibe en su despacho, él se despide de la joven y va con él.

-Excelencia, gracias por recibirme.

-Barón, es un gusto.

-Vine a disculparme, no fue mi intención.

-No importa, sé que tiene que casarse y mi hija ha sido educada, ella es una excelente opción.

-Excelencia, vine personalmente a disculparme, pero no me interesa ningún compromiso, no pienso casarme por el momento.

-Que? Pero debes hacerlo.

-Tengo el permiso del emperador, me dieron mi título, debo poner en orden mi territorio, sobre todo a los caballeros ahora a mi mando, Excelencia discúlpeme, su hija encontrará a alguien más, eso es seguro.

-Estás rechazando a mi hija?

-No señor, si mi madre hizo promesas, le recuerdo que ella no tiene autoridad para hacer compromisos, yo soy el barón y no tengo que obedecerla.

-Niño, no seas arrogante, yo puedo ayudarte.

-Lo se, pero quiero demostrar que puedo, no necesito una esposa para hacerlo, eso es todo me retiro.

El Vizconde se queda ahí sin decir nada, este niño tiene más carácter que mucho que conoce.