En un mundo dónde el sol es un verdugo que hierve la superficie y desata monstruos.
Para los últimos descendientes de la humanidad, la noche es el único refugio.
Elara, una erudita con genes gatunos de la élite, vive en una torre de privilegios y olvido. Va en busca de Kael, un cínico y letal zorro carroñero de los barrios bajos, el único que puede ayudarla a encontrar el antídoto para salvar a su pequeño y moribundo hermano.
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Capitulo 19: El Laboratorio Genético
Mientras Rhea y Orion vigilaban las otras entradas, Kael se acercó a Elara.
—Lo que sentiste... en el desierto —dijo ella en voz baja—. Cuando... cambiaste. ¿Cómo fue?
Kael desvió la mirada hacia los rostros durmientes en las cápsulas. —No lo sé. No era dolor. Era como... si una parte de mí que siempre había estado gritando en silencio, de repente, encontrara su voz. Y el sol... no se sentía como un enemigo. Se sentía como... comida.
La confesión, cruda y extraña, quedó suspendida entre ellos. Elara sintió un escalofrío. Ella también tenía ese potencial latente. ¿Se sentiría así para ella?
—El camino está despejado —anunció Rhea, interrumpiendo el momento.
Avanzaron por el pasillo del Sector Omega. El ambiente cambió de inmediato. El silencio reverente del mausoleo fue reemplazado por el zumbido distante de maquinaria compleja. El aire se volvió más frío, con un olor antiséptico. Vieron drones de mantenimiento con forma de insectos metálicos moverse por el techo, ignorándolos por completo.
Finalmente, llegaron a su destino. Una puerta circular, mucho más grande y reforzada que las demás, marcada con el mismo glifo de la doble hélice. Al acercarse, la puerta brilló y la voz de la IA resonó una vez más en sus mentes, esta vez sin preámbulos.
«HAN LLEGADO AL LABORATORIO GENÉTICO. EL PROTOCOLO 'CRISOL' ESTÁ LISTO PARA SER INICIADO.»
Una sección de la pared junto a la puerta se volvió transparente, revelando una sala cilíndrica en su interior. En el centro de la sala había una única plataforma rodeada por un complejo entramado de emisores de energía.
«ADVERTENCIA,» añadió la IA, su tono tan plano como siempre, pero sus palabras cargadas de un peso mortal. «EL PROTOCOLO 'CRISOL' ES UN PROCESO IRREVERSIBLE DE ACTIVACIÓN GENÉTICA FORZADA. LA EXPOSICIÓN A ENERGÍAS CATALIZADORAS RECALIBRARÁ SU ADN A NIVEL CELULAR. LA TASA DE SUPERVIVENCIA ESTIMADA PARA SUJETOS CON SU NIVEL DE HIBRIDACIÓN ES DEL 47%.»
La tripulación se quedó helada. Casi la mitad podría sobrevivir. La muerte era una de cada dos posibilidades.
«¿DESEAN PROCEDER?»
El número flotaba en el aire entre ellos, frío e inmutable: 47%.
No era una estadística. Era una sentencia. Una moneda lanzada al aire sobre el abismo.
—Es lanzar una moneda al aire. Literalmente —dijo Jax, su voz apenas un susurro—. ¿Cara, vives? ¿Cruz, te desintegras a nivel celular? No, gracias.
—De ninguna manera —gruñó Rhea al instante, dando un paso protector frente a Kael—. No arriesgaremos al capitán por una probabilidad tan baja. Encontraremos otra manera.
—No tienen otra opción.—intervino Zaira, pragmática—. El poder no se regala, se toma. Y siempre tiene un precio.
Elara se acercó a la pared transparente, observando la cámara del "Crisol". Su mente de erudita luchaba contra el miedo. —Un momento. —Se volvió hacia el techo, como si hablara directamente con la IA—. ¿Qué es lo que define el fracaso del protocolo?
«EL FRACASO DEL PROTOCOLO RESULTA EN LA DESINTEGRACIÓN CATALÍTICA DEL SUJETO,» respondió la voz en sus mentes.
Un escalofrío recorrió al grupo. Pero Elara insistió, su mente buscando una variable, una escapatoria.
—Esa tasa de supervivencia del 47%... ¿Es una constante o puede ser alterada?
La pregunta de Elara suspendió el tiempo. Todos se quedaron en silencio, esperando.
«LA TASA DE SUPERVIVENCIA ES VARIABLE,» respondió la IA, y un rayo de esperanza, por tenue que fuera, iluminó la sala. «PUEDE AUMENTAR AL 92% SI EL PROTOCOLO SE INICIA CON UN ANCLA BIOLÓGICA. SE REQUIERE UN SUJETO CON UN GEN PRIMIGENIO COMPATIBLE EN ESTADO 'ACTIVO' DENTRO DE LA CÁMARA PARA ESTABILIZAR EL PROCESO PARA LOS SUJETOS 'LATENTES'.»
Un murmullo de asombro recorrió a la tripulación. Todas las miradas, inevitablemente, se posaron en Kael.
Él era el ancla. La clave.
La situación había cambiado por completo. Ya no era una tirada de dados individual. Era un procedimiento que requería que Kael entrara en esa cámara con cada uno de ellos, que soportara el proceso una y otra vez para asegurar su supervivencia. La carga sobre sus hombros se volvió infinitamente más pesada.
—Entonces está decidido —dijo Rhea, su tono ahora ferozmente protector—. Kael entrará con cada uno de nosotros.
—¿Y quién entra con Kael? —preguntó Jax, señalando la terrible falla en el plan—. Él es el único 'activo'. No tiene un ancla. Para él... la probabilidad sigue siendo del 47%.
El silencio volvió a caer, más pesado que antes. Habían encontrado una solución, pero el precio seguía siendo el mismo, y solo Kael podía pagarlo.
Él había permanecido callado, procesando la información. Miró a su tripulación, a sus rostros llenos de miedo y de una nueva y desesperada esperanza puesta en él. Pensó en Liam. Un 92% de posibilidades de darles a todos el poder de sobrevivir, de encontrar una cura... era una apuesta que estaba dispuesto a aceptar. Pero no arriesgaría a nadie más hasta estar seguro.
—Lo haré —dijo finalmente.
Un suspiro colectivo de alivio y angustia llenó la sala.
—Iré primero. Solo.
La protesta fue inmediata y unánime.
—¡Kael, no! —suplicó Elara—. ¡Es demasiado arriesgado! ¡La probabilidad...!
—Exactamente —la interrumpió él, su calma era la de un hombre que ya ha tomado una decisión irrevocable—. Soy el único que ya está 'activo'. Mi código genético ya ha demostrado ser estable. Si alguien tiene una probabilidad mayor que el 47%, soy yo. Y no voy a servir de ancla para nadie hasta saber a qué nos enfrentamos. No arriesgaré a mi tripulación en una máquina que no he probado yo mismo.
Era la decisión de un líder. No solo asumía el mayor riesgo, sino que lo hacía para protegerlos, para ser él el conejillo de indias de su única esperanza.
Ignorando las protestas de Rhea y la mirada horrorizada de Elara, Kael se dirigió hacia la puerta del Crisol.
—Si no salgo, olviden el Crisol. Cojan el Interceptor y desaparezcan. Sobrevivan.
Se giró hacia el techo. —Inicia el Protocolo Crisol. Para un sujeto.
«PROTOCOLO ACEPTADO. SUJETO: KAEL. LINAJE: 'PANTHERA-AUREA'. INICIANDO SECUENCIA.»