Corro cansada y ya sin fuerzas la verdad es que ya no puedo más estoy completamente agotada y casi desmayada los golpes aún me arden, pero lo tenía que hacer nos separamos mientras huimos y después de un rato me doy cuenta de que al menos que nos separemos nos van a atrapar, corro al bosque y veo a la persona frente a mí, niega, pero después de mucho discutir le entrego algo seguro y escapa mientras que sigo distrayéndolos miro a la nada sonriendo satisfecha, porque solo alguien que sabe que es vivir la traición de parte de dónde menos lo esperas sabe lo que es proteger y cuidar a la única persona que sí estuvo allí.
Yo solía ser una princesa de esas que viven en una burbuja y quieren todo lo que pide, una chica que creía tener su vida perfecta, una joven que creía en un príncipe, en un cuento de hadas en el amor bonito, pero después de solo conocer el dolor te aferras a una rosa que sabes que aunque te va a pinchar quieres tener su aroma, o con el fuego que es asombroso pero te quema
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levantarse.
Odette.
Después de caer en brazos de mi amiga, sigo tratando de que hulla, he perdido mucha sangre.
—No te mueras Angelita, yo te necesito — dice Antuan bañado en lágrimas.
—Tú eres fuerte, eres una Morosova, tú puedes mi amor— dice mi abuelo, es raro no, mi abuelo el que apenas y conocí hoy.
—Hermanita abre tus ojos y no te rindas, prometiste cuidarme y si mueres quien lo hará, hermana despierta carajo.— dice mi amiga mientras vamos en un auto en movimiento, ella me aprieta a su pecho y Antuan está sosteniendo mis piernas, la lucidez se me va de momentos y creo que este es el fin, escucho sus llantos y pienso en el porqué no me enamoré de Antuan, por qué no fue el quién me trajo hasta aquí.
Me suben a una camilla y casi no puedo respirar, solo veo las luces de las lámparas incandescentes en el techo y las caras de varios de ellos, oigo como les cortan el paso mientras sigo en la camilla hasta otra sala más, los que parecen ser doctores corren con preocupación y mientras me colocan una mascarilla de oxígeno en la cara lo veo a él entrar con un arma, a lo mejor vino a terminar el trabajo.
—Nadie me saca de aquí, ella es mi esposa— grita el Don desesperado, se acerca a la camilla mientras la anestesia hace efecto, me mira con sus ojos rojos y llenos de lágrimas.
—Amor perdóname, por favor conejita, Te Amo amor y te prohíbo morirte, Amor prométeme que vivirás— Escucho que dice, casi no tengo fuerzas y verlo allí me trastorna, mi cuerpo se siente pesado y mis párpados comienzan a cerrarse.
—Eres mi condena, mi castigo y mi recompensa — es lo último que le oigo decir, entonces entro en una profunda oscuridad hasta qué...
—¡Mamá! Me duele... Me caí, hay mucha sangre— digo cuando me caigo de mis patines.
—¿Ajá y qué?, no vas a morir o sí, es sangre y es tuya, aparte ¿te estabas divirtiendo antes de caerte?— pregunta mamá con una sonrisa.
—Sí, mami, pero duele mucho— digo llorando.
—¿Eres una princesa o no?— pregunta de nuevo mientras me cura.
—Si mami— digo apenada por olvidarlo.
—Bueno, primero el dolor es mental, segundo te divertiste, tercero la sangre es tuya, así te conoces más, y por último y más importante eres una princesa y las princesas no son débiles y menos les regalan sus lágrimas a otros, soy tu madre y te lo paso, pero tus lágrimas son tuyas así que arriba y quiero ver una hermosa piroutte.— dijo y la abracé, vuelvo a estar a oscuras y la veo bailar feliz y me le acerco.
—¡Mamita, eres tú! —Digo y la abrazo.
—Si soy yo mi niña y estás hermosa — dice y frunzo el ceño.
—Pero si estoy horrible, toda golpeada y...—me callo al verme limpia y hermosa, con unas hermosas mayas, zapatillas y un tutú rosa.
—No, estás, lindísima, ahora baila, hija baila y demuestra que tú eres fuerte y valiente.— dice y me río.
—Madre, te fallé, me enamoré del villano, soy una mala princesa— digo y se cruza de brazos.
—Yo también lo hice con la diferencia que morí y no logré sacar nada bueno de dentro de él, lo único bonito fuiste tú, pero tú eres mejor que yo y sabrás crear tu propio cuento, nadie debe decirte que es correcto — dice y asiento.
—Las princesas se quedan con los príncipes, ¿según quién? Donde se estipula eso, ve y haz lo que tengas que hacer y cuando estés lista para venirte conmigo, bailaremos juntas aquí, te amo mi reina.— dijo y tomó mi mano para bailar, las dos hacíamos excelentes pasos y giros perfectos, estaba en paz.
—Princesa...—dice mamá parando de bailar.
—Si mamita, dime qué ocurre— pregunto mirándola con amor.
—Ya es hora de irte, ahora ve y ponme más orgullosa — al escuchar eso me pongo triste.
—Tan pronto, pero quiero seguir bailando — se acerca a mí y toca la punta de mi nariz.
—Y lo harás hermosa, créeme que sí, pero ya llevas mucho tiempo aquí, así que ve y disfruta de tu vida, tú pones las reglas — dijo y la miré confundida.
—Mucho tiempo, solo llevó unos minutos — le reclamo.
—Llevas mucho tiempo dormida, así que ve y demuestra lo que es ser una princesa— me asombro y ella sonríe, me besa y me da un pequeño empujón, entonces cierro mis ojos, pero cuando los abro...
—Dónde estoy...— digo casi sin voz y escucho un grito.
—Hermana por fin despiertas, doctor, doctor — esa es mi amiga que grita como loca.
—Un doctor me revisa y luego entra Antuan y mi abuelo.— mi niña al fin despertaste, los recuerdos me invaden y le sonrió tranquila.
—Cuánto tiempo estuve dormida — pregunto y ellos se ven entre sí.
—Cinco meses, usted lleva cinco meses en coma— dice y abro mis ojos.
Tanto tiempo...— digo y él sonríe.
—Sí, al principio fue inducido, pero después ya no despertó, pero ya estás muy bien, con terapia recobrarás tu movimiento, pero no es necesaria tanta, ya que aquí se la dábamos a diario.—¿cómo? Vaya cinco meses... Bueno, creo que mi cuerpo ya descansó suficiente, pensé.
—Amiga te extrañé mucho, ahora yo te cuido _ dijo sonriendo.
Fui llevada a una enorme mansión, creo que la casa de mi abuelo y aquí llevo recibiendo terapia un mes entero, ya estoy lista para todo.
Muchos piensan que una princesa es una mujer débil y exageradamente mimada, debido a que la mayoría de los cuentos de hadas las pintan así. Siempre son raptadas u hostigadas por un villano malvado y deben esperar a que el príncipe azul venga a rescatarlas. Son el ejemplo perfecto de las damiselas en peligro, pero yo crecí escuchando otra versión de las princesas, te puedes dejar consentir, pero no te acostumbres a las cosas fáciles, todo lo pides, todo lo tienes, no, sé una princesa y obtén lo que quieras, pero por mérito propio ese siempre ha sido mi pensar.
Yo me parezco un poco a esa teoría, soy una princesa a la cual un villano raptó y a pesar de que había un príncipe dispuesto a rescatarme decidí quedarme al lado del villano, decisiones, la vida está hecha de estas, yo elegí y sufrí, gocé y lloré ahora me toca pensar bien que haré.
Mi madre siempre decía no temas a caerte porque cuando alguien toca fondo, está en el suelo, en lo más abajo la única opción que queda es subir y eso haré subiré y cobraré mis cuentas pendientes, haré pagar al que lo tenga que hacer y podré reinar en dónde di mi palabra, la bratva ahora es mi reino y yo soy patrona.