NovelToon NovelToon
Destruiré A La Santa

Destruiré A La Santa

Status: En proceso
Genre:Viaje a un mundo de fantasía / Viaje a un juego / Reencarnación / Aventura
Popularitas:3.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Mayerli Gutiérrez

Una joven es arrojada a las vías de un tren y su existencia se extingue en un instante. Cuando vuelve a abrir los ojos, no encuentra descanso ni luz, sino el cuerpo de la villana secundaria de la novela que siempre odió. La rabia que arrastraba en su antigua vida despierta ahí, más fría y afilada que nunca.
En ese mundo donde la “santa” es intocable y los héroes juegan a ser salvadores, ella decide convertirse en la sombra que los devore. No quiere redención. No quiere justicia. Solo quiere verlos caer.
¿Podrá quebrar la historia que otros escribieron?
¿Quién detiene a alguien que dejó de creer en la misericordia?
¿Y qué ocurre cuando la oscuridad obtiene un nuevo nombre… y un nuevo rostro?

NovelToon tiene autorización de Mayerli Gutiérrez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Arquería

Horas después, Ember salió de la biblioteca con Isha acomodada en su hombro y empezó a caminar sin rumbo fijo.

—¿Qué piensas de lo que te dijo Daniel? —preguntó Isha, rompiendo el silencio.

—que, por ahora, necesito otro lugar donde pasar el tiempo —respondió Ember, sin emoción.

Isha asintió.

Entraron al salón de clases. Ember se sentó en su puesto de siempre y, unos minutos después, Daniel apareció. Caminó directo hacia su antiguo asiento. Al pasar, la miró fijamente.

Ember desvió la vista.

Todo volvió al inicio.

Ember sola.

Daniel en el último puesto, observando.

Lily sentada junto a Katy y Alan.

La diferencia era mínima.

Ember los ignoró durante todas las clases. Tres horas pasaron sin que pronunciara una sola palabra.

En el receso salió al patio y se sentó en una mesa con su bandeja. No había dado ni dos bocados cuando alguien se sentó frente a ella.

Roy.

A su lado, Kaela cruzó los brazos y la miró de arriba abajo.

—¿Ustedes qué hacen aquí? —preguntó Ember, sin ocultar la seriedad.

—Nos enteramos de que espantaste a tus últimos amigls —dijo Kaela con una sonrisa arrogante—. Así que ahora te vamos a vigilar.

—¿Vigilar? —repitió Ember—. ¿Daniel y Lily también me estaban vigilando?

—No —aclaró Roy—. El consejo considera que, si estás sola, podrías representar un riesgo.

Ember chasqueó la lengua.

—De verdad que son molestos.

—Solo cumplimos órdenes de Aldric —respondió Kaela sin inmutarse.

Ember siguió comiendo y le dio un trozo de pan a Isha. Roy no le quitaba los ojos de encima, escribiendo algo en una libreta.

—¿Qué haces? —preguntó Ember.

—Estudiando a tu familiar —respondió Roy, sin levantar la vista.

—Entonces tendrás que verla más de cerca.

Ember tomó a Isha y la colocó frente a él.

—Quédate quieta —ordenó.

Roy sonrió apenas antes de volver a su expresión neutra y comenzar a observarla con atención.

Kaela se levantó y se sentó junto a Ember, apoyando un codo en la mesa.

—Pareces fuerte —murmuró.

—¿Eso crees? —respondió Ember con sarcasmo.

Kaela soltó una carcajada y le dio unas palmadas fuertes en la espalda.

—Algún día deberíamos tener una pelea a puño limpio.

—Cuando quieras —dijo Ember, bebiendo su jugo con total calma.

A lo lejos, Katy observaba la escena.

Sonreía, rodeada de chicas que la elogiaban… mientras sus ojos se estrechaban, fríos y calculadores.

Luego del receso, Ember regresó a clases y el último bloque transcurrió sin incidentes. Las horas pasaron lentas hasta que finalmente sonó la campana que indicaba el inicio de los clubes.

Sin prisa, Ember se dirigió al Club de Armas Mixtas. No esperaba encontrarse con Alan recostado en la entrada, sosteniendo una lanza. Ember se detuvo apenas un segundo, sorprendida, pero enseguida siguió caminando como si él no existiera.

Alan abrió la boca para decir algo…

pero no alcanzó.

—¡Ember, ven rápido, ya vamos a empezar! —gritó Jessica desde el interior.

Ember aceleró el paso sin mirar atrás. Alan se quedó allí, con la lanza apretada entre los dedos y las palabras atoradas en la garganta.

Dentro del campo de tiro, los integrantes de arquería se formaron en filas perfectamente alineadas. Varias manos ayudaron a Ember a colocarse en su sitio, como si llevara años allí.

Jessica caminó al frente con expresión dura.

—Muy bien, chicos. Hoy entrenamos en serio. Las Olimpiadas de Clubes Escolares están cerca —dijo con voz firme—. Y esta vez, el subclub de arquería del Club de Armas Mixtas de Asterveil no va a volver a perder contra el subclub de Eclipseveil.

Su tono se cargó de enojo contenido.

—No pienso tolerar otra derrota.

Antes de que pudiera seguir, Leo apareció y la llamó desde el fondo.

—Jessica, necesito hablar contigo. Descansen cinco minutos.

Jessica chasqueó la lengua, pero obedeció y se alejó. El ambiente se relajó de inmediato y los estudiantes comenzaron a dispersarse.

Ember dudó un momento, luego se acercó a una chica cercana.

—Disculpa… ¿a qué se refería Jessica con lo de Eclipseveil?

La chica pareció sorprendida de que Ember le hablara, pero enseguida sonrió.

—Es que los últimos dos años hemos tenido una racha horrible. Siempre perdimos contra la academia Eclipseveil.

Un chico se unió a la conversación.

—Y no solo perdimos. Ellos se burlaron de nosotros cada vez —añadió—. Por eso Jessica está tan frustrada.

La chica asintió.

—Ya entiendo —dijo Ember en voz baja.

—Pero eso se va a acabar este año —intervino el chico con una sonrisa confiada—. Hemos entrenado duro… y ahora tenemos un prodigio en arquería.

Ember alzó una ceja.

—¿En serio? ¿Quién?

Otro chico se acercó, mirándola directamente.

—Tú.

—¿Yo? —repitió Ember, genuinamente sorprendida.

—Por supuesto —dijo la chica—. Lo que hiciste hoy no lo logra cualquiera.

—Eres increíble —añadió otro.

—Esperamos que nos lleves a la victoria, Ember —dijo el primero con entusiasmo.

—Por cierto —agregó la chica—, mi nombre es Dove, soy de segundo año.

—Yo soy Josua, tercero B —dijo el chico que había hablado antes.

—Y yo Kain, también de tercero B.

—Yo soy… —Ember intentó presentarse.

—No hace falta —la interrumpió Dove con una sonrisa—. Aquí todos saben quién eres.

Antes de que pudiera responder, Jessica regresó.

—¡Formación!

Todos volvieron a sus posiciones al instante y Ember tomó su lugar.

—Bien, chicos. Saquen sus armas espirituales —ordenó Jessica.

Al instante, las manos de todos comenzaron a brillar. En cuestión de segundos, cada estudiante sostuvo un arco distinto al de los demás, únicos en forma y energía, pero igual de impresionantes. La sala se llenó de destellos y tensión contenida.

Jessica se giró bruscamente hacia Ember y se acercó a ella.

—Perdóname, Ember. Se me olvidó que eres nueva —dijo con rapidez.

Sin darle tiempo a responder, tomó su mano y la llevó al frente del grupo. Luego sacó una hoja de papel vieja, amarillenta por el tiempo.

—¿Me prestas tu mano?

Ember obedeció. Jessica, con un movimiento preciso, hizo un pequeño corte en su dedo. Una sola gota de sangre cayó sobre el papel, que reaccionó de inmediato con un leve resplandor.

—Sostén el papel y repite lo siguiente —indicó.

Ember respiró hondo y leyó en voz alta:

> “Luz que nace más allá del firmamento,

hilo del cielo, juramento eterno.

Por la estrella que guía y el vacío que observa,

desciende ahora y toma forma.

No para la guerra, sino para el juicio,

no para la ira, sino para el destino.

Respóndeme.

Arco Celestial, manifiéstate.”

Al pronunciar la última palabra, la mano de Ember se envolvió en una luz dorada intensa. La energía se elevó, giró sobre sí misma y tomó forma lentamente.

Ante ella apareció un arco majestuoso, hecho de luz condensada. Su estructura parecía tallada en cristal celestial, con vetas luminosas que fluían como constelaciones vivas. Las extremidades del arco se curvaban con elegancia, y en su centro brillaba un núcleo etéreo, similar a la energía que rodeaba a Isha: pura, serena y antigua. El arma no parecía pesada ni agresiva, sino consciente, como si estuviera observando a todos los presentes.

El silencio fue absoluto.

—Es increíble… —murmuró alguien.

Jessica sonrió, pero enseguida recuperó la compostura.

—Y ahora viene lo más importante —dijo—. Descubrir tu don.

Se acercó un paso más.

—Solo di: “Don, enséñate.”

—Don, enséñate —repitió Ember.

Frente a ella, dos palabras aparecieron flotando en el aire, escritas con luz.

Jessica abrió los ojos de par en par.

—Eso… eso es imposible.

Todos la miraron.

—Por norma, cada estudiante manifiesta un solo don especial —explicó—. Pero a ti… te tocaron dos.

Ember leyó en voz baja:

—Infinidad… y Rastreo.

Jessica pasó de la sorpresa a la euforia en un segundo.

—Esto es más que impresionante —dijo, casi saltando de emoción—. Con esto vamos a ganar.

Su sonrisa se ensanchó, pero su tono ya no era solo entusiasta.

1
Olga Lidia Leal
tuve dudas al empezar a leer,sin embargo al ir avanzando,ando la trama me atrapó y estoy fascinada ,no puedo con la incertidumbre, será actualizada?si, por favor,gracias
Romy Luz
mas capitulos 👌
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play