Cristina es una joven de 16 años, que se ve obligada a casarse, para cul.inar su profesión, ya que en el orfanato en donde ella vivía eran escasos los recursos para que la sigan apoyando.
Luego de contraer matrimonio, vive un calvario, que luego del divorcio su vida cambia.
¿Desean saber más de Cristina? síganme en mi nueva novela que espero que les guste.
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MI MÁS DULCE Y ETERNO AMOR
Dime por qué no te percataste al cruzar la pista ¿Eres Canadiense?
- Le pregunto, ella solo agacha la cabeza, no contesta nada, la veo suspirar, me acerco y me siento a lado de ella, la veo que está llorando.
- Dime muchacha qué sucede, por qué lloras, sé que recién me conoces, hace unos minutos, pero si de algo te puedo ayudar, cuenta conmigo, pero para eso debes de contarme lo que te sucede.
- Señor Darío. - La escucho decir, para luego lanzarse encima de mí, me abraza tan fuerte que esa acción hace que mi corazón se me acelere, creo que está muchacha me ha conquistado a primera vista.
Luego de lograr que ella se tranquilice, me cuenta su historia, me cuenta que ella es graduada y titulada en Economía y tiene cursos de finanzas, además estudio diseño de modas y alta costura, es un genio., por si no fuera poco habla cinco idiomas.
Me contó que estuvo casada, con un desgraciado que la humilló de la peor manera, que luego de conseguir el divorcio la confesó que siempre la estuvo engañando con su amiga, nunca quiso consumar el matrimonio porque según él la tenía asco.
Que ciego es ese hombre, pero mejor para mí, ella será para mí, mi princesa me gusta y la conquistaré para casarme y dejar todo para ella, la enseñaré a destruir todo lo que le hizo daño, ella será implacable, ese será mi premio por hacerme feliz en mis últimos momentos de mi vida.
Pasan los días, Cristina y yo nos hicimos más cercanos, la fui puliendo la llevaba a todos mis congresos y empresas al rededor del mundo, cada día la veía más bella, ella me sonreía de manera diferente, cuando su mirada chocaba con la mía, se sonrojaba es tan linda, por Dios estoy tan loco de amor por ella.
Un día, me propuse en declarar mi amor a ella, no para ser mi novia, sino para ser mi esposa ya no me quedaba mucho tiempo de vida, en mi último chequeo mi cardiólogo, me dijo que no me quedaba mucho tiempo de vida, eso me dolió antes no me interesaba morirme, pero ahora tengo una razón de no querer morirme.
Amo con locura a mi princesa, ella se convirtió en mi luz dentro de la oscuridad, pero no deseo dejarla desamparada para que no haya problema, deseo casarme con ella.
Esa misma noche, reserve el mejor restaurante del país, contraté a los mejores violinistas del mundo, había mandado a tallar una hermosa esmeralda y con el oro blanco se veía precioso, el anillo llevaba una dedicatoria grabada "Te amaré hasta después de la muerte"
Llegamos al restaurante tomados de las manos, al ingresar nos dirigen a nuestra mesa reservada, jalo la silla para que ella se siente y lo hago yo de la misma manera, los violines se empiezan a escuchar, veo que sus ojos brillan de emisión, me levanto de mi silla y me acerco a ella, me arrodilló y la tomo de la mano.
- Cristina durante estos meses que hemos estado juntos, sé con certeza que eres la mujer que ha despertado este hermoso sentimiento, eres la luz que me ha sacado de la oscuridad, que he estado sumergido por mucho tiempo, te amo mi princesa ¿Aceptas casarte con este gruñón?
- La veo llorar a mares, me entristezco porque sé que me rechazará, que tonto he sido me habían olvidado, que ella tenía heridas frescas en su corazón, por ese matrimonio fallido pero:
- Darío, meses atrás era la mujer más desdichada en la tierra, hasta que me cruce en tu camino, ocasionando un accidente, que resultó ser la casualidad más maravillosa que me ha pasado en la vida, yo también te amo Darío ¡Si acepto casarme contigo!
- Estoy feliz, siento un fuerte dolor en mi corazón, ella se da cuenta y se me acerca me pregunta que me pasa, trato de disimular, mi pulsera cardiaca empieza hacer un sonido, saco de mi bolsillo mis pastillas y me la tomo, eso me tranquiliza, pero ella se queda preocupada y sé que va a averiguar.
Pienso que debo hablar con el personal, para que si ella pregunta algo, contesten que sufro de presión alta.
Gracias Cristina, me has hecho el hombre más feliz de la tierra, saco de mi bolsillo la cajita aterciopelada de color rojo y la abro retiro el anillo de esmeralda y se la pongo en su dedo, se lo ve tan hermoso en su lindo y delgado dedo.
UNA SEMANA DESPUÉS
En una íntima reunión, entre, amigos y empleados, me casaba por lo civil con mi amada Cristina, ella deseaba casarse de blanco, pero no podía ser y por ser el hombre más poderoso, iba a tener encima a toda la prensa, eso no quería para ella, quería que nuestro matrimonio sea algo íntimo, algo nuestro, no para los demás.
Llega el momento de unir nuestras vidas, me siento tan feliz, la espero junto a la escalera por dónde ella bajará, la veo parada junto al barandal ¡Por Dios es tan bella! Ahora sí podré morirme tranquilo, encontré al amor de mi vida y en estos momentos estoy uniendo mi vida con ella, me pierdo en mis pensamientos, no me doy cuenta de que Cristina está a mi lado.
Ella toma mi mano y me saca de mis pensamientos.
- Amor estás tan bella. - Gracias me dice sonriendo. - La tomo de la mano y nos dirigimos a dónde se encuentra el juez, nos ponemos frente a él, para que inicie la ceremonia.
Minutos después, llega el momento donde nos aceptamos como marido y mujer.
_ Señor Darío Hermes Watheirmer, acepta como esposa a la señorita Cristina García Vega, para amarla y respetarla hasta que la muerte lo separe. - Volteo para mirarla a los ojos, La tomo de ambas manos, acepto amarla, respetarla ni la muerte me separará de ella, por qué después de muerto la seguiré amando. - La veo llorar de alegría.
- Señorita Cristina García Vega, acepta como esposo al señor Darío Hermes Watheirmer, para amarlo y respetarlo hasta que la muerte lo separe. - Ella continúa tomándolo de las manos, eres y serás el amor de mi vida, mi más hermosa casualidad, desde que te conocí olvidé el dolor de mi pasado y trajiste alegría a mi vida, te amo y siempre te amaré.
- Las palabras de Cristina me llenaron de alegría, ambos nos ponemos el anillo de bodas, como unión de nuestras vidas, sellamos nuestra unión con un tierno beso de amor incondicional.
El juez nos entrega actas de matrimonio, para que así ambos puedan firmarlas y todo quede en regla, mis más queridos empleados se acercan muy felices para felicitaros por nuestra unión, hoy mismo saldremos de luna de miel a Hawái.
es una gran novela, lo que si es que me hiciste sufrir mucho con la muerte de Dario, el porque es que se me hizo injusto que no conociera a sus hijos, pero el libro es muy bueno felicidades 🥳🥳🥳🥳
excelente felicitaciones 👍👍👍
Felicitaciones, escritora.