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Héroes: Parte Uno

Héroes: Parte Uno

Status: En proceso
Genre:Acción / Comedia / Aventura / Superpoder / Héroes
Popularitas:2.1k
Nilai: 5
nombre de autor: Juan Pablo Saavedra

En este mundo puedes elegir dos cosas, ser un super héroe o una persona normal. Toda la población de la humanidad tiene por lo menos un poder, pero en el siglo XXI nace una persona que cambia por completo la humanidad y el planeta.

NovelToon tiene autorización de Juan Pablo Saavedra para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Un ataque de unas chicas de décimo

Había pasado medio día desde el inicio de la prueba. Karoth se había ido a buscar comida mientras Daniela se quedó vigilando a Junior, quien aún no despertaba y tenía fiebre. Afortunadamente, nadie las había atacado hasta el momento, ya que no estaban en condiciones para defenderse. La batalla continuaba en otros puntos del campo, pero unas chicas de décimo se acercaban en busca de Junior.

Mientras Karoth avanzaba invisible para evitar enfrentamientos, logró conseguir comida y regresó con Daniela. Ambas comieron algo mientras conversaban, tratando de no perder la calma.

—Esto va a ser muy difícil. Espero que logremos ganar —dijo Karoth en voz baja.

—Sí, y que Saavedra se despierte pronto —respondió Daniela.

Daniela sacó un pañuelo, Karoth lo humedeció y lo colocó en la frente de Junior, esperando que la fiebre disminuyera. Las heridas de Junior eran graves, y ellas sabían que él necesitaba tiempo para recuperarse.

—Te toca cuidar a Saavedra, Karoth. Voy a ver si encuentro una casa con un botiquín —dijo Daniela, poniéndose en pie.

—Ve con cuidado —contestó Karoth, preocupada.

Daniela asintió y se fue. Apenas se había alejado cuando una voz burlona la detuvo:

—¡Hola! —dijo una chica con gafas, cabello corto y liso, que la miraba con una sonrisa desafiante.

Daniela sintió un nudo en el estómago. Tres chicas de décimo la habían encontrado.

—¿Qué quieren? —preguntó Daniela, preparándose.

—Venimos a buscar a Saavedra —respondió la de gafas, sin dejar de sonreír.

—¡Oh, no! —susurró Karoth, comprendiendo que Junior estaba en peligro.

La chica de gafas continuó con calma:

—Parece que el chico está inconsciente. Qué lástima, porque tendremos que sacarlo de aquí. Es una de las reglas, ¿no?

—No van a hacerle daño —declaró Daniela, poniéndose en guardia.

La chica de gafas hizo una señal a sus compañeras, quienes avanzaron.

—De acuerdo, comencemos entonces —dijo la chica con una sonrisa.

—¡Yo también pelearé! —exclamó Karoth, tomando posición junto a Daniela.

—¿Y Saavedra? —preguntó Daniela con nerviosismo.

—Mientras lo mantengamos a la vista, estará bien —aseguró Karoth.

Daniela asintió y volvió a mirar a las chicas de décimo.

—Muy bien, ¡comencemos! —dijo con determinación.

La pelea inició. Las chicas de décimo atacaban sin usar sus poderes, confiando en su ventaja numérica. Daniela y Karoth resistían con dificultad, pero sus esfuerzos parecían inútiles. Intentaban evitar que las atacantes se acercaran a Junior, que yacía a pocos metros de ellas.

Después de un intercambio de golpes, las chicas de décimo las apartaron y la líder, la chica de gafas, habló.

—Pelean bien, niñas —comentó con sarcasmo.

—Gracias —respondió Daniela con una mueca.

La chica de gafas sonrió más ampliamente.

—Bueno, ahora es momento de usar nuestros poderes.

En ese instante, una piedra enorme salió volando hacia ellas desde un lado. Ambas apenas lograron esquivarla, pero una segunda roca impactó cerca, levantando polvo y escombros.

—¡Dani, cuidado! —gritó Karoth al ver que otra roca se dirigía hacia Daniela.

La chica de gafas observaba con satisfacción.

—Están en problemas —comentó, disfrutando el momento.

—¡Karoth, desaparece ya! —ordenó Daniela con urgencia.

—¡Sí! —respondió Karoth, volviéndose invisible en el acto.

Karoth comenzó a moverse sigilosamente hacia el bosque, buscando flanquear a sus enemigas. Daniela, por su parte, mantenía la vista fija en las atacantes, dispuesta a enfrentarlas sola si era necesario. Pero antes de que pudiera reaccionar, una de las chicas lanzó un árbol que se cercaba hacia ella. Daniela saltó para esquivarlo y logró salir ilesa, aunque apenas tuvo tiempo para recuperar el aliento.

—¿Qué? ¿Crees que puedes con nosotras? —dijo la chica de gafas, riendo.

De repente, Daniela aprovechó el momento en que una de las chicas la miró directamente a los ojos. Inmediatamente usó su poder de control mental.

—¡Ahora! —ordenó a la chica, quien en un segundo giró hacia sus compañeras y comenzó a atacarlas.

—¡Ey! ¿Qué te pasa? —preguntaron sus amigas, confundidas.

Daniela aprovechó el caos y se acercó a Junior para asegurarse de que seguía fuera de peligro. La pelea entre las chicas de décimo se intensificaba mientras su compañera controlada las golpeaba sin piedad. Pero el control de Daniela era débil y pronto comenzó a fallar.

Karoth, invisible, se acercó y lanzó un ataque sorpresa, derribando a una de las chicas y recuperando la ventaja. Al ver la oportunidad, Daniela gritó:

—¡Salgamos de aquí!

Karoth y Daniela cargaron a Junior y se alejaron rápidamente, buscando refugio en una zona más segura del bosque.

Después de unos minutos de carrera, las chicas se detuvieron en un arbol donde podían observar cualquier movimiento a su alrededor.

—¿Estás bien, Saavedra? —preguntó Karoth, aunque sabía que no la escuchaba.

—Lo cuidaremos hasta que despierte —dijo Daniela, respirando con dificultad, pero decidida a protegerlo.

Las chicas de décimo habían sido un reto, y ambas sabían que debían mantenerse alerta. Todavía quedaban varios días de prueba, y apenas comenzaban a descubrir los peligros que las aguardaban, pero las chicas las encontraron, así que Daniela le dio una orden a Karoth y ella fue otra vez a enfrentarlas.

Karoth desapareció en un destello, dejando a Daniela sola frente a las chicas de décimo. Sin dudarlo, Daniela miró fijamente a los ojos de la líder y ordenó con firmeza:

—¡Vete!

La chica de gafas esbozó una sonrisa burlona y lanzó una roca que casi golpea a Daniela. Se rió mientras respondía:

—¿Intentabas controlarme? —dijo con tono desafiante—. Ya sé cómo funciona tu poder, Daniela. Si miras a alguien a los ojos, puedes manipular su mente… pero solo si tiene buena vista. Y yo uso gafas, ¿no es así?

—¡Oh, no! —murmuró Daniela, entendiendo la desventaja en la que se encontraba.

Las otras dos compañeras de la chica de gafas se acercaron, formando un círculo alrededor de Daniela. Una de ellas levantó la mano, y de su palma emergieron afilados cristales que comenzaron a rodearla, formando una trampa letal.

—Te recomendaría que evites esos cristales —advirtió la líder con una sonrisa—. Si te atrapan, quedarás encerrada en uno de ellos, sin poder moverte.

Antes de que Daniela pudiera reaccionar, la otra chica lanzó un grito sónico. La onda de choque fue tan fuerte que Daniela salió despedida hacia atrás, estrellándose contra una roca. La colisión la dejó sin aliento, y un hilo de sangre brotó de sus labios. La chica de gafas la miró con satisfacción.

—Ten cuidado con los gritos sónicos —bromeó la líder, riendo junto a sus compañeras.

Daniela estaba en serios problemas, y Karoth seguía sin dar señales de regreso. Las atacantes continuaron lanzándole piedras y cristales, obligándola a esquivar cada ataque. Pero cada vez que miraba de reojo a Junior, su preocupación aumentaba. Aún no despertaba, y ella necesitaba mantenerlo a salvo.

—Estoy en problemas —murmuró Daniela, apenas logrando esquivar un nuevo cristal.

—¿Apenas te das cuenta? —contestó la chica de gafas con arrogancia.

De repente, sin previo aviso, alguien le dio un puñetazo en la cara a la chica de gafas, haciéndole caer los lentes al suelo y provocando que un hilo de sangre apareciera en su labio. La líder miró a su alrededor, sorprendida.

—¿Quién fue? ¡Encuentren a la que me golpeó! —ordenó, limpiándose el labio.

—No necesitas buscarme, estoy aquí —dijo Karoth, apareciendo frente a ella y sosteniendo las gafas.

La chica de gafas la miró incrédula.

—¿Tú? ¿Es en serio?

—Muy en serio —contestó Karoth, lanzando las gafas lejos del campo de batalla.

La chica de gafas intentó enfocarse, pero sin sus lentes no podía ver con claridad. La ira comenzó a reflejarse en su rostro.

—¡Maldita hija de puta! —espetó la líder, frustrada.

Karoth sonrió con superioridad.

—Lo siento, pero sin tus gafas, no vas a lanzar nada más.

Una de las compañeras de la líder avanzó, lanzando un grito:

—¡Oye, Karoth! ¡No te escaparás tan fácil!

Daniela aprovechó la distracción para dirigirse a la chica del grito sónico. La miró directamente a los ojos y le dijo con voz firme:

—Mírame y haz lo que te digo.

Los ojos de la chica se volvieron blancos, cayendo bajo el control de Daniela.

—Muy bien —dijo Daniela con frialdad—. Ahora usa tu poder contra tu compañera. Ya sabes a cuál.

Sin poder resistirse, la chica de décimo lanzó un potente grito sónico que hizo que su compañera saliera volando fuera del campo, descalificándola. Daniela esbozó una sonrisa y volvió a dirigirse a la chica bajo su control:

—Excelente. Ahora, haz lo mismo con la otra.

Esta vez, la líder de gafas reaccionó rápidamente y levantó una barrera improvisada con un pedazo de tronco, protegiéndose del ataque sónico. Aunque la barrera la mantuvo a salvo, el golpe la lanzó varios metros lejos de Daniela y Karoth.

—Logró salvarse —comentó Karoth, viendo cómo la líder se levantaba, visiblemente molesta.

—Sí, pero no podrá protegerse para siempre —dijo Daniela. Luego miró a la chica controlada y añadió con determinación—: Ahora, sal del campo.

Obedeciendo sin vacilar, la chica caminó hasta el borde del campo de batalla, donde quedó descalificada. Con solo una rival restante, Karoth y Daniela intercambiaron una sonrisa de alivio.

—Por fin. Estoy agotada —dijo Daniela, respirando con dificultad.

—Yo también. Apenas es mediodía y parece que hemos peleado todo el día —contestó Karoth, sentándose a descansar.

Ambas sabían que aún quedaba mucho por delante, y la preocupación por Junior continuaba presente. Mientras se acomodaban, vigilaban a su amigo, esperando que despertara antes de la noche. Sabían que las heridas de Junior eran graves y que su recuperación tomaría días, pero tenían la esperanza de que su amigo resistiera y se uniera a ellas antes de que llegaran más enemigos.

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REKKIEN
voy a dejar mi más sincera opinión:
soy nuevo en este lugar y en todo el tiempo que tengo aquí (2 días XD) eres el mejor que escribe. PERO ahí te va
Narras bien, pero te falla en cuanto a colocar los tiempos y los sucesos, osea, se entiende a dónde vas, pero vas muy rápido y no dejas q lo demás tome se desarrolle o tome explicación. Muchos datos en muy poco tiempo. Te recomiendo que tengas un poco más de paciencia y orden para escribir en cuanto a dar datos se refiere (yo sé q todos tenemos y queremos dar nuestra historia a conocer pero no hay q comer ansias)
Juan Pablo Saavedra: Gracias por tu comentario. Tienes otra observación. Me sirven los comentarios como estos ❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹❤️‍🩹
total 1 replies
Mary Ureta
no subestimen esta obra, ami me ha dejado muda, no me esperaba una trama tan interesante y atrapante, denle una oportunidad la verdad.yo no me arrepiento 💕
Mary Ureta
impresionante, sigue asi, te tengo fé 💕
Danloz
ese equipo está muy roto
lapilotita12
Q emocionante, has logrado atraparme desde la primera palabra, y no puedo esperar por más!
Dianapunky
¡Me ha dejado sin palabras! Esta novela debe seguir y seguir. ❤️
Juan Pablo Saavedra: Gracias. Espero te guste y que le des mucho apoyo y amor. Muchas gracias
total 1 replies
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