Amar Entre Dos Mundos. 1

Al llegar a su departamento Katy está confundida, desde que dejó a Bruno en su antiguo hogar, muchas cosas giran en su cabeza. De repente se saca el suéter que le prestó Bruno, su perfume por alguna razón ya no es de su agrado y con desesperación se dirige al único espejo que hay en todo su cuarto. Entra al baño, enciende la luz y con voz suave invoca a Kreto.

⎯ ¡ Ohhh mi gran dios Kreto! Te invoco, necesito de tus consejos. Ven por favor a conversar con esta simple mortal que suplica por tu presencia.

La imagen de Kreto con una mirada expectante aparece de repente, a él le causó gracia la forma tan exagerada que usó Katy para invocarlo. Entonces la observa por varios minutos, ella está con los ojos cerrados, sus manos están unidas en señal de ruego frente a su rostro y un mechón de cabello rebelde cae en forma de cascada hasta su hombro. Se ve tan concentrada y tierna que él no desea interrumpir sus pensamientos. Kreto está sentado en su escritorio y sostiene un espejo de mano, se ve muy sexi con una campera de piel de tigre que acentúa sus anchos hombros y sus músculos bien trabajados. Al fin rompe el silencio

⎯ Hola mi diosa. ¿Por qué tanta formalidad? ⎯ pregunta de repente.

⎯ ¿Qué ? ¿De qué hablas?⎯ ella abre los ojos y no puede evitar suspirar al ver su sexi reflejo.

⎯ Tu forma de invocarme. Ya me había acostumbrado a tu manera natural de llamarme a toda hora.⎯ le responde.⎯ Tu simpleza, es una de las cualidades que más me agradan de ti.

⎯ Disculpa. Es la primera vez que te invoco y no sabía como hacer para llamar tu atención.⎯ confiesa ruborizada.⎯ Las otras veces solo te nombre y ahora no sabía cómo hacerlo. Solo improvise.

La risa de él resuena en el pequeño baño y ella no puede evitar reírse, ahora entiende que su comportamiento fue muy tonto e infantil. Hace tanto que de sus labios no salía ese sonido que se sorprende con lo bien que se siente.

⎯ Dime mi diosa ¿Qué sucede?

⎯  ¡No me digas así! No soy una diosa, solo soy una mujer.

⎯ Muy bien, Katarina. Soy todo oídos.⎯ cambia su tono de voz.

⎯  ¡No te enojes!

⎯  No estoy enojado, pero te trataré como a una simple mujer. Así que mejor habla. Tengo cinco minutos.

Katy lo mira asombrada, pero él le hace señas para que hable y ella no sabe por dónde empezar. Lo mira por unos minutos. Se siente una tonta y ahora se arrepiente de haber dicho que era solo una mujer ya que él tomó una postura fría y la trata indiferente y eso por alguna razón le duele. Entonces toma valor y comienza con su relato.

⎯ Estoy confundida. Hoy me encontré con Bruno y fuimos a nuestro antiguo departamento. Al entrar me di cuenta que todo está exactamente igual a como lo recuerdo. Él vive detenido en el tiempo y eso me asusta, mis cosas están en su lugar y ni siquiera guardo mi abrigo, sigue colgado en el perchero. Eso me confunde.⎯  ella lo mira como buscando respuestas y Kreto solo asiente.⎯ Pero eso no es lo más extraño, después de estar hablando por un rato me contó cómo conoció a Naomi, todo lo que pasó entre ellos dos y hasta como sé casó y siento que es sincero. En sus ojos no vi engaño, solo mucho dolor y arrepentimiento.

⎯ Entiendo. ¿Quieres intentar acercarte a él?⎯ Kreto se siente un tonto, en algún momento pensó que entre ellos algo podía funcionar y tenía esperanza que ella se olvide de Bruno.⎯ ¿Lo quieres enamorar?

⎯ No, no es eso. Solo quiero descubrir la verdad, además cuando lo bese…

⎯  Katarina, ahórrate los detalles.⎯ la interrumpe celosamente y aprieta con fuerza el mango del frágil espejo.⎯ No necesito saber que es lo que sientes por él o que te hacen sentir sus besos.

⎯  ¡Nada! ¡No siento nada!.⎯ confiesa al ver la furia en los ojos de su interlocutor.

⎯  ¡¿Qué?! ⎯ se sorprende al escuchar esas palabras.

⎯  Eso, no sentí nada. Creo que ir descubriendo algunas cosas me abrieron los ojos y él no es la persona que yo creía.

⎯  O quizás no estabas tan enamorada como pensabas y sólo estabas acostumbrada a estar con él.

⎯ Puede que tengas razón. Si lo pienso bien, yo siempre intentaba mantener nuestra relación a flote y él no hacía nada.

⎯ Lo siento.

⎯ No lo sientas, porque la verdad no estoy triste por darme cuenta que no lo amo.

⎯ Vaya eso no me lo esperaba.⎯ confiesa feliz.

⎯ Ahora estoy confundida, no puedo matar a nadie, no sé quien planeo mi muerte y para colmo Bruno se está muriendo.

⎯  Déjame chequear algo.⎯ Kreto busca en un gran libro que tiene sobre la mesa el nombre de Bruno y no aparece hasta dentro de varios años, muchos años en realidad.⎯ Katy, él no va a morir, no te preocupes.

⎯ ¿Hablas en serio?

⎯  Sí mi diosa.⎯ no puede evitar tratarla con cariño después de escuchar que no siente nada por otro hombre.

⎯ Gracias, es un alivio.⎯ sonríe tiernamente.⎯ No sé porqué pero algo me dice que él no tiene nada que ver en mi muerte, si tan solo tú me dieras una pista.

⎯ Me encantaría ayudarte más de lo que ya estoy interviniendo, pero no puedo. Lo siento.

⎯ Oye, espera un momento. ¿Cómo estás interviniendo?¿ De qué forma?⎯ le pregunta con gran asombro.

⎯ Creo que hable de más.

⎯  Aún no dices nada.

⎯ Esta bien, te lo diré.⎯ Kreto a incumplido una de las reglas sagradas que él mismo estipulo y ya van varias si lo piensa mejor y ahora debe dar explicaciones. Se siente como un niño que ha hecho una travesura y están a punto de regañar.⎯ Katy… La otra noche en tus sueños pedías ayuda, tus gritos eran desesperantes, llorabas dormida y te aferrabas a tu almohada con mucho dolor. Esa vez no tenía a Morfeo cerca y no tenía forma de ayudarte, realmente me sentí un inútil, solo quería consolarte y no podía.

⎯  Espera un momento, eso quiere decir que tu me espías mientras duermo.¡ ¿Tú me espías?!⎯  más que una pregunta era una confirmación.

Kreto no sabe qué contestar, se sintió descubierto y pasa su mano nerviosamente sobre su cabello, mientras Katy impaciente espera una respuesta.