El planeta Tierra se deteriora, las profecías se van cumpliendo poco a poco. Voces del pasado despiertan a los guerreros del presente para el cumplimiento de la profecía de la restauración a costo de un sacrificio. Simples humanos que adquieren súper poderes para cambiar el aspecto del planeta.
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Decodificado
En Corea del Sur, el profesor Junk Tae se reúne semanalmente con la profesora Park y en cada cita en el café se va decodificando el cinturón y ellos se van haciendo más íntimos.
- Hola, mi aficionado a las matemáticas. – el saludo es bastante informal.
- Hola, mi querida maestra de historia, geografía y antropología.
- Gracias por lo de antropología. – se siente halagada.
- ¿Todo bien con las clases? – le sonríe como todo hombre enamorado.
- ¡Ay, cariño! – suspira la maestra Park – dejemos la escuela y vamos a lo nuestro.
- Muy bien, querida. Soy todo oídos.
- Hay símbolos zodiacales y alquimistas muy aparte de los triángulos, hay más de esa clase, algunos son planetarios y de otros cuerpos celestes.
- Ok, por lo tanto hay que estar atentos al momento de observar.
- Hice un dibujo del cinturón y los espacios que corresponden a los cuartos elementos básicos los pinté con colores vivos para no confundir y no mencionarlas más, ellas quedaron decodificadas. Los símbolos alquimistas y otras representaciones ya están listas.
La maestra Park saca de su bolso un papel sábana doblado y lo pone sobre la mesa. El mesero los atiende.
- Lamento la interrupción, vine para tomar su orden.
- Por ahora el café de siempre para mí. – órdenes Junk Tae.
- Para mí también. – aclaró la maestra Park - después pediré otra cosa.
- Muy bien. Dos cafés, de siempre. En seguida vuelvo.
El mesero se retira con la orden tomada, y la maestra Park desdobla rápidamente el papel, en la parte superior del diseño están los símbolos por separado, debajo de cada símbolo su elemento, cuántas veces se repite y de que color está representado. En la parte inferior está el cinturón en su totalidad.
- Bien. – comenta Junk Tae – a ver hasta donde entendí. Por el color rojo, debo entender que es el fuego, el color amarillo es la tierra, el color azul es el agua y blanco el viento.
- Correcto, así habíamos quedado.
- Bien, - observa la imagen del cinturón y la leyenda de la lámina - ahora tenemos los símbolos planetarios aquí, ellos rodean cada elemento básico.
- Están dibujados, tal cual ese ven en las fotos.
- Empecemos por el rojo. – Junk Tae quiere desarrollar por color para no enredar.
- Bien, los símbolos que rodean están ordenados de esta manera - señala el inicio del círculo – el orden es este todos los planetas y astros que representan al fuego están en sentido anti horario.
- Sacaré un lápiz y un papel necesito apuntar para corregir mis propios estudios. – abre su maletín y pone sobre la mesa un cuadernillo y un lapicero. – ahora sí, dime los signos zodiacales del fuego.
- Bien, son Aries, Leo, Sagitario, los dos planetas son Marte y Júpiter, y como cuerpo celeste tiene al sol.
- Listo, el color que le sigue es el azul. Por lo tanto, se trata del agua.
- Correcto. Los signos zodiacales son Cáncer, Escorpio y Piscis. Los planetas son Neptuno y Plutón, el cuerpo celeste es la Luna.
- Listo, anotado, el color que sigue es el blanco y ese es aire.
- Cierto. Los signos zodiacales son Géminis, Libra y Acuario. Tiene tres planetas Tierra, Mercurio y Urano.
- Para terminar tenemos al amarillo, que es la Tierra.
- Así es. Los signos zodiacales son Tauro, Virgo y Capricornio. Los dos planetas son Venus y Saturno.
- De modo que los cuatro elementos tienen influencias astrológicas.
- Aquí les traigo su café. – el mesero se acerca y la señorita Park guarda rápidamente su dibujo.
- Disculpe, ya puede poner el café.
- Que lo disfruten.
- Gracias. – respondieron en unísono.
El mesero se retira y la pareja reanuda su conversación.
-Tendré que estudiar astrología para entender el mensaje de los astros. – a Junk Tae se le ve muy concentrado.
- Relájate un poco. – le acaricia una mano, él la toma y se la besa.
- Necesito descifrar el mensaje oculto.
- El día que habremos visto que hay influencias astrológicas, será un gran paso, ya tenemos los signos zodiacales y planetarios, lo curioso es que están en sentido antihorario .
- Pero debo seguir investigando. – él está resuelto a buscar la respuesta.
- ¿Salimos a pasear después del postre? – ella quiere que su pareja se relaje un poco.
- Está bien, ¿adónde quieres ir?
- Dónde digan los pies. – ella sonríe de su propia ocurrencia y él también sonríe.
- La próxima semana cumplimos treinta días ¿Qué te gustaría hacer? – le deja una propuesta abierta.
- ¿Me invitas a un restaurante? – ella pregunta para no imponer.
- Bien, ¿Qué tipo de comida quieres?
- Escuché decir que la comida mexicana es picante, me gustaría probar.
- ¿Eres tolerante al picante? – se quiere asegurar para evitar una incidencia.
- Sí, tolero bien el picante.
- No se diga más. Iremos a un restaurante mexicano.
- Pero también me gustaría comer un helado. – se sonroja – no vayas a pensar que te hago gastar mucho.
- Descuida. – le sonríe.
- Pero para los sesenta días yo invitaré. Y así estaremos iguales.
- Trato hecho. Puedes pedir tu postre.
En Corea del Sur los maestros son bien pagados, tienen dinero, pero este arreglo es mutuo y nunca se dice no. Si bien es cierto los mayores son los que pagan, en una relación el que quiere pagar se le deja que pague, no quitan la buena voluntad.
La pareja pide un postre y disfrutan su tarde. Al anochecer, ellos están de paseo, tomados de la mano, conversan, ríen, la pasan bien hasta las diez de la noche.
Junk Tae lleva en taxi a su pareja hasta su casa solo ella baja pero él sigue su camino. Ella se la ve contenta, tuvo un paseo bastante agradable, ella esta encantada con los detalles que mostraba su colega de trabajo desde hace un tiempo, ella se sentía algo especial, pensaba que él nunca le diría nada, pero ese día llegó y de la manera que menos se lo esperaba.
Por otra parte, Abdul está revisando las piedras que robó, muchas son raras, y tienen medidas particulares, muchas son planas en las parte baja y tienen un código de registro mas un bajo relieve, se podría como un símbolo o sello de la casa dónde se harían joyas con esas piedras.
- Me preguntó si habrá valido la pena robar todas estas piedras. – piensa a media voz.
- Ladrón que roba al ladrón es karma. – dijo la voz.
- Nunca pensé que llegaría a ser un ladrón ¿Qué pensará mi familia?
- No pasará nada. Más bien estás asegurando el futuro de tu familia. De todas la piedras que has recuperado, parece que varias encajaran en los engastes del cinturón.
- Eso se espera.
- Tenlo por seguro guerrero, has realizado tu trabajo de manera excelente. En tu velador encontrarás una pulsera, con ella te podrás comunicar con los otros guerreros.
- ¿Una pulsera?
- Así es, podrás interactuar con los demás para mantenerte actualizado. Buenas noches, guerrero.
