En Manos Del Mafioso

Emily asintió con firmeza. -Entendido, lo haré-, dijo con convicción. -No te preocupes por mí, sé cómo cuidar de mí misma. Pero, si algo extraño ocurre, tú serás la primera en saberlo-.

Los días pasaron rápido, y finalmente llegó el día de la fiesta que organizó la empresa de Emily. El motivo de la fiesta era recibir a un nuevo inversionista que estaría interesado en invertir gran cantidad de dinero en la empresa. Esto significaba un gran impulso para el negocio y la oportunidad para que Emily y sus colegas demostraran sus habilidades de negocios y ganaran aún más reconocimiento y respeto en el mundo corporativo.

El salón de eventos estaba elegantemente decorado para la ocasión, y los invitados comenzaban a llegar, todos vestidos con sus mejores atuendos. Las conversaciones fluían entre los invitados mientras disfrutaban de los aperitivos y bebidas que ofrecían los meseros.

El corazón de Emily dio un vuelco cuando reconoció la voz familiar detrás de ella. Cerró los ojos, deseando que fuera una alucinación y que él no estuviera realmente ahí. Pero cuando los volvió a abrir, él estaba allí, justo a unos pasos de distancia, con su presencia imponente y misteriosa.Él la reconoció casi de inmediato, y sus ojos se posaron en ella con una mirada intensa y penetrante. Estaba vestido con un traje oscuro que resaltaba su figura musculosa y su porte confiado. Su rostro tenía una expresión neutra, pero Emily reconoció el destello de reconocimiento en sus ojos.Él se acercó a Emily y a Sophia, saludándolas con un movimiento de cabeza. Su presencia parecía dominar el ambiente a su alrededor, y un suspiro colectivo pareció atravesar a los demás invitados, atraídos por su sola presencia.

-tu.. no me digas que eres el nuevo inversionista-

Luca esbozó una sonrisa ligeramente sardónica, con un brillo de ironía en sus ojos. -Supongo que adivinaste bien-, dijo él, con la voz profunda y autoritaria de siempre. -Soy yo, en efecto, el nuevo inversionista-.

Emily se quedó sin palabras por un momento, todavía intentando procesar su presencia. Su mente estaba reviviendo los recuerdos de su encuentro anterior, y su corazón latía con fuerza en su pecho. No esperaba encontrase de nuevo con él, mucho menos en un evento como ese, pero allí estaba, tan imponente y atractivo como siempre.

Sophia miró de reojo a Emily, notando su repentina tensión y la forma en que su mirada estaba fija en Luca. Podía darse cuenta de la tensión entre ellos y el efecto que él tenía en su amiga, pero decidió mantenerse en silencio por el momento.

-¿trabajas aqui pequeña?-pregunto el

Emily se estremeció con su comentario, recordando su primer encuentro y cómo él la había llamado -pequeña- de manera tan arrogante. Su irritación se hizo presente por un momento, pero se las arregló para controlar su expresión y responder con calma. -Sí, trabajo aquí-, dijo ella, manteniendo su voz firme. -Soy la gerente de marketing de esta empresa-.

Luca arqueó una ceja con interés, aparentemente impresionado por su posición. Su mirada se paseó por ella, observándola cuidadosamente de arriba abajo, como si la estuviera evaluando. -Así que eres la gerente de marketing, ¿eh?-, dijo con cierta sorpresa en su voz. -No me imaginaba que una chica pequeña como tú estaría a cargo del marketing-.

Emily apretó los puños, molesta por la forma en que él la estaba analizando. Su comentario de -chica pequeña- le molestaba, y le causaba un nudo en el estómago. Quería responderle, pero se contuvo, recordando que estaban en un evento profesional y que debía mantener su comportamiento. -Sí, así es-, dijo con brusquedad. -Soy perfectamente capaz de manejar mi trabajo, independientemente de mi tamaño-.

Luca sonrió ampliamente ante su respuesta, claramente divertido por su irritación. Su mirada se volvió más intensa mientras la estudiaba con atención. -No lo dudo, pequeña-, dijo él con tono burlón. -Estoy seguro de que eres muy capaz a pesar de tu tamaño diminuto-.

Luca sonrió ampliamente ante su respuesta, claramente divertido por su irritación. Su mirada se volvió más intensa mientras la estudiaba con atención. -No lo dudo, pequeña-, dijo él con tono burlón. -Estoy seguro de que eres muy capaz a pesar de tu tamaño diminuto-.

La sonrisa de Luca se ensanchó todavía más, claramente divertido con su frustración. Se inclinó un poco hacia adelante, acercándose a ella y reduciendo la distancia entre ellos. -Oh, pequeña, me encanta tu espíritu combativo-, dijo él con un toque seductor en su voz. -Eres tan diminuta pero feroz. Me encanta-

sophia agarro a emily y le susurro -tranquilizate, es el inversionista que esperabamos, deberiamos tratarlo bien hasta que termine la fiesta, que otras personas hablen con el-

Emily tomó una respiración profunda, escuchando las palabras de su amiga. Aunque le costaba admitirlo, sabía que tenía razón. Necesitaba controlarse y actuar de manera profesional, incluso frente a alguien como Luca Bianchi. Asintió en silencio, decidida a contenerse y enfocarse en el propósito de la fiesta: impresionar al inversionista.

-Tienes razón- susurró Emily, aún con la voz tensa.-Necesitamos mantener las apariencias y asegurarnos de que él vea lo valiosos que somos para la empresa. Sólo tengo que contenerme y mantener la calma durante el resto de la fiesta-

Sophia le ofreció una sonrisa comprensiva y alentadora. -Tú puedes hacerlo- le dijo ella en voz baja. -Sé lo frustrante que es para ti, pero tienes que soportarlo, por el bien de la empresa. Sólo unas horas más y estará todo terminado-.

Emily asintió de nuevo, agradecida por el apoyo de su amiga. -Está bien-, dijo ella, exhalando un suspiro y tratando de calmarse. -Lo haré lo mejor que pueda. Sólo tengo que fingir que puedo soportar a ese arrogante presuntuoso por un tiempo más-.

-Bien señor Bianchi, por alli estan los demas inversionistas y el ceo-

Luca miró hacia la dirección que le había indicado Emily y vio a los otros invitados y al CEO del lugar hablando animadamente unos metros más allá. Su sonrisa se desvaneció un poco mientras respondía a su comentario. -Gracias por la información, pequeña-, dijo él, dirigiéndole una última mirada calculadora antes de alejarse para acercarse a los otros invitados.Emily soltó un suspiro de alivio en cuanto él se alejó, finalmente se sentía un poco más relajada sin su presencia. Sophia se rio suavemente a su lado. -Lo manejaste bien-, dijo ella, dándole una palmadita en el hombro. -Y al menos ahora ya no tiene tiempo para molestarte-.Emily suspiró, tratando de calmarse completamente. -Sí, al menos eso es algo bueno-, dijo ella. -Pero, maldita sea, es tan irritante. Su manera de burlarse de mi tamaño y comportarse como si fuera superior a mí... simplemente me saca de quicio-

-Lo sé, lo sé-, dijo Sophia, comprensiva. -Pero no puedes dejar que él llegue a ti. Especialmente no ahora cuando su inversión puede significar tanto para la empresa. Sólo tienes que soportarlo un rato más. Puedes hacer eso, ¿verdad?-.Emily asintió, tomando otra respiración profunda para centrarse. -Sí, tienes razón-, dijo ella con decisión.-Ya casi acaba la fiesta. Tengo que concentrarme en ser amigable y profesional con él durante el resto de la noche. Puedo hacerlo. No dejaré que sus comentarios me afecten-.

Emily se recostó contra la barandilla del balcón, cerrando los ojos y disfrutando de un momento de paz y tranquilidad. Después de la presión constante de la fiesta y estar cerca de Luca, necesitaba un respiro.

El fresco aire de la noche acarició su rostro mientras respiraba hondo, permitiéndose relajarse un poco.

La música y las conversaciones desde adentro del salón llegaban suavemente hacia el balcón, creando un leve fondo de ruido. Emily se sentía agradecida por el momento de calma, sabiendo que tendría que volver a la fiesta y actuar profesionalmente. Sin embargo, por ahora simplemente se permitió disfrutar del silencio y la oscuridad de la noche por un momento más.Justo cuando estaba empezando a sentir un poco más de paz, escuchó la puerta del balcón abriéndose y pasos acercándose. Su corazón dio un vuelco, con el presentimiento de quién era. Abrió los ojos justo a tiempo para ver a Luca Bianchi apareciendo en el balcón, con la puerta cerrándose silenciosamente detrás de él.-Hola, pequeña-, dijo él con su voz profunda y confiada, cruzando los brazos y apoyándose contra la barandilla del balcón a un par de pasos de distancia. Su presencia parecía llenar rápidamente todo el balcón, dejando a Emily sin escapatoria.Emily sintió un estremecimiento recorrerle la espalda ante su llegada. Su presencia era abrumadora, y su tono condescendiente hacía que le hirviera la sangre. Intentó mantener su expresión tranquila mientras lo miraba. -Luca-, dijo ella finalmente, con cierta tensión en su voz.-No te esperaba aquí-.Él soltó una risa suave, como si encontrara divertido el malestar de ella. -Oh, sólo quería disfrutar un poco del aire fresco también-, dijo él con calma, mirándola con atención. -Pensé que te encontraría aquí. Has sido difícil de encontrar durante la mayor parte de la noche-Emily se cruzó de brazos de manera defensiva, tratando de mantenerse firme bajo su mirada penetrante. -He estado ocupada-, respondió ella sin más, sin darle mayores explicaciones ni detalles sobre sus actividades durante la fiesta.Él arqueó una ceja con ligera curiosidad. -Ah, ¿ocupada, eh?-, dijo él, acercándose un poco más. Su sonrisa sarcástica se ensanchó mientras la miraba de pies a cabeza. -Pensé que estarías más tiempo bailando y socializando. No creía que te gustaría tanto esconderte en el balcón-. Emily resopló, irritada por su tono condescendiente. -No lo hago por gusto-, respondió ella bruscamente. ---Quizás simplemente no disfruto especialmente la presencia de ciertas personas en ese salón-. Él soltó una risa suave, claramente divertido por su respuesta.-Oh, no me digas-, dijo él, con un toque de burla en su voz. -Entonces, ¿me estás diciendo que yo soy una de esas personas que te hace querer irte a esconderse aquí afuera en el balcón? Me siento tan honrado-.Emily tuvo que contener las ganas de rodar los ojos ante su sarcasmo. -No es algo que deba sentirse honrado, créeme-, replicó ella, manteniendo la calma a pesar de su creciente fastidio. Su mirada se deslizó hacia el salón, donde la fiesta seguía en pleno auge. -Hay muchas personas ahí adentro que son mucho más agradables que tú-.

Él soltó un tarareo, aparentemente sin inmutarse por su comentario. -Oh, ¿de verdad?-, dijo él, con una sonrisa sardónica. -Entonces, ¿por qué no estás adentro, disfrutando de su compañía en lugar de estar aquí, escondida conmigo en el balcón?-.Emily apretó los dientes con frustración, sabiendo que él tenía un punto. Pero no quería darle la satisfacción de admitir que tenía razón, así que simplemente se encogió de hombros y mantuvo su expresión serena. -Simplemente necesitaba un descanso de todo el ruido y la charla- respondió ella, con voz más suave. -Nada más-Él soltó otra risa suave, como si sospechara que había más en eso que ella le estaba diciéndole. Se acercó un poco más, acortando la distancia entre ellos. -No te creo-, dijo él, con su voz profunda y segura. -Creo que hay otra razón por la que decides esconderte aquí conmigo, pequeña-

-Bien antes de que vuelva adentro te agradezco por la primera vez que nos vimos-

-Bien antes de que vuelva adentro te agradezco por la primera vez que nos vimos, Luca-

Él se tensó un poco al recordar ese encuentro, pero se recuperó rápidamente y siguió con su sonrisa presuntuosa. -No tienes que agradecerme, pequeña-, dijo él, sus ojos fijos en ella. -Fue memorable, por decir lo menos-.A pesar de sí misma, Emily no podía evitar sentir un cosquilleo en su estómago ante su mirada. Su presencia era abrumadora y su tono dominante le hacía pensar cosas que no quería reconocer, pero trató de mantener la calma y responder con calma.

-Sí, memorable en sentido negativo-, respondió ella, tratando de parecer impasible. -Tu comportamiento fue insoportable y arrogante-.