Sara Frigo , socióloga, estaba convencida que el amor no existe. La experiencia personal se lo confirmaba. Su abuela tuvo como madre soltera a su madre. Su madre fue abandonada por su esposo cuando tenia apenas 4 años. Su primera relación sexual en la época universitaria fue molesta y desagradable. Sus colegas de trabajo , maquilladas y atrevidas eran perseguidas por los jefes y luego despedidas."Los hombres son una plaga" pensaba. El amor no existe.
Marco Donatti, un hetero sexual ,acostumbrado a la adoración femenina, viene después de su viaje a Italia a trabajar en la empresa de su padre. Las mujeres , son todas iguales,pensaba. Maravillosos seres que te pueden dar mucho placer pero molestarte la vida entera.Lo suyo era una noche, en un hotel no en su departamento, para que no sepan dónde vivía, un buen revolcón y a otra cosa. Pensaba: El amor ? ridícula alusión de poetas y mediocres.
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¿Más Tácticas ? Capitulo 4
Sara se levantó temprano a las 6 como todos los días y inició la rutina del baño. Abrió su paquete de uniformes del trabajo y se midió. Perfecto pero muy corto dijo.
De inmediato puso la plancha a calentar y descosio el ruedo. Lamentablemente solo podía alargar un centímetro la pollera , pasó la plancha y alargó el ruedo haciendo un prolijo pero pequeño doblez.
Sabía coser gracias a su madre. Repasó la camisa. Era blanca con suaves líneas verticales celestes. Con la pollera azul tubo y la camisa , el conjunto era de buen gusto pero muy revelador. Trató de cerrar todos los botones pero sus pechos turgentes se los impedían.
Decidió por hoy, dejarse así para no demorarse más. Solo tomó un jugo y salió disparada al trabajo. No tuvo tiempo de hacer su rodete y la cola de caballo dejaba ver su pelo negro largo.Tuvo que tomar un taxi para llegar a tiempo.
Corrió hacia el ascensor mientras alguien con un brazo lo detenía desde adentro. Cuando iba llegando agitada , reconoció el fino reloj de Marco.
_Buen día Sara. Pasa _dijo su jefe.
_Buen día--dijo Sara. Todos repitieron :
_Buen día Sara.
Marco miró con placer a la chica que ahora no tuvo más remedio que estar junto a él. Estaba preciosa. Un delicado aroma a jazmín entró con ella al ascensor.
Con disimulo miró su cuerpo. Perfecto, se dijo. Tiró una carpeta al suelo y se agachó a recogerla. Tenía frente a sus ojos dos hermosas nalgas y unas preciosas piernas. La pollera le calzaba como un guante. Unas ganas enormes de apretar su cuerpo al de ella lo invadieron. Observó que había alargado el ruedo. Mientras él se levantaba ella giró un poco la cabeza y lo miró intrigada.
_Perdon-- dijo él y le mostró con un mohín de pena la carpeta en su mano.
Ella seria volvió a mirar hacia adelante.
El ascensor paró y Sara salió muy rápido. El miraba esos cachetes moviéndose con un ritmo ligero. Pasó su lengua por sus labios y se imaginó quitándole la ropa.
_Rafael, ven conmigo, le dijo.
Ambos después de saludar entraron al despacho.
_Y ¿ qué te parece el cambio de nuestra monjita ?
_Es muy bella jefe.Pero creo que no te da ni la hora.
_Todavia--pensó.
_Quiero cámaras. Está noche que la coloquen en todo el salón.
_Marco ..¿no estás exagerando ?¿Vas a vigilar a los empleados ?-
_Así es. Y una apuntando hacia ella. conectadas a mí laptop. Y otra cosa. Encargaté de conquistar a Bela-.
_¿Bela? ¿Quién Diablos es ?-
_¡Mas atento muchacho! La gerente de Marketing.-
_¿Y porqué?--dijo asombrado Rafael.-
_Despues te explico. Traela.-
_ ¿A Sara ?-
_ ¡A Bela ! Ve.
Rafael, totalmente mareado se fue a cumplir la órden.
_Buen día....¡buenos días Bela ! le dijo con una sonrisa.¡ El uniforme le queda fantástico !-
Bela sonrió contenta. Al fin alguien de esta oficina era amable y gentil temprano.
_Buen día señor Rafael. ¿Que necesita? -- dijo alisando la nueva pollera.
_El señor Marco la espera.
_ Claro, claro. Y Bela salió meneando sus caderas hacia el despacho del jefe.
Saludó, entro, cerró la puerta, se sentó y desplegó el trabajo de su equipo sobre el escritorio.
Marco entrecerro los ojos mientras escuchaba la voz de Bela y mirando a su esquina preferida, vió como la cola de caballo dejaba ver ya algunos rulos alborotados de un pelo negro y brillante. Se imaginó desatando y hundiendo sus manos en ese cabello. Cayó en cuenta de la presencia de Bela porque la fragancia que olia su nariz no tenía nada que ver con la suavidad del jazmín que su mente imaginaba .
_ Okey señorita Bela. ¿Puede dejarme el trabajo para que lo estudie más detenidamente?
_Por supuesto Señor. Estoy a sus órdenes --dijo y salió con su característico meneo.
Comenzó a estudiar el proyecto. Habían cambiado cosas pero nada hacia la dirección que él quería.
Comenzó a subrayar con resaltador las cosas que no cuadraban del comercial. Lo escaneó y le mando con un breve mensaje de mail a Sara.
Sara se encontraba recién repuesta. Había pasado mucho calor corriendo hacia el elevador y luego compartiendo un insignificante espacio con el Tigre de Bengala a su lado. Vió por el rabillo del ojo que la jefa de Marketing le llevó el trabajo al jefe y que el estaba estudiando lo. Le sonaba el estómago de hambre. Necesitaba comerse por lo menos una galletita porque no llegaría a medio día. Pero ahora iría a comer al bar, así podía luego lavarse la boca.
De Golpe entró un mensaje en la pantalla de su computadora donde estaba trabajando desde que llegó.
_ Sara, requiero tu ayuda. Mira el proyecto y los paragrafos subrayados. Escribe tu propuesta y enviame. Marco.
Seguido un archivo escaneado.
Miró hacia el escritorio de su jefe y él, la estaba mirando.
Rápidamente dobló su cabeza hacia el documento y comenzó a estudiarlo y hacer los comentarios.
En eso estaba, cuando su estómago, comenzó nuevamente a rugir.
Sin mirar a ningún lado fue hasta el bar, sacó de la heladera un sándwich y Se puso a comer. Luego se fue al baño y se lavó la boca. Salió nuevamente hacía su rincón y un silencio de máquinas y murmullos raro le hizo saber que algo pasaba.
Una hermosa mujer caminaba hacia ella.
_Senorita, quiero ver a Marco--dijo.
Despedía un fuerte perfume caro y su modelo debería haber costado una fortuna.
_Vere si le puede atender --dijo.
_ Me atenderá. Soy Vanesa. Su futura prometida.
Sara se acercó a la puerta vidriada y dió suaves golpecitos.
_ Señor, la señorita Vanesa lo busca.
El tigre dorado se levantó del asiento con una alucinante sonrisa y le dijo.
_Sara, hazla pasar por favor.
La tal Vanesa, entro, cerró la puerta y se abrazó a su jefe.
Ella no miró más y fue a su lugar de trabajo.
_Ahora cierren las cortinas y revuelquense un rato_ pensó Sara.-- Mientras la estúpida secretaria hace el trabajo de este estúpido comercial.
Pero después de Charlar un poco, ambos salieron de la oficina.
Él la llevaba del brazo y le dijo a su secretario Rafael que iría a almorzar con Vanesa Rigotti.
Sara dejo un poco su tarea y comenzó a buscar en Google a la tal Vanessa. Era rica, joven y muy guapa. Miles de fotos de diferentes poses y lugares llenaban sus redes. Aparecían también una bastante larga lista de novios. Pero él no estaba.
Decidió buscarle a él. Aparecía en muchos eventos variados. Jugando polo, tenis, en un velero con amigos, en reuniones formales junto a sus padres, pero mujeres a su lado no aparecían. Lo buscó en noticias y allí si lo encontró con muchas mujeres bellas todas diferentes, una cada noche.
_Mujeriego y avivado-- se dijo.
Borró el historial de búsqueda y fue a traer algo más para comer.
Pasó todo prolijamente y envío el trabajo al remitente.
Ya casi era horario de salida. Limpió su escritorio, se acercó a Rafael y le dijo:
_Señor Rafael. ¿Podría conseguirme un talle más grande de uniforme ? Es que me queda chico-- dijo .
_Chico ? Yo creo que es su talle. Pero veré si puedo conseguir.
¿Rafael estaba coqueteando con Bela ? Que diablos pasa en esta oficina, --pensó.
Ahora a todo el mundo se le dió por el romance.
_Hasta mañana-- dijo. Y se fue apresurada a su casa.