Mi Único Pecado Fue Enamorarme

Falta 5 minutos para las 12, arreglo todo y me alisto para estar atenta a la llegada de Miguel. Después de unos minutos, mi celular timbra y es un mensaje de él diciendo que me espera abajo, tomo aire y empiezo mi camino hacia mi destino. Cuando llegó él dice — hoy será tu último día trabajando aqui… no se me hace raro ese comentario, ya se me hacía raro que no me lo hubiese dicho antes.

Durante el trayecto al consultorio del doctor, no dejó de pensar que la mejor opción es irme lejos con mi bebé, no puedo seguir sometida a tanto dolor y ahora menos que hay una criatura que depende de mi.

Llegamos al consultorio y apenas nos ven, nos reciben súper bien, nos hacen seguir de inmediato a la sala de ecografías, miro a Miguel y le digo — no entiendo, por qué una ecografía sin un examen primero… el sonríe de medio lado y reponde — Mariana, solo vengo a confirmar que llevas en tu vientre a mi hijo… me pasa un escalofrío grande por el cuerpo, realmente es un ser muy insensible.

Él doctor es muy amable, me ayuda a recostar en la camilla y de manera muy profesional levanta mi camisa dejando mi abdomen descubierto. Posterimente, pone un gel en mi abdomen y con un transducer empieza a recorrer todo mi abdomen y vientre. Luego de unos minutos se posiciona en un lugar específico, mira a Miguel y dice — Miguel, mira a tu hijo, se ve muy sano, Mariana tienes 6 semanas de gestacion… miro el monito y ver esa cosita tan pequeñita me entran unas ganas de protegerlo para siempre. Cuando volteo hacia donde está Miguel, observo que se encuentra en un estado de shock, no quita los ojos del monitor, pero es un hombre sin expresión que no logro percibir que puede estar sientiendo en ese momento.

Luego, el doctor nos pregunta si queremos escuchar el corazón del bebé, Miguel lo mira y dice — por su puesto… en ese momento, empiezan a sonar los latidos de mi bebé, se escuchan muy fuertes, es una sensación que no puedo explicarles, es como si ahora solo se trarara de ese pequeño.

Luego de terminar el procedimiento, el doctor me entrega papel para limpiarme y me dejan sola para arreglarme; cuando entro al consultorio donde está Miguel, el doctor dice — los felicito el bebé está Perfecto, los espero en un mes para su control… el demonio agradece y recibe en sus manos la primera foto del bebé.

El camino a casa transcurre en silencio, hasta que Miguel lo rompe diciendo — desde cuando sabes que estás embarazada?… sin mirarlo le repondo — desde el mismo día que encontró la prueba… veo cómo sus manos aprietan el volante; luego dice — por qué negaste que era tuya?… suspiro y digo — porque no quería que usted se enterara… él me mira por un Segundo y dice — es obvio que me enteraría tarde o temprano….. oh!!! espera un momento, pensabas irte?… me quedo en silencio, dicen que un silencio trae más respuestas que las palabras. Después de ese momento el camino transcurre en silencio.

Cuando llegamos a la casa, Miguel se mete a su despacho y yo voy a la cocina para contarle a Rosita, ella se pone muy feliz y me sirve un poco de comida, se supone que iríamos a almorzar, pero creo que el demonio se molestó por lo que dije o más bien por lo que no dije.

Son más de las 6 de la tarde y debo ir a casa de Mary, así que me alisto y cuando voy saliendo Miguel dice — para donde vas?… lo miro con nerviosísimo y le digo — usted me dijo que debía renunciar no?, pues debo ser responsable y llevarle estos papeles a Mary para que mañana no sea sino llevar mi carta de renuncia… el me mira con duda y dice — Perfecto, entonces yo mismo te llevo… mi alma en ese momento se sale del cuerpo, pero no puedo negarme, así que le digo — ok, por mensaje le envío la dirección… no puedo negarles que me pone nerviosa, pero si no hago esto ahora no podré irme nunca.