UN PACTÓ CON EL DIABLO

Así que le dice al hombre, que la lleve a otra dirección, cuando llega baja del taxi casi corriendo, ve que las luces de la casa están encendidas, sé alegra y sonríe.

Puede imaginar que Fernando está en casa, tal vez terminado de acomodar algunas cosas.

Nuevas que acaba de comprar, busca la llave debajo del tapete, después entre sé quita las zapatillas, para no hacer ruido y darle una sorpresa a Fernando.

Pero mientras camina sé percata, que hay ropa de mujer tirada en el suelo, se detiene tratando de asimilar lo que acaba de ver, pero poco después escucha risas que provienen de la habitación principal.

Siente como todo su cuerpo comienza a temblar del miedo, que está sintiendo en esos momentos, no sabe si seguir adelante o darse la vuelta y, hacer como que no escucho nada, sé queda ahí parada por unos segundos, después toma un respiro profundo, dándose el valor que necesita, mientras camina hacía la habitación.

Los nervios sé apoderan cada vez más de ella, a tal grado que sus manos tiemblan, le sudan de los mismos nervios, al llegar hasta la puerta de la habitación.

Está a punto de girar el pomo, cuando escucha la voz de Fernando diciendo.

- No seas tonta todo es un trato que hice, cuando obtenga la empresa que el mismo Alfonso, me entregará.

La empresa, pasará mi propiedad donde yo seré el único dueño en absoluto, la dejaré y tú y yo nos casáramos. -

Alejandra se lleva sus manos cubriendo su boca, para que no escuchen sus sollozos, continúa escuchando, pero sé queda sin palabras al escuchar la voz de la mujer que está con Fernando.

- Nubia es la mujer que está con Fernando, su propia prima se acuesta con su novio. - ¿Cómo puede su prima pueda estar con Fernando? Si sabe que van a casarse, en unos días.

Se limpia las lágrimas que ruedan por sus mejillas, vuelve a profundo un respiró, tomado las fuerzas de donde no las hay, pero que necesita, pues nunca sé imaginó que pasaría por algo así, abre la puerta y los encuentra.

A Fernando casi sé le salen los ojos, al ver a Alejandra parada en la puerta, Nubia sé cubre rápidamente, con las sabanas, para que Alejandra no la vea.

Alejandra solo sé queda ahí parada, solo viendo la escena de su prometido con su prima, poco después lo único que hace es solo quitarse el anillo de compromiso, tirándolo al suelo y, sale corriendo.

Fernando solo se pone los pantalones sale tras ella corriendo, cuando está a punto de salir de la casa la toma por el brazo.

- Tenemos que hablar Alex. -

Pero está se gira y lo abofetea. - No tenemos nada de que hablar, hiciste un trato con mi padre. -

- No todo es como tú piensas Alex, te amo. -

Alejandra, lo vuelve abofetear diciéndole. - Me amas, y te acuestas con Nubia, pues que manera de amar. Te gustaría, que yo me acueste con otro y, te diga no es lo que piensas amor, yo te amo. -

- Soy ingenua y hasta un poco tonta, porque confió demasiado en la lealtad de las personas. Pero estúpida no soy, sé muy bien lo que vi y, escuche en esa habitación hace un momento. -

Fernando culpa a Alejandra. - En parte todo es culpa tuya, no has querido acostarte conmigo, soy hombre y tengo necesidades. No voy a esperar hasta que tú decidas tener sexo conmigo. -

Alejandría le grita a Fernando. - Eso es lo único que te importa, sexo, sexo. - Que bueno que me di cuenta a tiempo de realmente de quien eres.

- Si, si ella me lo da, no voy a desaprovechar la oportunidad, dentro de un par de días serás mi esposa. -

- Vete al diablo, porque yo no me pienso casar contigo después de lo que vi. - Alejandra sale de la casa en plena lluvia.

- Oye Alejandra, a donde diablos vas con esta lluvia. - Pero Alejandra no lo escucha sale de la casa casi corriendo camina varias calles bajo la lluvia.

Mientras que Alejandra camina sin rumbo fijo, Nubia a terminado de vestirse, toma su bolso diciéndole a Fernando. - Así que solo soy para ti, la mujer que te da sexo, y tú aprovechas la oportunidad.

No seas tonta Nubia, si Alejandra no se casa conmigo, el viejo no me cederá la empresa, eso no puedes entender.

- Si, lo puedo entender, pero no me gusto lo que dijiste. Así que me voy, quédate solo. -

- Oye, pero no hemos terminado. -

- Pues termina tú solo, ya sabes como. - Le dice Nubia molesta a Fernando.

Nubia sale de la casa de Fernando, sube al taxi que ya la estaba esperando.

Mientras Nubia, se dirige a casa de su tío, piensa como se va a deshacer de Alejandra, pues si su tío se entera de que por culpa de ella Alejandra termino con Fernando será capaz de votarla de la casa.

Nubia es hija de una hermana del padre de Alejandra, él se hizo cargo de ella cuando su hermana murió.

Nubia apenas tenía seis años de edad, desde entonces ha vivido en casa de su tío, siempre le ha tenido envidia a Alejandra todo lo que Alejandra tiene, ella también lo quiere.

Cuando Alejandra se hizo novia de Fernando, ella se le metió por los ojos a Fernando, lleva un poco más de ocho meses siendo la amante dé. Fernando, pero ahora a sido descubierta por la misma Alejandra.

Piensa en varias ideas, que han cruzado por su mente en esos momentos. - Demonios, ahora si estoy perdida. -

Después le indica al conductor que la lleve al nuevo club que se inaugura esa noche, en el centro de la ciudad.

Mientras ella se dirige al club de luna, que abrirá sus puertas por primera vez al público.

Alejandra continúa caminando, ha dejado de llover, es casi más de media noche, la luna brilla en todo su esplendor, como si no hubiera llovido.

Sus ropas de Alejandra casi se han secado, mientras camina, en la enorme avenida, le llama la atención el club de luna, se detiene por un momento, queda viendo, después decide entrar.

Cuando entra va directo a la barra, se sienta y pide una botella de whisky al chico que está sirviendo las bebidas, solo la observa, y después le pasa la botella y, un vaso.

Alejandra se sirve llenando él baso y, se lo toma como si estuviera bebiendo agua, el chico solo sé la queda viendo sorprendido, después le dice. - Deberías de beber un poco más moderado. -

Pero ella no le responde, ni siquiera voltea a verlo, simplemente está ahí, sin derramar ni una sola lágrima, él chico continúa sirviendo las bebidas que le piden.

Dejes de un rato Alejandra, sé a tomado casi toda la botella de whisky, está bastante tomada el chico le dice. - Quieres que te llevé a tu casa, estás bastante pasada de copas.