Traicionada

El rey Carpio ha llegado a un peñasco, las olas golpean con fuerza, la última vez que estuvo ahí, lo acompañaba su amigo Gorgeous, padre del rey Fortem de Fontana; sin saber que un mes después, poseído por el hechizo maligno de una bruja vengativa, él destruyó la familia de su amigo, y la felicidad de su hija Majic.

- "Sal de ahí, sé que esperas hace mucho tiempo ya", expresó Carpio empuñando su espada.

- "Tienes de vuelta a tu hija, y tu reino sigue siendo el más glorioso, parece que corriste con mucho mejor suerte que tu amigo Gorgeous", manifestó un hombre con una máscara.

- "Hay algo que descubrí, todos ustedes nos rodean, todos ustedes parecen creer que realmente podrán derrotarnos, ya deberían saber que están tratando de iniciar una guerra que la tienen perdida", dijo el rey Carpio poniéndose en guardia.

- "Su Majestad, creo que ya perdió el toque, no vine acá a enfrentarme con usted, pone demasiada fe en una mujer, pone demasiada fe en una mujer, aunque el termine le quede grande, solo es una niña, que pone su confianza en otro niño; el príncipe Josag y se ha dedicado a cultivar sus poderes mágicos, lo cual es admirable, pero vive creyendo que puede crear un mundo ideal, no sabe lo que es vivir rodeado de maldad, sucumbirá en la pelea, y arrastrará a su querida hija con él", expresó el hombre con máscara.

- "Te equivocaste en algo, ese niño sabe lo que es vivido rodeado de maldad, vio morir a su madre en manos del hombre que el padre de la niña que adora, perdió a su padre por ese mismo hombre, vio a su hermano convertido casi en un títere por el monstruo que ustedes mandaron a su hogar, experimento en su cuerpo el dolor supino que le causó mi ataque, tuvo que vivir atormentado de esta enamorado de la esposa de su hermano, claro que sabe lo que es la maldad, pero jamás dejó que eso lo dominara y cambiara su esencia como hemos hecho otros; ¿tanto les da miedo ese 'niño?, ¿te molesta que haya otra manera de ser fuerte?, ¿te molesta que un hombre no se pueda revolcar en la cloaca como tú lo has hecho?; y hablando de niñas, tu plan terminó arruinado por una, que ahora se sienta en la corona de Pallango. ¿Quién es un hombre de verdad?, obvio que usted no, Príncipe Feng", manifestó el rey Carpio con una mirada de satisfacción.

El príncipe Feng se llenó de furia, sacó su espada y empezó el ataque contra el rey Carpio, que con una estocada hizo que la máscara de Feng saliera volando por los aires, dejando ver la horrible marca que había dejado Huimang en el rostro de Feng, cuando se enfrentaron por última vez; esa chica de un modo y otro, se liberaba de su ataque, aún cuando parecía estar vencida; desde el primer ataque que planifico para ella, ese recuerdo lo tiene grabado.

- "Imbéciles, estoy rodeado de imbéciles, ¡no pueden acabar con una vieja que ni llega a los cincuenta kilos!, es una mocosa con actitudes de grandeza; si Khwan cree que con ella, va a lograr obtener la corona, está muy equivocado, acabaré con ella y enviaré sus despojos para que sienta la frustración de no poder proteger algo suyo. El día que decidió enfrentarme, Khwan firmó su sentencia, todo lo que quiera, yo lo voy a destruir", expresó con furia extrema el segundo hijo del rey de Pallango.

- "Debería controlarse, Su Alteza, tal vez es mejor que hayan escapado, la niña se asustará y querrá alejarse de su hermano lo más pronto que pueda; si le gusta tanto, cuando no esté bajo la protección de su hermano, podrá hacerla suya y entregárselo en la cara, como ha hecho con todas", comentó serenamente el conde Shashoug.

- "Cuando eso sucede, parece no importarle, por eso tiene que ser cuando a él todavía le interesa; ese imbécil se cree superior cuando se ha revolcado en el mismo lodo", insistió Feng con furia.

- "No creo que esta muchachita le sea indiferente a su hermano, cuándo se ha alterado él por una mujer, ella no llegó por casualidad a su fiesta y lo sabe, además que llegara el general Chien a salvarla para nada es una coincidencia; su hermano jugó sus cartas para desafiarlo y verlo perder la cabeza, pasando por sus ojos lo que piensa que usted jamás podrá robar, tenga paciencia, sea prudente y obtendrá todo lo que quiere", manifestó el conde con sonrisa siniestra.

El príncipe Feng bebió una botella de hidromiel sin detenerse, limpiandose con su mano los restos que quedaron, pensó que tal vez debía escuchar al conde Shashoug; mañana iba haber un escándalo y él debería parecer inocente.

Por otro lado, Huimang estaba terminando la sopa que preparó Khwan, sorprendida de que supiera tan bien.

- "Gracias, estaba deliciosa", expresó Huimang.

- "Trata de descansar, partiremos al amanecer, conserva todo el calor que puedas; limpiare todo", dijo Khwan.

- "¿Tiene idea de quién pudo haber hecho esto?", preguntó Huimang.

- "Alguno de mis hermanos, aunque apostaría que fue Feng, fuiste bastante elocuente en la reunión y cautivaste a todos con tu talento, tal vez Feng no tenga esa obsesión de tener la corona como Bupae, pero lo que más odiaría es que la tuviera yo", respondió Khwan.

Cuando terminó de limpiar, se sentó cerca a Huimang, quien se alejó un poco.

- "Es por la chimenea, realmente hace frío, espero que los demás estén bien, apenas estés a salvo, iré a buscarlos", expresó Khwan con cierta preocupación.

Huimang confirmó una vez más, que el príncipe Khwan era un enigma total, detrás del frío, serio, soberbio y grosero hombre que aparenta, hay uno interesado por los demás, que podría ser capaz de tener gestos nobles. Por un momento, Huimang se perdió en sus pensamientos inundados por Khwan, solo volvió en si, cuando escuchó la profunda y gruesa voz del príncipe.

- "Deja de mirarme, a menos que me quieras pedir algo", dijo Khwan, quedando muy cerca de ella..

- "Ah, ¿pedir algo?, ¡no!", respondió asustada Huimang, y apartó bruscamente al príncipe.

- "Hey te traté bien, ¿por qué me maltratas?", inquirió Khwan.

- "Lo siento yo, invadió mi espacio personal... Yo... solo manténgase en su lugar y no se acerque", respondió Huimang nerviosa.

- "Me quedaste mirando como si fuera un postre", comentó Khwan con naturalidad.

- "¡No!, ... Ya... Ya... No diga... No diga tonterías, yo... yo... solo estaba... estaba pensando en lo que pasó. Ya olvídelo ya entré en calor... Creo... Creo que... Creo que me voy a ir más allá", dijo Huimang nerviosa.

La joven princesa se puso de pie, quiso dar unos pasos, pero pisó el abrigo que le quedaba algo grande, terminando cayendo pesadamente, Khwan intentó amortiguar el golpe, y ella terminó encima de él, rozando sus labios.

Ella intentó separarse, pero la mirada profunda de Khwan era hipnotizante, el roce en los labios le recordó el beso afuera de la iglesia, y sin pensarlo mucho volvió a besarlo. Ante el beso tierno, pero intenso que empezó Huimang, él no pudo resistir, respondió aquel beso con mayor intensidad, acomodándola para que se sienta más profundo, y aunque estuvo tentado de ir más allá, sabía en el fondo que esa muchacha si bien tenía carácter fuerte, aún era inocente, esa relación tenía fecha de caducidad. Cuando el beso terminó, Huimang se sentó a un costado completamente sonrojada, Khwan solo guardó silencio.