El Hilo Del Destino.

El día de la boda llegó y todo era un caos por todos lados y ¿como no? Si era la boda del año, todos querían ser invitados y solo las personas más exclusivas asistirán a dicho evento que sería emitido por TV nacional, ya que varios medios estarían presentes durante la ceremonia.

Ángela llegó a la 6 AM a la casa de Karina y por ende Karina le dió llaves para que entrara sin hacer tanto ruido y despertara a los niños, la boda seria a las 4 de la tarde y ellas y los niños tenían que estar listos y llegar a las 2 de la tarde a la iglesia para verificar que todo estuviera en orden.

Al llegar se consigue con su amiga sentada en el sofá con la vista fija en unos papeles que estaban en la mesa y lágrimas comenzaron a salir a mares.

Ángela: Amiga, ¿qué pasa?, me estás asustado.

Karina: Sabes, no pensé que mi vida daría este giro y mucho menos hoy.

Ángela que no sabía de qué estaba hablando Karina le arrebato los papeles de las manos y los empezó a leer.

Ángela: Ese maldito desgraciado, ¿dónde está? Le voy a partir la cara.

Karina: No pierdas tu tiempo se fue, no hay nada de su ropa en el armario, cuando me di cuenta de que no había nada de él baje y fue cuando vi el sobre en la mesa y bueno.

Al menos me dio la custodia completa de los niños y no voy a tener que pelear en un juzgado por ellos.

Ángela, dime qué voy a hacer, como se lo voy a decir a los niños.

Ángela: Amiga hay otro sobre aquí.

Ángela le pasa el sobre a Karina que lo abre y se encuentra con una carta.

Carta de Juan:

Karina te dejo los papeles del divorcio y la custodia completa de los niños, ya me cansé de vivir en esa rutina que solo estaba cambiando conmigo y termino por acabar con nuestro matrimonio, hace un tiempo conocí a una mujer que me devolvió la razón y el fuego que necesitaba en mi vida, espero que puedas entenderme y que algún día puedas perdonarme, pero dejé de amarte hace mucho y ya no me parecía justo seguir engañándote.

Cuando pueda iré a ver a los niños y espero que me dejes verlos yo los amo y quiero seguir estando en su vida.

No quise que todo esto se volviera un drama por eso espero que firmes los papeles mi abogado pasará el lunes por ellos.

Atte: Juan Álvarez.

Karina apretó fuertemente los puños dio todo por un hombre que no valía nada y mira como le pago tanto sacrificio para al final largarse con la primera zorra que le pasó por el frente.

Karina: El muy cínico dice en esta carta que dejó de amarme y que no era justo para seguir engañándome y que por eso se fue con su amante.

Ángela: Ese maldito, amiga si no quieres ir a la boda lo entenderé, es más puedo hablar con el jefe y decirle que se te presento un problema y yo voy a la iglesia y apenas termine la ceremonia me vengo a hacerte compañía, ¿qué dices?.

Karina: No! Ese maldito no merece más lágrimas mías además los niños están emocionados con lo de la boda y no lo voy a encerrar aquí a llorar por un poco hombre que ni para padre sirvió.

Hoy nos vamos a divertir y mañana puede que me beba una botella en su nombre y solo eso va a recibir de mí, por qué después de eso solo va a recibir mi despreció.

Ella tomó una pluma y firmó todos los documentos donde ya se hacía oficial que era una mujer libre y con ellos se quitó los anillos de matrimonio y los tiró en la basura.

Karina: Vamos amiga hoy no me voy a dejar morir por ningún hombre, tenemos que arreglarnos como las empleadas más cercanas al jefe tenemos que vestirnos a la altura.

Ángela: Está bien amiga, yo te apoyo en lo que tú quieras hacer.

Ambas mujeres empezaron por hacer una limpieza en su cutis y exfoliarse la piel, al despertar los niños desayunaron y jugaron mientras su mamá se arreglaba.

Ian: ¿Mamá dónde está papá?.

Karina se tensó por un momento no sabía cómo decirle a su hijo que su papá se fue con otros y mucho menos que ya estaban divorciados.

Karina: Mi amor tu papá se fue a un viaje de trabajo.

Ian: Mamá podemos hablar en privado por favor.

Karina se levantó del sofá de la sala y fue con Ian a la habitación dejando a Emma con Ángela que jugaban con unas muñecas.

Karina: Dime mi amor.

Ian: Mamá no soy tonto sé que papá se fue de la casa y quiero que me digas el por qué.

Sé que tengo solo 10 años, pero no soy tonto me desperté en la madrugada por agua y vi como salió con unas maletas que tenía guardadas en el cuarto de la limpieza y dejo unos papeles en la mesa.

Y sé que son del divorcio, pero lo que yo quiero saber es el por qué.

Karina no sabía que decir su hijo era muy inteligente y maduro y sabía que mentirle sería un error para el futuro.

Karina: Mi amor, tu papá se enamoró de otra persona y ya no me ama y, por lo tanto, decidimos que lo mejor era que cada uno se fuera por su lado para no hacernos daño.

Ian: ¿Mamá papá te engaño? Y por favor no quiero que me mientas si él se fue yo soy el hombre de la casa y él que velará por ti y mi hermana.

Karina: La verdad amor no quisiera hablar de eso contigo eres muy pequeño para afrontar los problemas de adultos.

Ian: Te engaño mi papá te engaño, no lo puedo creer como un hombre que tiene una familia sea tan cobarde de dejarla por otra mujer.

Karina se quedó impactada por la reacción de Ian no esperaba que su hijo dijera esas palabras.

Karina: Hijo quiero que sepas que indiferentemente de lo que pasó entre tu padre y yo él sigue siendo tu padre.

Ian: Mira mamá por el momento no quiero saber que tengo un padre él nos abandonó por otra mujer así que no quiero que me digas que le debo algún tipo de respeto cuando él fue el que faltó primero.

Karina: Está bien, no te diré más nada referente al tema, solo te pido que no le digas nada a tu hermana todavía por favor.

Ian: Está bien.

Ambos salieron de la habitación y se unieron en la sala con Emma y Ángela que seguían jugando.

A la hora del almuerzo pidieron pizza para que los niños estuvieran felices y se les olvidará un poco que su papá no está.

Y bueno llegó la hora de acomodarse para la boda del año al menos tendrían un poco de diversión este día.

Vestido de Ángela.

Traje de Ian.

Vestido de Emma.

Vestido de Karina.

Todos estaban listos y ya un auto los esperaba afuera para llevarlos a la iglesia.