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Plata

Plata

Status: En proceso
Genre:Amor-odio / Apoyo mutuo / Amor en la guerra / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad / Viaje a un mundo de fantasía
Popularitas:32.7k
Nilai: 5
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Noveno libro de saga colores.

El reino se tambalea con la llegada de la nueva reina proveniente de una tierra desconocida, Sir Levi, ayudante del rey, emprenderá un viaje para hacer un trato con el gobernante, Eudora, la aspirante espía, insistirá en acompañarle, una tentación a la que el sir no podrá resistirse.

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24. Huida al mar

...EUDORA:...

— Los van a asesinar — Tomé una lanza.

Dilan me tomó el brazo — ¡Espera, no hagas nada tonto, nos van a descubrir!

— No podemos permitir que los asesinen, hay que ayudarlos.

Corrí fuera de las rocas, al grupo de hombres, estaban por apuntar las ballestas, me acerqué por detrás. Los niños y mujeres abrieron sus ojos como platos, encajé la punta de la lanza por la espalda del primero.

Los otros me apuntaron, usé el que estaba empalado en mi lanza como escudo, dispararon sin piedad.

Las lanzas se encajaron en el grupo de hombres.

Aventé el cuerpo al suelo.

Tomé una ballesta.

Los salvajes que no seguían habían matado al grupo de hombres, las mujeres y niños lloraban.

Les hice señas, para indicarles que corrieran.

Las mujeres y niños intentaron correr, alejándose por la orilla.

Disparé la ballesta hacia el grupo de salvajes.

Dilan se aproximó, también tomó una ballesta, empezó a disparar hacia los salvajes que gritaban y corrían.

Solo pudimos derribar a unos pocos.

Marlon y Osmar se unieron al ataque.

Los salvajes eran demasiados.

Soltamos las ballestas y corrimos.

Albert estaba guiando a la gente por la playa.

Levi venía arrastrando un bote por la orilla, su padre también hacía lo mismo.

Al ver al grupo de gente que corría, se detuvo en seco.

— ¡Los salvajes! — Grité y abrió sus ojos como platos.

— ¡Suban al bote, ya! — Gritó a la gente, al recordar que no hablaban su idioma cambió a Polemo.

Los niños y mujeres se apresuraron, subieron a los botes.

— ¡Albert, Dilan! — Gritó a ellos dos cuando los alcanzamos — Guíen a la gente al barco, yo iré a buscar otro para nosotros.

Ellos se aproximaron a los botes, ya llenos por las mujeres y niños.

Albert dejó a la salvaje junto al grupo para poder tomar el remo.

Empezaron a surcar las olas.

Corrí junto a Levi y su padre, Marlon y Osmar nos siguieron para buscar otro bote.

Adentro de una cueva había muchos botes.

Los hombres del rey estaban muertos, asesinados en la entrada. Cortesía de Levi y su padre.

Tomé una espada de uno de los cuerpos.

— ¡Solo un bote! — Gritó Levi, tirando de una soga, Marlon y Osmar le ayudaron a arrastrarlo.

Quesac estaba vigilando en la entrada.

Hizo señas.

— ¡Rápido! — Gritó Levi, armando con una ballesta.

Disparó a los demás botes.

Ahí no había barco, seguramente lo tenían escondidos en otro lugar, la princesa Freya no hubiese llegado a Floris de no tener barcos.

Levi se alejó a la entrada.

Empezó a disparar mientras los otros sacaban el bote de la cueva.

Levi disparaba, cuidando nuestras espaldas mientras llegábamos a la orilla.

Empujaron el bote hacia las olas.

— ¡Suban! — Gritó, los salvajes estaban demasiado cerca.

El primero llegó, blandí mi espada, cortando su cuello, Levi golpeó a varios, las lanzas nos rozaron.

Levi me empujó hacia el bote, caí adentro.

Quesac los mantuvo entretenidos, usando la lanza, peleando y gruñendo.

— ¡Quesac! — Gritó Levi, llegando al bote, subiéndose.

Su padre intentó aproximarse.

Los salvajes lo rodearon.

Salí del bote.

— ¡No, Eudora! — Gritó él cuando salí a ayudarle, cortando a los salvajes en los brazos y piernas.

Retrocedieron.

Tomé a Quesac del brazo y corrimos al bote.

Salté adentro.

Marlon remo.

Los salvajes intentaron entrar a las olas, pero empezaron a gritar, asustados por la corriente fuerte.

El bote se balanceó agresivamente.

Pero, Marlon siguió remando, Osmar le ayudó.

Los botes de Albert y Dilan estaban un poco más alejados.

Los salvajes aventaron sus lanzas y gruñeron.

Nos alejamos de la orilla más y más.

Chocando contra las olas.

El padre de Levi parecía un gato asustado, se aferraba al bote, temblaba y gruñía, observando las aguas agresivas, con los ojos muy abiertos.

Levi intentó tranquilizarlo, alzando las manos, haciendo señas extrañas.

Su forma de comunicarse con su padre era más el vínculo arraigado de la sangre que hacía que se entendieran sin mencionar muchas palabras.

Me quedé en el medio del bote, suspirando aliviada al ver que nos aproximamos más y más al barco.

Levi se sentó a mi lado, su padre seguía temblando, tratando de serenarse.

Levi rodeó mis hombros y me pegó a su cuerpo.

No comprendía su acción tan cariñosa.

Incluso dió un beso en mi frente, inhalando profundamente en mi cabello.

Observé las murallas.

El rey estaría echando chispas.

Su guerra estaba sentenciada al fracaso.

...****************...

El barco salió de Polemia al atardecer.

Reunimos a la gente en la bodega, Dilan atendió las heridas de las madres y niños, eran diez niños y un total de seis mujeres, lo que significa que tal vez algunos eran huérfanos.

Estaban muy agradecidos y lloraban sin parar.

Ayudé a darles de comer, algo que aumentó sus alegrías, agradecieron en su idioma.

Los dejamos dormir en las camas de los hombres que perecieron.

La gente que sería ejecutada era prueba de que Barbany era un tirano y que su guerra no era conveniente, que solo era para su propio beneficio.

El rey Adrian se convencería de ello al ver a los rescatados.

Volví al camarote de Albert.

Quesac estaba observando todo, horungando cada cosa que encontraba interesante, Levi había intentando convencerlo de ponerse ropa decente, pero negó con la cabeza y siguió con sus pieles desgastadas, también intentó cortarle el cabello y la barba, a lo que se negó también.

La comida fue lo único que aceptó, se atragantó sin parar, maravillado por los nuevos sabores.

— ¿Podrías decirle qué deje eso? — Albert observó a Levi con impaciencia, al ver que Quesac tomaba un adorno de un elefante.

— Jamás ha visto un elefante — Dijo Levi, cerca de la mesa, tenía sus aretes puestos— Yo tuve la misma impresión en su momento, no podía parar mi curiosidad ante tantas cosas nuevas que antes no existían en mi mundo.

Quesac olió la figura, entretenido.

— Lo va a romper, un hombre de Perca me lo obsequió en agradecimiento por la buena mercancía que le entregué, es una reliquia ancestral — Gruñó Albert, refiriéndose a las tierras áridas en el centro del este.

— Tu niña salvaje hará lo mismo cuando despierte — Señaló a la salvaje en el catre, estaba inconsciente por el cansancio.

Dilan recibió varios rasguños cuando la estaba suturando.

El cabello estaba esparcido por el catre, la capucha de lobo estaba tirada en el suelo, su rostro hermoso relajado.

— Espero que no sea tan curiosa.

— Lo será — Levi elevó una ceja — Todo esto es nuevo para ellos.

— ¿Qué haremos con ellos al llegar a Floris? — Preguntó Albert.

— Le contaré al rey Adrian lo sucedido, le mostraré a la gente que rescatamos y también a los salvajes, le haré entender que ellos merecen vivir sin ser molestados y que el rey Barnaby es el único que debe dejar Polemia — Gruñó Levi, apoyando las manos de la mesa, observando el mapa mundi.

— Espero que entienda — Dijo Albert y observó a la salvaje — ¿Crees qué yo pueda conservarla?

— ¿Estás loco? — Siseó él — No es una mascota a la que puedas conservar y ya.

— No tiene a nadie... No conoce más que la nieve y al resto de los salvajes, se sentirá desorientada y sola...

— ¿Y tú crees qué puedes encargarte de ella?

— Por supuesto — Dijo él, de forma firme.

— Eso lo decidirá el rey Adrian.

— Es una persona ¿Por qué el rey debe decidir su destino?

— Cuando pisemos Floris, la gente de Polemia, mi padre y esa salvaje se convertirán en refugiados, solo el rey decidirá que hacer con ellos, estoy seguro de que no será injusto con sus destinos, a menos no con los niños y las mujeres.

— ¿No estás seguro de lo qué le hará a tu padre y a la salvaje? — Siseó Albert.

— No puedo saber que impresión tendrá, pero voy a tratar de explicarle bien — Levi inclinó su cabeza a un lado.

— ¿Si decide devolverlos o ejecutarlos? ¿Aceptarás ese destino para ellos? ¿Para tu padre? — Albert frunció el ceño.

— No, no permitiré que se les trate injustamente, el rey debe comprender que los salvajes tienen su propia naturaleza, su manera de ser, su cultura y su forma de ver el mundo y que eso no los hace malvados — Al oírlo hablar así, lo admiré más.

— ¿Y si les permite adaptarse?

— No creo que puedan — Dijo Levi, cruzando sus brazos.

— Tú pudiste hacerlo.

— Dejé Polemia cuando era solo un niño, fui comprado por una mujer que tuvo la paciencia para adoctrinar mi comportamiento salvaje, me tomó años aprender a hablar como ustedes, a ser como ustedes, a comportarme civilizadamente, a saber cómo se manejaba el mundo, aún hay ciertas cosas que no puedo comprender.

— No es imposible — Albert insistió.

— No, pero mi padre ya es un hombre mayor, con su naturaleza firme, él me a mirado como si fuese un desconocido, obviamente, no aprueba mi cambio y prefiere lo que para él es normal — Dijo, con resignación — Solo quería rescatarlo y tenerlo a mi lado, me basta con cuidarlo hasta el fin de sus días.

El padre de Levi se veía joven, su cabello no tenía ni una cana, pero él tenía razón, un ser maduro era muy diferente a un niño, tenía sus convicciones firmes.

— Estoy seguro de que pueden aprender.

— Esa salvaje puede que opine lo mismo como mi padre, tal vez no quiera cambiar, Albert, no te ilusiones solo porque la rescataste — Levi lo observó con dureza — Tienen su propia naturaleza y no es nada como lo que conoces.

— Lo sé, pero si desea cambiar, yo le ayudaré.

— Estar en medio de los extremos me hizo comprender una cosa, desde la perspectiva de un salvaje, nosotros los civilizados somos raros, así como los miramos ellos nos miran, no podemos obligarlos a aceptarnos, tampoco a cambiarlos.

— Es entendible — Albert suspiró — Pero, sigo insistiendo, tú te adaptaste.

— Eso no significa que no he dejado de lado mi origen, cada quien es diferente.

— Esperemos que el rey sea justo con ellos — Dije, para aligerar la situación — Solo debemos llegar a Floris y que él decida.

Algo cayó al suelo.

Observamos hacia Quesac.

— ¡Ya lo rompió! — Albert se llevó una mano a la frente.

Él recogió la trompa rota de la escultura, intentó colocarla de nuevo, volvió a caerse, Quesac parecía confundido.

— ¡No, déjalo!

— Esa escultura es falsa, te engañaron — Dije, entre risas.

— Oh, no.

...****************...

Volví a mi camarote, tocando la litera.

Estaba agradecida de salir con vida de aquel lugar infernal.

Levi abrió la puerta y entró.

Lo observé.

Me observó de vuelta.

Caminé hacia él.

— Levi... Yo...

— ¿Qué sucede?

— ¿Qué pasará con nosotros? — Pregunté y se desconcertó — Llegaremos a Floris y...

— Cumpliré con mi promesa, te daré un puesto como espía, es más, deberías estar en la fila de ejércitos del rey, eres tan capaz de combatir...

— Me refiero a nosotros, a lo que sucede entre los dos...

— Eso no terminará.

Empezó a quitarme el abrigo.

Le dejé hacerlo.

Me desnudó lentamente, se agachó y me quitó las botas, me apoyé de la litera para levantar mi pie y facilitarle la tarea.

Bajó mis pantalones y me dejó desnuda.

Tomó mis manos y la colocó en su pecho.

— Quítame la ropa.

No sé había quitado la ropa rota.

La terminé de romper y abrió mucho los ojos.

— Ya estaba rota.

— Tendrás que pagarme las dos camisas — Elevó una ceja.

— Te lo pagaré.

Desaté su cinturón, me ayudó, quitándose las botas.

Le bajé los pantalones.

Liberando su miembro erecto y pintado por los símbolos de la fertilidad.

Me agaché.

Dudosa de si me dejaba hacerlo, me llevé a la boca con cuidado.

Saboreé.

Tan masculino, tan fuerte.

Se estremeció y gimió.

— De lo que se pierden los salvajes — Jadeó, tomándome de la cabeza — Eres exquisita cuando tomas el control, Eudora.

Empujó y me atraganté, pero me esmeré succionando.

Gimió en alto.

No me detuve hasta sentir la cascada cálida en mi garganta.

Se alejó.

— Maldición — Jadeó y me levanté, lamiendo mi boca.

— Hazme el amor — Dije y se abalanzó sobre mí.

Me acosté con él encima de mí.

Besó mi cuello, deslizando sus labios por mi cuerpo, se alimentó de mis frutos.

Bajó por mi abdomen.

Sumergió dos dedos en mí y gemí, arqueando mi cuerpo, lamió arriba mientras me tomaba.

Enterré las manos en su cabello.

Sollocé de placer, sintiendo olas de calor en mi cuerpo.

Levi se elevó después de dejarme temblorosa.

Se rozó en mí y me penetró lentamente.

Rodeé su espalda y cerré mis ojos.

Sus caderas ondeando, uniéndose a mí, con lentitud y profundidad.

Me besó una y otra vez, acaricio mi cuerpo.

— Puedes darme nalgadas si quieres — Jadeé, al sentir su lado salvaje muriendo por tomar el control.

Me giró boca abajo.

Me dió nalgadas tan fuertes que el picor se extendió en todo mi ser.

Penetró mi cuerpo de ese modo.

Entrelazó sus manos con las mías sin dejar de tomarme.

— Te amo — Se me salió entre gemidos.

Levi me dió con más fuerza, no supe si escuchó.

Me sentí nerviosa, con el corazón a trote.

Colapsamos juntos.

Sentí mi interior cálido con su derrame.

Se acostó a mi lado.

Jadeando.

— Se siente bien hacer el amor — Suspiró y me recosté en su pecho, cohibida aún.

Observé a Levi y él me evaluó.

— ¿Qué sucede? — Me preguntó.

Al parecer no escuchó.

— Nada.

1
juana maria meneses bautista
excelente inicio de la historia una nueva aventura que leer....
lu
obvio que escuchó, por eso se sintió más emocionado
lu
la saga es muy buena
Yise
Golozaaaaaaa aissshhh q calorrrchh q capitulo más intenso ufffffff mira q jiros más bruscos e inesperados dio, pero me encantó....... Eudora bb cosita rika debes estar agradecida q has atrapado a esa fiera solo para tí, así q ve con calma q ya ese macho pecho peludo espalada plateada es tuyo todo tuyo. Golozaaa /Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle//Chuckle/
Blacina Calvo Fernández
Excelente historia. Poco a poco Eudora ha ido enamorando a Levi.
Yilli Paola Soto Nuñez
claro que escucho y por eso se prendió más que no se resistió y sembró la semilla en ella cuando quieran regresar van llegar con un nuevo integrante en el barco
Sol
si escucho pero no sabe cm reaccionar a esa palabra q significa mucho
Marcela Lopez
está emocionante 🥰
Mary Ney
Escritora dele a Albert una buena esposa,, se la merece, har sir ya estas enamorado creo que escuchaste Eudo el Te Amo/Smile/
Laura Ojeda
me encanta autora gracias.. creo que Levi y Eudorita van a ser padres si siguen así....
𝓔𝓶𝓪𝓷𝓭𝓮𝓻 🖤
👁️👄👁️ yo al ver que Levi le dió como cajón que no cierra y le echó sus bendiciones a 10 meses de llegar a Floris 🤣🤣🤣 Probablemente haya bebé salvajito nuevo❤️💖
Nella Reyes
claro que te escucho sólo que no sabe como decir la palabra aún pero de que la siente la siente... sino no se hubiera derramado en ti.... apuesto a que deseo en silencio poner la semilla de un bebé en tu vientre
Daiana Ibarra
Albert de cada lugar quiere un recordatorio ahora quiere a l salvaje q le pida al rey como pago x su trabajo
Daiana Ibarra
cuando lleguen al rey van a llegar con un bebé recién nacido si siguen asi
Nella Reyes
Eudora eres una heroina, no sólo salvaste a la guerrera, también a las mujeres y niños que iban a ser asesinados y por último salvaste a tu suegro... tienes un corazón de oro puro así que Levi debe estar además de Enamorado, orgulloso que no cabe en su pecho la mujer fuerte que eres
Orozco Beatriz
si escuchó, solo que se emocionó y te dio como cajón de gabeta mal colocado 🤭🤭
Eliana Cardona
🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Eliana Cardona
Que emocionante es esto 👋👋👋
Faveamny Calderon
naaaa si te escucho querida pero típico de los hombres hacerse los sordos para no te er que demostrar sus sentimientos o aceptar que cayeron en las garras de cupido 🤭🤭🤭🤭
Melissa Janeth Basilio Polo
gracias , gracias por actualizar ....moría de la impaciencia por leer otro capítulo 🥺
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