Cuenta la leyenda que el espíritu del mar y el espíritu de la luna estaban enamorados pero su amor estaba prohibido pues ella al ser un espíritu del cielo no podía estar con él, aún así su amor pudo más que las limitaciones y una noche que pasaron juntos dejo consecuencias
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Aruna ¿tienes un plan?
- No sabemos que quieren pero lo más seguro es que quieran capturarnos y no pienso dejar que se lleven a ninguna de nosotras
El coche se nos adelantó y nos paró el paso, nosotras paramos y pusimos seguro al auto pues primero teníamos que ver sus intenciones. Los hombres bajaron tenían los rostros cubiertos y vestían de negro, tenían armas pero no eran cualquier tipo de armas pues estaban equipadas con dardos que contenían el veneno del pez globo, pues así era como nos capturaban, infelices desgraciados
- ¿Listas chicas? No dejen que esos dardos las toquen
- Listas para darles una paliza a esos malditos infelices
Me concentré en mis poderes pues ahora los necesitaba más que nunca pues eran demasiados, y aunque para nosotras no serían un problema esas armas si lo son.
Empezaron a disparar armas de fuego para hacernos salir del auto y salimos lentamente, en cuanto estuvimos fuera empezaron a disparar los dardos, pero nuestra velocidad nos ayudó a esquivarlos y mientras recargaban los otros los que tenían las armas de fuego disparaban, Nat empezó a cantar y algunos soltaron sus armas, Lena canto y los otros que no soltaron las armas empezaron a dispararse entre ellos. ¿y yo? Yo llamé al agua de sus cuerpos y su sangre y los seque, me excedí pues literalmente quedaron vacíos, sus ojos blancos y los otros ya se habían matado entre ellos
- Chicas
Volteados hacia Natalia y mi sangre bajo a mis pies pues tenía una herida y necesitábamos saber si era del dardo o una bala, pues la bala hacia daño pero no demasiado en cambio los dardos. Corrimos hacia ella y respiramos aliviadas pues era una bala en el abdomen, tomamos un auto de los que esos hombres habían dejado pues el nuestro estaba hecho trizas y nos dirigimos a una cabaña donde teníamos un pequeño consultorio con medicinas y todo lo que necesitábamos para ocasiones como está, además de que el auto podria tener GPS y el lugar dónde estaba la cabaña no llegaba la señal.
Llegamos a la cabaña e inmediatamente preparamos todo para atender a Natalia pues estaba perdiendo sangre, no tanta pero teníamos que darnos prisa. Lena se estaba preparando para sacar un poco de su sangre y trasfundirla a Natalia
- Esto va a doler un poco
- No te preocupes aguantaré, somos fuertes recuerda
Le puse un poco de anestesia y procedí a abrir su abdomen para sacar la bala, mientras yo estaba en eso Lena le puso la intravenosa para que empezará a recibir la sangre. A la media hora habíamos terminado
- Tuvimos suerte
- No, nos tenemos a nosotras y eso es suficiente, ahora tienes que recuperarte porque tenemos que descubrir quién nos buscaba y esperar que no sea ese maldito monstruo
Jarrett
Nací con un propósito y ese fue capturar a la criatura. Mi nombre es Jarrett Vonshibal soy pariente de Benedict Vonshibal Rey de Laios. Un hombre que solo vive con el propósito de acabar con una especie que ya se cree extinta, las sirenas.
Flash back
Benedict se enamoró perdidamente de una mujer hermosa como ninguna y fue correspondido por ella, eran muy felices hasta que ella decidió contar su secreto era un ser diferente a cualquiera que hubiera existido jamas, era una sirena. Ella enamorada como lo estaba confío en él y le contó su secreto pero él no comprendía cómo era posible que semejantes criaturas existieran y le pidió una prueba pues no lo creía, en una ocasión la lanzó a un río pero no pasó nada, ella le explicó que se debía a que esa no era su agua así que llenaron un contenedor con agua de mar y ella entro ahí, en el momento en que se sumergió sus piernas se juntaron convirtiéndose en una cola de pez, sus brazos y cara se llenaron de escamas y Benedict la llamo monstruo y la encerró en ese contenedor pues ella le había contado todo acerca de su especie. El amor que Benedict sentía por ella murió y en su lugar quedó el deseo de vivir para siempre y convertirse en una criatura como ella pues los celos y la envidia lo invadieron por no ser especial como ella. Decidido a que esas majestuosas criaturas no existieran más dio un decreto donde si alguien veía raro a otra persona inmediatamente llamarán a la guardia real pues había monstruos disfrazados en la ciudad. La gente incrédula pidió pruebas y él les mostró a la sirena, amarrada con cadenas en su forma humana fue lanzada al contenedor con agua y la gente horrorizada gritaba monstruo. Con la gente vuelta loca pidió ayuda para deshacerse de todos los que eran como ella y toda la ciudad lo apoyo, nobles y plebeyos trabajaron juntos para protegerse de los seres del mar. Iniciaron una matanza sin precedentes, un genocidio. Esa noche quedó marcada en la mente de cada sobreviviente pues hubo muchas pérdidas también para nosotros los humanos. Benedict al ver que no había logrado su cometido se empeño en cazar a cada uno de los sobrevivientes. Y lo hizo de una forma desmedida y cruel, pero se dio cuenta de que si dejaba de beber la sangre de las sirenas su juventud se iba, eso lo hizo enfadar aún más pues llevaba siglos bebiendo y aún así no era permanente. Así que cada vez que atrapaban a una sirena él hacía que otros las violentaran hasta dejarlas embarazadas para tener suficiente sangre. Si el niño o niña nacía humano era asesinado delante de la madre pues un humano no servía a los planes de Benedict.
Un día atraparon a un tritón y este con tal de que lo dejaran ir decidió contar un secreto que había escuchado por casualidad del mismo espíritu del mar, esto despertó la curiosidad de Benedict y accedió a dejarlo ir si la información era relevante para él
- Buscas la inmortalidad, pero nosotros también somos mortales solo que podemos vivir más tiempo que ustedes
- Eso ya lo sé
- Quieres volverte como nosotros y nos has estudiado y no encuentras la forma, porque científicamente no hay