Luna después de tener lujos y unos padres amorosos, conoce a Joseph; un hombre carismático y guapo.
fue amor a primera vista, dándole lugar al amor en su corazón.
Joseph tiene un hijo de 3 años, llamado Esteban, el cual llegara a ser la mayor debilidad de Luna y por quien estará dispuesta a dar su vida.
Pero Joseph no es nada de lo que aparenta, y detrás de esa fachada, oculta un lado psicópata, en dónde lo único importante para él, es él mismo.
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Diana
Por otro lado!
Joseph tenía la muñeca de Elena agarrada fuertemente, a punto de romperla.
Hacia un momento que ella había ido a reclamarle, ya que lo había descubierto con otra de sus tantas amantes.
En su enojo, le dio una fuerte cachetada y había agarrado a la chica por los cabellos.
Joseph: al parecer se te subió el poder a la cabeza, perra!
Elena: me vas a romper la muñeca! Suéltame.
Joseph: quien te crees que eres para venir a reclamarme y agredir a una de mis trabajadoras? ¿Y encima de eso me golpeas? ¿Acaso se te olvidó de la pocilga que te saque?
¿Se te olvidó que lo que tienes y eres, eso es gracias a mí? Y si yo quiero puedo hacer de tu vida un infierno?
Elena: no te atreverías! Sé muchas cosas y soy la madre de tu hija.
Joseph: no me atrevería? Entonces si se te subió el poder a la cabeza. Jaja! ~~ riendo de manera sádica ~~
Elena: que me vas a hacer? ¿Acaso quieres que sea feliz, mientras tú te revuelcas con estas zorras? Yo soy tu mujer.
Joseph: ja, ja, ja! Me tienes cansado, no eres más que una muerta de hambre que saque de un basurero, que ahora tiene aires de grandeza.
En cuanto a la niña, crees que me importa? Mande a la muerte a Esteban que era mi hijo y no me dolió. Si conservo a la niña intacta y bajo tantos lujos, es porque vi lo hermosa que es y pienso sacarle una buena ventaja a eso.
Elena: que dices? Con mi hija no te metas bastardo.
Joseph: tu no tienes ni voz ni voto! Esa niña me dará un buen contrato dentro de unos años. La entregaré en matrimonio a un buen socio, que me dara un buen negocio y una buena inversión.
Inyectará millones a mis negocios, esa niña me va a dar más, de lo que tu inservible existencia me ha dado.
Elena: jamás lo voy a permitir Joseph! No vas a usar a mi hija para tus porquerías y sucios negocios.
Joseph: jaja! Nada puedes hacer. Ahora, es momento de sacarle un buen dinero a todas esas inversiones que he hecho en tu cuerpo. Por lo menos, la inútil de Luna me dió todo esto; y tú? Solo me has dado gastos y molestias.
así como metí a mi madre a trabajar a los bares, así lo harás tú.
Elena: noo! No me puedes hacer esto. Acaso crees que soy una más de esas put*s?
Joseph: por lo menos ellas saben su lugar. Saben que tienen que complacerme y no molestar.
****: señor! Cómo está aquí con esta mujer, voy a atender a un buen cliente que me escribió; Es uno de sus mejores socios.
Cómo usted siempre dice, es mejor mantenerlos felices y tendré los lujos que quiero.
Joseph: lo ves? Ella sabe bien su posición, sabe que tiene que trabajar y ser obediente; si se porta bien, la vida a la que está acostumbrada, está asegurada.
La chica se acercó y le dió un beso a su jefe y miro de manera arrogante a Elena, que estaba tirada en el suelo.
*****: me escribe si necesita de mi.
Joseph: seguro que sí, linda.
Joseph se relamio los labios, viendo como la chica salia de su oficina meneando el trasero; esa era una de sus mejores trabajadoras.
Luego miro a Elena y llamo a uno de sus hombres.
Joseph: llévala al bar, que la arreglen y comience a trabajar esta noche como mesera. Si piden privados, está disponible también.
Dile a los chicos que tampoco sea barato el servicio que vaya a dar; algo tengo que sacarle a esta perra.
Elena: Joseph nooo! No me hagas esto, Joseph!
Elena fue arrastrada por los hombres de Joseph y enviada a uno de los bares más concurridos.
Joseph en los últimos años, había hecho crecer sus negocios de manera ilegal. Estaba involucrado en la prostitución y venta de drogas.
El negocio que alguna vez fue de la familia de Luna, ahora era usado para lavar el dinero.
Luna en todos estos años, estuvo pensando crecer y hacerse fuerte, para regresar y acabar con él. Una de las ventajas, es que él creía que ella estaba muerta.
Ese mismo día, Joseph recibió una visita, un tanto peculiar.
Asistente: jefecito!
Joseph: dime reina! ¿Vienes a quitarme el estrés que me dejó esa inservible?
Asistente: si quiere puedo venir después, Pero lo está buscando una persona y parece importante.
Joseph: una persona?
Asistente: una mujer que dice que conoce al antiguo dueño de este lugar.
Joseph: dile a los chicos que estén pendientes en la puerta, y puedes dejarla entrar.
Asistente: como usted diga jefecito!
La asistente dio las indicaciones de Joseph y llamo para qué dejarán entrar a la mujer que estaba afuera del local.
Joseph: ¿Me dicen que quería hablar conmigo?
Diana: sí! Vine de visita a esta ciudad y me sorprendió el saber que Mariano no era el dueño de este sitio.
Joseph: así es! ¿Y puedo saber quién eres y que quieres? Porque si no, no vas a salir viva de este lugar.
Diana: ja, ja, ja! No me hagas reír. Eres un pobre diablo, tus amenazas me tienen sin cuidado.
¿Acaso crees que esos que dejaste en la puerta, aún están ahí?
Diana dio dos palmadas y entraron cinco hombres, armados y con cara de psicópatas.
Joseph: pero que mierd...
Diana: ahora sí! Ya que tengo tu atención, hablemos.
Mi nombre es Diana y soy hija de una de las familias más poderosas de toda Rusia. Mariano y yo, nos criamos juntos.
Joseph: y a mí que? ¿Me vas a matar y a devolverle todo? Tengo tantos aliados, que no saldrás de este país viva.
Diana: por los momentos no te voy a matar, y en cuanto a tus aliados, no les tengo miedo. Una señal mía y los destruyó a todos!
¿entonces? ¿Vas a quedarte tranquilo y me vas a escuchar?
Joseph: adelante!
Diana: yo estoy interesada en invertir en tus negocios; Mariano es un hombre, que aunque creció en la mafia, no se mete con ciertas cosas.
Sus abuelos lo criaron de esa forma, pero existen negocios que dejan millones y tú lo sabes.
Joseph: si! Es verdad...
Diana: entonces! ¿Que dices si invertimos en más trabajadores sexuales? Inyectamos más dro** y en otros negocios que se que nos dejarán buen dinero?
Joseph: me interesa!
Diana: sabía que tú no eras tan estúpido, ni santurrón. Vamos a importar mercancía extranjera, de varios países; tú sabes! Para darle variedad a los clientes.
Joseph: como serán las ganancias?
Diana: vamos a la mitad, la entrada será buena para los dos.
Joseph: listo! Pero tienes que saber que me gusta probar mucho de mi mercancía.
Diana: por mí no hay problema! Solo no las golpean, ni las maltraten; ellas deben verse bien para los clientes.
Por supuesto que existen clientes que pagan diez veces más, si le das mercancía que no ha Sido tocada.
Joseph: eso lo sé! Entonces quedamos así.
Aunque desde hace algunos años, tengo a Mariano encima de mí. Pero él no ha avanzado mucho, gracias a mis aliados.
Solo que ha matado a unos cuantos, sino que siempre me rodeo de más aliados. Se me estaba haciendo difícil, pero ahora con tu ayuda, lo puedes quitar del camino?
Diana: a Mariano me lo dejas a mí; él no se volverá a meter en nuestro negocio. ¿o que piensas, socio?
Joseph: si lo pones de esa manera, es un trato socia.