10 años han pasado en la familia YANKELEVICH, se vivía una paz y cada vez eran menos sus enemigos. El control lo tenían, la seguridad era mucho mejor que en años pasados, habían aprendido de sus errores.
Hasta que uno de los 4 principales maestros murió, junto con el dolor de su pérdida, llegaron nuevos enemigos; algunos aliados empezaron a darles la espada, a querer el poder que el maestro había dejado libre.
Hijos, nietos y bisnietos tendrán que estar más unidos que nunca para poder mantener a la familia a salvo; pero en medio del caos, de su desgracia y del dolor, nuevos amores, nuevas pasiones, nuevas intrigas, nuevos aliados surgirán.
¿Qué pasará cuando el último de los 4 maestros muera?
¿La familia YANKELEVICH, podrá mantenerse a salvo?
¿Podrán mantener esa unión que los cuatro maestros inculcaron en ellos?
¿Podrán manter el poder que los cuatro maestros les dejaron de herencia?
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CAPÍTULO 24
Gregorio empezó a caminar de un lado a otro, a sentirse desesperado pensando en cómo podría ser su plan para el ataque y tanto él como Iker pensaban.
«No entiendo por qué mi tío Brandas JEAN tiene esa confianza en nosotros».
Mientras pensaban eso, se voltearon a ver, aunque no se dijeron nada. Sus pensamientos eran realmente incómodos y ninguno se iba a atrever a hablar de sus inseguridades, no podían quedarle mal a su maestro Brandas JEAN.
Gregorio fue el primero en romper el silencio, tratando de mostrar su seguridad, empieza a decirle. — Creo que sé cómo podemos empezar.
Es una casa que está a las afueras de la ciudad, hay algunas casas solas. Los francotiradores pueden hacer los anillos de seguridad, para protegernos, que hagan tres y podemos dejar 5 francotiradores alrededor de la casa.
Sé que no hay muchas ventanas, pero pueden ayudar vigilando por las que están, tal vez ayuden o tal vez no; también creo que, como solo hay una sola puerta de entrada y salida, podemos entrar los dos al mismo tiempo.
Los francotiradores nos ayudarán matando a los guardias de seguridad que seguro deben de estar alrededor de la casa. Estoy seguro de que ese lugar está protegido por fuera y debe de tener algunos hombres alrededor.
Por lo que miramos en las cámaras, en la primera planta está donde está la mayoría de los guardias de seguridad; yo conté 16 hombres, distribuidos en la primera planta, 7 en la cocina, que son los que se encargan directamente de las jóvenes.
Miré 6 en la sala, distribuidos por todo el lugar, por lo que pude ver que están bien armados y los otros tres están en la parte de arriba, vigilando en el pasillo. Si te das cuenta, la ventana que está enfrente de la casa, en la parte de arriba, da al pasillo; creo que los francotiradores, pueden matar a uno, guiado por la cámara.
Después de que terminó de hablar, se hizo un silencio. Iker pensaba en lo que le había dicho, parecía que algo no le gustaba y Gregorio, al ver que él no le contestaba, se sintió algo inseguro, molesto, empieza a decir. —Si no te gusta mi plan, solo dime el tuyo.
Iker le sonríe con malicia y divertido le empieza a decir. — estás muy tenso, trata de calmarte.
Si no te contesté nada, es porque estoy pensando en algo que no está muy claro en tu plan y esa es la forma en la que tenemos que entrar. Creo que todo el plan está bien, pero lo primero que tenemos que ver es cómo podemos estar adentro para que nuestra gente pueda entrar sin correr peligro.
Creo que tengo una idea.
A nosotros nadie nos conoce, llegamos diciendo que somos familia del presidente, los sobrinos favoritos y podemos pedir una extensión del presidente, para que no quede duda. Si esa gente quiere tener al presidente sometido, esta sería una oportunidad perfecta para ellos; que te puedo asegurar que así lleguemos sin cita, nos van a dejar entrar, para poder grabarnos.
Estando adentro nuestra tía Paola, que nos va a ver por las cámaras, podremos darle una señal para que nuestra gente entre y nosotros tenemos que estar muy cerca de uno de esos hombres, más que nada con los de la puerta, para desarmarlos, poder empezar el ataque por dentro para que nuestra gente entre sin problemas.
Gregorio, emocionado, dice. — Tengo la señal y esa debe ser cuando tú lleves tu mano a la cabeza, una acción como que te acomodaras el cabello.
Iker se levanta, se acerca a él y los dos se dan la mano como si festejaran su victoria; después de eso, le hablaron a Paola y empezaron a explicarles su plan, algo que a ella le gustó, los apoyo en todo.
Brandas JEAN no habló ya con ellos, solo estaba al lado de Paola escuchando lo que sus jóvenes sobrinos decían. Estaba feliz de que ellos tuvieran su propio plan, su seguridad, escucharlos emocionados mientras les decían lo que querían para el ataque, fue algo que lo motivó.
Escucharlos hablar le recordó cuando él y sus hermanos lo hacían, cómo se juntaban para los ataques, lo que planeaban, lo mucho que ellos tres se divertían, el gran equipo que hacían.
Brandas JEAN le señaló que a Paola que aceptara el plan; él mismo ya lo había pensado y esa era la mejor opción para entrar a ese ataque, sin que mataran a las jóvenes que estaban cautivas en ese lugar.
Adal monitoreaba el rastreador de Dasha, necesitaba estar listo en el momento en que ese punto se detuviera; mientras observaba los monitores con Joshua, se empezó a vestir.
Había mandado a traer su ropa con uno de sus hombres; se puso un pantalón color negro especial para un ataque, era estilo militar, en su pierna derecha traía unas piernas, donde metió un arma corta y una navaja.
Sus botas de estilo militar, después de ponérselas, metió un arma corta y una navaja en cada bota, en la cintura, en el cinto, metió dos pistolas cortas, una a cada lado, colocó dos dagas en la parte de atrás.
Se puso la playera especial, era de color negro, que traía pegada una maya de un material especial, que servía como si fuera un chaleco antibalas; era algo pesada, pero de toda la familia él, Nasir, Kim, Brandas JEAN y Lían, fueron los únicos que pudieron adaptarse a su peso a encontrar una manera de pelear mientras la traían puesta.
De las mujeres quienes la usaban eran Dasha, Nashira, Paola y Kira eran las que se pudieron adaptar a su peso, podían pelear con eso puesto sin tener problemas.
Adal terminó de cambiarse y ordenó a su gente que estuvieran listos en las camionetas.
A los francotiradores que iban a estar en su equipo los había mandado por delante, les iban indicando por dónde tenían que ir.
Lo que él hizo fue que siguieran el punto, pero de retirado, Joshua los iba guiando, para que fueran los primeros en llegar, en revisar el lugar, para que les pasaran un reporte, en lo que los demás llegaban.
La pequeña Maritza también se estaba preparando, aunque Adal le había dicho que no la quería en el ataque; ella no le iba a hacer caso, pensaba, ir a rescatar a Dasha junto con él, mostrar que también era de la familia, que también estaba entrenada como todos.
La pequeña Maritza usaba un traje estilo ninja; era tradicional, el pantalón flojo, las botas eran las tradicionales de suelo y altas. La parte de arriba también era de manga larga, ese cinto ancho en su cintura.
A ella le encantaba usar las estrellas ninjas, las dagas y los chacos para peleas de cuerpo a cuerpo; era muy buena usando esas armas. Sus mejores ataques eran en los enfrentamientos directos, las armas de fuego las sabía usar, porque su tía Maritza la hizo aprender, pero prefería las otras.
Se sujetó el cabello en una cola alta. Cuando estuvo lista, se sentó en la orilla de la cama, tomó su celular y le marcó a su esposo Zacarin; se sentía nerviosa, ansiosa, por lo que sabía iba a pasar.
Desde que su tía Maritza la llevó a una misión 15 años atrás, no había vuelto a salir de la isla.
Zacarin al escuchar a su esposa, empezó a darle ánimos, a decirle que ella podía con eso y que no tuviera miedo, que era una increíble guerrera.
Él sabía muy bien qué palabras usar para darle ánimo, la conocía también que hacerla sentir confianza era algo muy fácil.
Duraron 15 minutos hablando y, cuando cortaron la llamada, le marcó a Maritza; todo lo que sabía lo había aprendido de ella, la admiraba y su mayor sueño era lograr llegar a ser como su tía.
Le pidió unos consejos para el ataque y, como siempre le dijo, “que debía tener confianza en sí misma, que no dudara de sus habilidades, de lo que ella era”. No duró mucho hablando con su tía, si acaso 5 minutos, cuando su padre empezó a hablar.
Gadiel JEAN estaba preocupado por su hija, sabía muy bien lo que estaba pasando, el peligro que iban a enfrentar, pero aun así sabía que tenía que ser fuerte.
Tratar de apoyarla era lo que en ese momento tenía que hacer y eso hizo.
Le dio verdaderas palabras de apoyo, de la misma manera que Adonis, que JEAN lo hizo cuando él tuvo su primer enfrentamiento, su primera misión.
Estaba tratando de ser fuerte, así como lo estaba siendo su hermano Brandas JEAN y su hermano Nasir.
Era algo realmente difícil mostrarse fuerte, pero también entendía que mandar a alguien a un enfrentamiento con dudas era algo que los podía llevar a la muerte.
Ella se sintió feliz de poder hablar con su padre, sus palabras, sus consejos fueron algo que la motivo a tener esa confianza que le hacía falta.
Una vez que terminó de hablar con ellos, se fue a donde estaba Adal. Al entrar, mira que él ya estaba listo, estaba parado, mirando con mucha atención la pantalla de la computadora, no se distraía con nada, parecía que ni parpadeaba.
Ella lo miraba tan tranquilo, como si no estuviera pasando nada, como siempre tenía esa calma; ese rostro perfecto, como el de una estatua tallada por los mismos dioses.
La pequeña Maritza era la primera vez que iba a estar en misión con él y en el momento en que lo miró así de tranquilo, entendió las palabras de Nashira.
Una vez las dos estuvieron hablando sobre los encuentros, sus misiones y Nashira le dijo, que los mejores encuentros los había tenido cuando estaba Adal a su lado; porque la calma que conservaba en los momentos más difíciles, eran algo que proyectaba al equipo y eso hacia los momentos más tensos, en un momento fácil.
Adal en el momento en que se dio cuenta de que llegó, sin despegar la mirada de la pantalla, empezó a decirle con una tranquilidad. — Pequeña Maritza, puedes ir a organizar a tu gente, tienen que estar listos para cuando tengamos que movernos.
Mi tía Maritza y mi tío Gadiel JEAN, están dejando a su gente a su cargo, te están esperando abajo; trata de organizarlos, mi gente ya está lista, esperando a que se llegue el momento de salir.
La pequeña Maritza aceptó lo que le dijo y fue a fuera del hotel a la parte donde estaba el estacionamiento; al llegar, una mujer alta, blanca, pelo chino, era hermosa, se le acercó, se presentó.
Esa mujer era gente de su padre Gadiel JEAN, la líder en Rusia, era casi de su edad o un poco más chica; para la pequeña Maritza fue algo extraño, no entendía, ¿Por qué su padre tenía a una mujer tan joven al frente de su gente?
La pequeña Maritza le dijo que todo su personal estuviera en las camionetas, listos para salir en el momento en que el maestro Adal bajara; el plan de ataque se los diría mientras se dirigieran al lugar del ataque.
El líder de la gente de la maestra Maritza, también se presentó, pero no hizo falta que le dijera lo que tenía que hacer; puso atención a lo que le dijo a la mujer y sin hacer ese momento más tenso, solo hizo lo mismo.
Pero a toda la gente estaba inquieta, no les gustaba tener un plan a minutos del ataque. Para todos era muy difícil ir a un lugar sin saber dónde sería, sin antes hablar sobre el plan.
Por primera vez ella tuvo que dar un discurso motivador para la gente que la iba a apoyar, tenía que darles confianza, hacer que confiaran en ella, termino usando las palabras de motivación que su esposo Zacarin siempre le deba.
Todos terminaron confiando en ella y subieron a las camionetas. Ella iba a dirigir 17 camionetas, cada una traía de 3 a 4, era un equipo grande, pero se sentía confiada; subió a la camioneta donde iría con Adal, se quedó ahí esperando a que bajara para poder ir a rescatar a Dasha.
Eran las 7 a. m. cuando, por fin se detuvo. Joshua rápido ubicó el lugar, la habían llevado al muelle.
Por medio del satélite, pudo ver todo el lugar, empezó a hackear las cámaras que estaban cerca; tenía que encontrarla, saber en qué parte estaba, se le estaba haciendo complicado, estaba lleno de barcos, de carros y después de 15 minutos, por fin dio con un barco que tenía unas cámaras dentro.
Empezó a revisarlas, era un barco de carga, realmente a simple vista se miraba normal. Por un momento pensó en dejar ese barco y buscar en otro, se miraba todo normal; pero entonces miró algo extraño en uno de los contenedores que estaba siendo abierto.
Logré ver cómo estaban metiendo a una mujer. Por un momento pensó que era Dasha, pero Adal con esa voz de ángel que tenía, dijo. — No es Dasha, pero ese es el lugar.
Tenemos que ver cómo está todo, para saber cómo va a ser el ataque. Revisa todo lo que puedas, yo voy a estar viendo y pensando en lo que haremos.
Adal miraba todo lo que iba pasando Joshua, seguía tranquilo, hasta que miró algo que no se esperaba; su hermosa esposa estaba siendo cargada por un hombre y los otros dos hombres los seguían.
Se podía ver que estaba inconsciente, estaban por entrar a una puerta, que daba a los camerinos.
Ese lugar no tenía cámaras, pero ver a su esposa en los brazos de otro hombre no le gustó nada. Eso fue lo último que miró antes de que esos hombres cruzaran esa puerta; Joshua volteó a verlo, para saber qué más quería hacer, pero al verlo se arrepintió.
Joshua se arrepintió de haberlo visto a la cara, porque se podía ver lo enojado que estaba y, así como siempre mostraba su rostro de ángel, en ese momento había cambiado por completo.
Las expresiones de su rostro eran para dar miedo, sus ojos color amielados se habían tornado con un color mucho más intenso, no se oscurecieron, sino que se aclararon, de tal forma que hasta parecían que brillaban.
Él nunca lo había visto así y sí se llenó de miedo, realmente deseaba salir corriendo de ahí, alejarse de Adal; trago saliva, volvió a su computadora y con miedo dijo. — Adal...
Adal, ¿qué quieres hacer? ¿Qué quieres que haga?
Adal cerró sus ojos y suspiró profundamente, con una voz tranquila, hermosa, dijo. — Sigue monitoreando todo, trata de contar a los hombres que hay, nos vas a ir informando lo que pase.
Comunícate con los francotiradores para que los guíes, a ver si ellos nos pueden dar una mejor perspectiva de lo que hay ahí; vamos a ser esto bien.
Joshua, tener miedo, no ayuda; trata de calmarte, que te ocupamos tranquilo y seguro. También avísale a Paola, para que guíe a Iker y a Gregorio; recuerda que tenemos que empezar el ataque al mismo tiempo.
Nosotros vamos a esperar a que ellos digan ya, así que diles, para que se apresuren a dar a orden, que mi esposa está en peligro y yo tengo que ir por ella.
Adal fue al estacionamiento y subió a la camioneta donde estaba la pequeña Maritza, en ese momento él dijo con una tranquilidad. — El ataque será en la embarcación, en un barco de carga.
Vamos a entrar casi a ciegas; Joshua nos va a guiar hasta donde pueda, pero tenemos que ser astutos e inteligentes. Será mejor que yo entre primero y tú me cubras la espalda.
La pequeña Maritza frunció el ceño al escuchar lo que le dijo y molesta le dijo. —Eso no va a pasar, Adal, tú entras, por un lado, y yo cubriré el otro.
Tú vas por Dasha y yo iré por las jóvenes. Me encarga de la parte de arriba y tú de los camerinos, como de la parte de abajo.
Adal no se le hizo un mal plan y sin dudar le digo que así se haría; ella ya sabía sobre el lugar, porque Joshua le había mandado las imágenes a los celulares de todos, para que tuvieran una idea de dónde iban a estar.
Joshua habló con Paola, le dijo que todo estaba listo para empezar; les avisaron a Iker y Gregorio, que apenas cortaron la llamada, bajaron con su gente.
Todos salieron juntos listos para el ataque, aunque Iker y Gregorio iban nerviosos, ansiosos por que todo eso terminara, pero lo que más les preocupaba era no quedarle mal a Brandas JEAN.
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...Personajes del capítulo...
Gregorio
Gemelo de Gary
Hijo de Kim y Amelia, criado por la pequeña Daila.
Nieto de Max JEAN y Daila
Bisnieto de Neylane y JEAN
Iker
Trillizo de Ilazki y Izanami
Hijo de JANET Y Nasir
Nieto de NEYLANE Y JEAN.
Paola
Hija de Brandas Jean y Zuria
Nieta de Neylane y JEAN
Esposa de Joshua
Brandas JEAN
Trillizo de Max JEAN Y Gadiel JEAN
Esposo de Zuria.
Hijo de NEYLANE Y JEAN.
Adal
Hijo mas pequeño de Brandas JEAN Y Zuria
Nieto de Neylane y JEAN
Esposo de Dasha.
Joshua
Yerno de Brandas JEAN y Zuria
Esposo de Paola
Pequeña Maritza
Hija de Gadiel JEAN e Isabella
Nieta de JEAN Y NEYLANE.
Esposa de Zacarin.
Zacarin
Hijo de Luc.
Esposo de la pequeña Maritza
Maritza
Una de los maestros, amiga y hermana de Adonis, JEAN, Harry y Megan.
Esposa de Andrew.
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Muchas gracias a todas espero que el capítulo les haya gustado ☺️
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