Eva Winchester a la edad de 7 años pierde a sus padres quedando al cuidado de sus tíos que la toman como hija adoptiva.
Eva se encierra en su mundo de soledad con el dolor en su corazón por la pérdida de sus padres, donde sus emociones son contradictorias, sobre todo al aislarse de las personas que la rodean.
Llega el momento que alcanza su adolescencia donde ella cree haber encontrado a la persona que le cambiaría la vida... sin embargo, al confiar en la persona menos indicada la llevará a hundirse más en la depresión y la ansiedad.
Su vida dará un giro de 180° donde se muda de país encontrando personas que la ayudarán a salir adelante...
Acompáñame en esta nueva historia donde nos hará erizarnos la piel en apoyo a Eva quien necesita ayuda de urgencia.
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Capitulo 23
Eva:
Mi padre abrió la puerta cediéndome el paso, jalé la correa de la nueva cachorrita que me había pedido que de ahora en adelante me tenía que acompañar, estaba tan chiquita, ahora resultaba que mi control de emociones era mejor en compañía de una perrita que creo que ni me entendía.
Entré mirando alrededor, cabe mencionar que en todo el trayecto nadie mencionó ni una sola palabra, creo que sabían que ni ganas tenía de hablar con nadie ni de nada. Me puse de cuclillas quitando el seguro liberando a la cachorrita.
Naima: ¿Cómo le llamarás?
Miré cuando la cachorrita salió corriendo empezando a olfatear todo lo que estaba a su paso, mi tía se puso a mi altura mirándome, me levanté subiendo a las escaleras.
Gian: Naima.
La cara se me caía de vergüenza, no era para menos, no cabía en mi cabeza como pudo hacerme esto Brandon, yo que confiaba enteramente en él y daba todo por él hasta el grado de ofender a mis tíos una y otra vez, no me importaba si me castigaban pero lo que sentía por Brandon ellos no lo iban a cambiar, solo que esta vez, no era como lo había pensando.
Entré a mi habitación, estaba tal y como la había dejado, ya con la puerta sin daño alguna, la perrita entró primero que yo, hice una mueca no agradándome mucho que siempre estuviera detrás de mi. Caminé llegando al ventanal, me subí de rodillas viendo que hasta el día estaba demasiado triste.
TOC!! TOC!!
Miré de reojo viendo que la perrita se recostó sobre el piso moviendo su colita, sonreí pero no era la sonrisa que quería, mi tía se acercó sentándose al otro extremo del sillón sin invadir mi privacidad. La perrita se puso de pie, mi tía levantó el pie al ver que estaba predispuesta hacerle pis.
Naima: No, estas entrenada para tus necesidades fuera de casa.
Me senté reposando mi brazos en el respaldo del sillón, dejando mi cabeza ladeando un poco. La llovizna empezaba a caer, mis ojos se humedecieron al recordar lo que había sucedido.
Ahora sería la burla de todo el colegio. De la misma Marion que no pararía de insultarme una y otra vez con ofensas feas que me dolerían.
Naima: Eva… hija…
Negué con la cabeza, por favor, que no tocara el tema, no tengo cara para aceptar que me equivoqué con el que menos pensé… las advertencias de ellos que para mi eran imposiciones, para ellos era protegerme de todo esto que yo misma ocasioné, que si hablamos de justo… no, no era justo que haya jugado conmigo de esta manera y menos exponerme ante todos tachándome como una cualquiera cuando solo… lo hice por amor.
Naima: Eva, mi amor… no es el fin del mundo.
Levanté los hombros, dando a entender que no me importaba, nada de lo que me dijeran haría cambiar que estaba ante los ojos de muchos, que las etiquetas se pondrían sin conocer la historia.
Naima: ¿Sabes? Tenemos una propiedad en Italia. Allí podrás empezar una nueva vida, nadie te conocerá, nadie sabrá nada de lo que ha pasado.
Negué con la cabeza apartando mis lagrimas con mis dedos.
Eva: Soy la peor.
La miré con todo el corazón de mi corazón, de nada iba a servir irnos y que nadie me conociera, las redes sociales, los mensajes y las burlas estarían en mi cabeza, mi dignidad está por los cielos.
Naima: No mi amor, no eres la peor, solo no has aprendido a conocer que en la vida siempre hay maldad.
Eva: Me mintió… confié en él.
Se acercó extendiendo sus brazos, me arrojé a los de ella soltándome a llorar desgarrándose mi alma entera.
Naima: Shhh… shhhh… todo va a pasar te lo juro.
Eva: Me mintió, jugó conmigo. Él seguía con Marion mientras me prometía amor a mi.
Asintió con la cabeza, acariciaba mi cabello tratando de tranquilizarme… no podía decir que todo era quizá a base de mi imaginación. Sostuvo mi rostro con una mano pasando mi cabello hacia atrás con la otra.
(Escuchen: In The Arms Of the Angel, Sarah Mclean)
Naima: Todo lo que hemos hecho tu padre Gian y yo es sabiendo que ya escuché, comprendí y validé lo que sientes. Después de varios años y errores cometidos he aprendido que primero te tengo que escuchar y comprender para que luego tu hagas lo mismo conmigo. Quiero que sepas que como madre he tratado de comprender cada vez mas lo que necesitas, como es la mejor forma de tratarte, comprenderte y de educarte. Como te debo de proteger, alentar, fomentar valores para que los vivas y así seas persona de bien. Se que más adelante vivirás tu vida según tu propio criterio, ideas, forma de ser, pensar y sentir. Solo espero que lo que hemos tratado de inculcar junto a tu padre sirva un poco para esto.
Bajé la mirada, sostuvo mi mentón levantando mi rostro, negó con la cabeza con lagrimas en los ojos, sonrió viéndose hermosa, ella era mi madre en este momento, ese ángel que se ha dedicado a cuidarme.
Naima: Nunca, nunca Eva, nunca bajes la frente, no importa lo que hayas hecho, no importa cuanto te cataloguen, no importa cuanto hablen de ti, ellos no saben ni sabrán tu historia. Te veo y me parece que estás en una etapa maravillosa, en la que te estas conociendo y definiendo quien eres, comprendo que por momentos esto no es fácil y que ni tu misma te comprendas. Agradezco cuando me dices que no sabes porque pero que estas triste o de mal humor, eso me ayuda a mi para darte tu espacio, así como a veces yo necesito el mío. Ayúdame, dame esa guía.
Me temblaban las manos, y los labios…
Naima: ¿Qué me gustaría recibir de tí? Necesito que comprendas que todo lo que te digo lo hago desde el amor más intenso e incondicional, imperfecto pero intenso. Puede ser que me equivoque tanto porque los consejos los doy de acuerdo a mi experiencia. He aprendido que debo de aprender a ver el mundo desde tus ojos y no desde los míos, solo así podre darte el mejor consejo. Trato de hacerlo, tenme paciencia, no es fácil, pero intento.
Mi tío pasó mirándonos, se detuvo quedando en la entrada reposó su cuerpo en el marco viendo a la perrita que se fue hacia él… movía la colita de una manera divertida, se bajó acariciándola…
Naima: Decirnos las cosas con la disposición de escuchar y con paciencia. Necesito tu comprensión ante esto. Que me digas en que estas de acuerdo y en y que no y que lo podamos hablar con tranquilidad, sin gritos o malas caras; sentadas hablando, escuchándonos mutuamente. No pasa nada si discutimos un poco siempre y cuando el respeto mande y usemos la empatía para poder entender las posturas de ambas partes, aunque no estemos de acuerdo.
Mi tío se incorporó acercándose, no soltaba a la perrita. Se sentó en el bracero del sillón.
Gian: Colaboración en casa Eva, te agradezco cuando colaboras en casa. Se que no te gusta cuando te recuerdo que los privilegios van después de las responsabilidades, es parte de educarte en responsabilidad. Me encanta cuando a veces tienes la iniciativa y preguntas que se necesita en casa. Recuerda que tu madre y yo ya estamos cargando con mucho, por lo que cualquier ayuda de parte tuya es agradecida y valorada.
Mi tía me rodeó con su fuertes brazos, le correspondí el gesto, era tan cálido ese abrazo que me hacía que este instante doloroso se me olvidara por completo.
Naima: Besos, abrazos, cualquier muestra de cariño. No sabes lo que me gusta cuando me das un abrazo, un beso, me dices que me quieres, cuando me preguntas como me ha ido en el día, si estoy cansada o no, cuando preguntas que como me siento. Me gusta que cuando llegue a casa te levantes y me des un beso, no es lo mismo eso a que te quedes sentada y me saludes de lejos, de igual forma por la noche cuando nos damos buenas noches. Estoy al tanto que la tecnología va a pasos agigantados, a pesar de que leo y trato de mantenerme informada no llego a todo. Por eso cuando te pregunte algo, tenme paciencia y explícamelo, así como tu lo sabes hacer… Que compartas tus cosas conmigo. Me hace feliz cuando me cuentas tus cosas, cual es tu artista favorito, el o la tik toker de moda, las cosas que hacen, lo que dicen lo que cantan. Lo que esperas en un novio, si te quieres casar, a que edad, los hijos que sueñas con tener, si tienes planes de viajar y conquistar el mundo, que carrera y trabajo sueñas con tener y así tantas cosas mas. Me siento participe cuando me platicas de la ropa, accesorios y maquillaje que te gusta. Lo que te quieres hacer en el cabello, la joyería que esta de moda. Cuales son tus posturas en temas trascendentales que vivimos como, la vida, política, el bien común, la sociedad, la delincuencia, es un verdadero regalo escucharte.
Sonreí asintiendo con la cabeza, por esa parte nunca tuve problemas en decirles lo que quiero, pero por otra no podía decirles lo que estaba pasando por mi cabeza y en mis sentimientos hacia Brandon.
Naima: Que platiquemos sobre la amistad. Me encanta cuando me cuentas como son tus amigas, que es lo que admiras de cada una de ellas, se y comprendo que te hace mucha falta verlas por las circunstancias actuales. Me encanta que tengan esas reuniones en las que se quedan horas cantando y platicando, se que te hace mucho bien. Estas aprendiendo a valorar lo que es una buena amiga y lo que no, te examinas constantemente. Estas aprendiendo en carne propia valores como la lealtad, sinceridad, honestidad, verdad, libertad, y comprendo que cueste, sobre todo cuando lo esperas de los demás y no te lo dan. Ánimo, te sugiero que tu seas la mejor amiga que puedas ser, que des lo que te gustaría recibir, no te olvides nunca de hacerte respetar y de respetar a los demás. Date la oportunidad de conocer y valorar a las personas, con paciencia iras viendo quienes son tus verdaderas amigas y amigos, al mismo tiempo tu te examinaras para ver si tu también lo eres.
Gian: Eva… es muy importante que tengas en cuenta, que lo que te ha sucedido, no es para decaer.
Eva: ¿No? Se burlarán de mi.
Gian: ¿Ellos te mantienen? ¿Ellos te dan de comer…? No, nadie puede tener el poder de ti, si no lo permites… quiero que me pidas mi opinión. Pero lo que mas me gusta es cuando me pides mi opinión, acá me siento parte de tu vida, como cuando eras pequeña. He aprendido que muchas veces no harás lo que te he sugerido, pero me has escuchado y eso es invaluable porque, he tratado de educarte para que uses tu libertad personal acompañada de la responsabilidad. Confío en que cuando tomes la decisión que sea es porque que has evaluado que es lo mejor para ti.
Bajé la mirada, mi tío dejó a la perrita en el suelo acercándose a mí, se puso de cuclillas mirándome, sus ojos se humedecieron, quería preguntar sobre sus nudillos que estaban algo hinchados, pero prefería no meterme en nada de lo que haya sucedido.
Gian: Si cada que cometemos errores, no aprendes la lección, entonces de nada servirá la confianza que se te ha dado.
Negué con la cabeza, ellos me han dado toda la confianza y les he fallado de la peor manera.
Naima: Mi amor… siempre hemos tenido los tres esa unión familiar que muchos envidiarían. No te canses en ser como eras antes, no te aísles… Te agradezco cuando me dices algún piropo. Recuerdo que cuando eras pequeña y me veías con un vestido de fiesta me decías que parecía una princesa, recuerda que siempre serás pequeña para mí y me puedes seguir diciendo piropos. No me refiero solo al físico sino cuando me ves que estudio, doy alguna charla, atiendo personas en asesorías, estoy pendiente de ustedes, de su papá y atiendo la casa. Me encanta que me agradezcas las cosas que hago a lo largo del día, desde conseguirte un alimento específico que me has pedido, darte medicina, estar pendiente de ti cuando estas enferma. Sé que todas estas cosas son parte de lo que hago como mamá y que conste que lo hago gustosa, sin embargo cuando se acompaña de un agradecimiento llena el corazón. Te propongo que dediquemos tiempo a fomentar los agradecimientos entre nosotros y a piropearnos mas. Disfruto muchísimo cuando hacemos nuestros salidas solas, ese tiempo lo atesoro y valoro. De la misma forma cuando lo hacemos en familia. Aprecio cada conversación que tenemos en las comidas, los chistes que contamos, las canciones que cantamos, cuando entre sus hermanas se complementan las oraciones que una ha comenzado, poder compartirlo contigo es un verdadero regalo. Le doy infinitas gracias a Dios porque me ha permitido ser tu mamá, sabes que viniste después de muchos años en los que no logré tener bebé. No hay día que pase en el que yo no le agradezca a Dios por tu vida. Por esto mismo es que a veces te cuido mucho. Se que no me vas a decir absolutamente todo lo que pasa en las salidas, lo que te pido es que nunca me mientas de adonde estas, así si alguna emergencia sucede se adonde buscarte. Te pido que siempre seas sincera y me digas la verdad, yo prometo agradecerlo y si has cometido un error entonces buscaremos una solución juntas, nunca estás sola. Hay cosas en las que no estaremos de acuerdo y tendremos que negociar lo mejor para ambas. Quiero que me ayudes a ser mejor mamá y disculpes cuando me equivoco, quisiera decirte que me ayudes cuando me equivoco y que me perdones cuando te juzgo injustamente. Se que ya lo has escuchado, pero te aseguro que no es fácil ser mamá. Hay momentos en los que no tengo la más mínima idea de que es lo que debería de hacer. Lo único que si se con toda la certeza del mundo es que soy inmensamente feliz de que seas mi hija. Te amo con todo mi corazón, deseo lo mejor para ti porque tu felicidad es la mía.
Gian: Eva… quiero saber que fue lo que pasó…
Levanté mi mirada hacia mi padre, pedía mucho en este momento como para poder decirle que todo lo que en su momento que tuve a Brandon como el chico perfecto solo era una vil mentira.
Gian: Necesitamos escucharlo… No hablo de ese… de ese maldito video. Hablo de como llegó a ti Brandon Obrien.
Negué con la cabeza, lo sentía mucho por ellos pero no quería tocar el tema, menos con ellos. No se merecían nada de esto que ahora los estoy haciendo pasar. Aparté mis manos de mi tía volviendo a mirar hacia la ventana.
Gian: De acuerdo hija… cuando te sientas segura y lista… Seré el primero en escucharte.
Pasé de sus palabras, ahora quería estar a solas, no necesitaba compañía, ellos se levantaron, se miraron entre si decididos a darme mi espacio. Aunque sé que esto solo es el comienzo, mi proceso que había avanzado, ahora estaba por los suelos.
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