*Han pasado exactamente dos años desde que me dejaron prácticamente en el altar.
Me llamo Montserrat Diaz, CEO de MONSE COMPANY.
Sentada en mi sillón de color rojo, con una copa en mi mano, mirando el vacío que ofrecía mi ventana, me puse a llorar.
"Maldita seas Enrique, maldita seas Victoria" maldecía a las personas que más odiaba en el mundo, mientras leía en una página de chisme, que ellos dos se habían casado en Hawaii.
Mi vida da un giro al conocer a Aaron Palacios, un joven que al igual que yo, lo han traicionado, mientras yo lo quiero cerca como un juguete, él solo quiere estar lejos de mi.
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24.
MONTSERRAT DÍAZ
Todos aquellos sentimientos que estaban dormidos por Aarón están aflorando.
Han pasado dos días desde que volví a verme con él. Siento esa sensación de tranquilidad, de paz, de deseo, de amor, de querer ser protegida, pero también de protegerlo.
Los resultados de los análisis de orina, fue que tenía una fuerte infección renal, por eso las fiebres imparables, sumado el estrés y el cansancio físico.
Quedé con Aarón en tener una cita. Él llegó a la casa y saludó a Ivet y a mi madre. Cargó a Darien y le dio un beso en la mejilla. Mi madre tomó a Darien.
— No te preocupes por él, queda en buenas manos. Ve y disfruta de tu cita—Ivet me miró con esa mirada malvada.
Salí de la casa con Aarón. Subí al auto. Empezó a conducir.
—¿A dónde me llevas?
— Vamos a ir a un mirador. Quiero que te relajes aunque sea la vista.
— Aarón, sabes que tengo un poco de curiosidad, tal vez no deba preguntar, pero quiero saber. ¿Cómo compraste este auto? ¿Dónde trabajas? ¿Qué haces?
Aarón quedó en silencio.
AARÓN PALACIOS
Me quedé en estado de shock cuando Montse me preguntó por el auto y por el trabajo. Aún no sabía si decirle la historia que viví con Camila, que aunque no fue amorosa, me casé con ella. Y aunque no lo quiero aceptar, soy un hombre que enviudó.
— Montse, disfruta del viaje. El auto me lo da la empresa donde trabajo. Recuerda que hice mi maestría en Finanzas corporativa, esta es una oportunidad por ser excelente estudiante.
— La empresa le da a sus trabajadores este tipo de autos de marca que mínimo valen 400. 000 Euros. Dile a ese CEO que me contrate y me dé un auto así.
La miré y le di una sonrisa.
Si ella supiera que ese CEO soy yo, no sé si aceptaría salir conmigo, por lo orgullosa que es. Pensar que los papeles se han invertido.
— Llegamos al mirador. Sabes que gracias a tu Mamá me he actualizado con el GPS.
—¿Mi mamá?
— Sí, ella me mostró el mundo del GPS — me puse a reír— Parece que le agrado a tu madre. Y eso me gusta, porque significa que ella aceptará nuestra relación.
— Aún no tenemos esa relación.
— Pero la tendremos. De eso estoy seguro.
Bajamos del auto. Empezamos a caminar por los alrededores. Le tomé la mano a Montserrat.
— Sabes Montse, quiero decirte algo — Había pensado un poco las preguntas que me hizo en el auto y creo que si voy a enamorar a Montse debe ser sin pasados ocultos, sin mentiras.
Ella fijó su mirada en mis ojos.
— Sí, dime.
— El día de hoy tenía la intención de pedirte formalmente que seamos pareja, novios... pero creo que debes saber algunas cosas de mi antes de eso.
— Habla. No creo que tu situación sea peor que la mía. Aún sigo casada.
— Yo me casé con una compañera de clase — Montse abrió sus ojos que parecían platos— pero escucha, no hagas esas caras.
— Me trajiste aquí para decirme que estás casado. ¿En serio? ¿Estás jugando conmigo? ¿Es un desquite por lo que yo te hice?
— Cálmate, deja que termine de hablar.
Ella llevó su mano izquierda a su frente y sus ojos se humedecieron..
— No llores Montse. Aunque me casé, ese matrimonio solo duró un par de días porque Camila falleció de Cáncer.
Montse dirigió nuevamente su mirada a mis ojos, sus lágrimas rodaban por sus mejillas.
— Camila era mi amiga y compañera de clases, su última voluntad fue que me casase con ella. Yo solo cumplí ese deseo. Legalmente, soy un hombre libre, viudo.
—¿La amaste?
— Nunca tuve sexo con ella, mi amor por ella era un amor de amigos, un cariño de compañero, nada más. Así que si te cuento esto es porque no quiero esconderlo. No quiero tener ningún secreto ni nada que más adelante nos afecte.
— Perdón. Soy la menos indicada para sentir celos.
— No debes sentirlo. Con la muerte de Camila, hubo un acercamiento con los padres de ella, son unos señores muy educados, muy buenas personas, me gustaría que algún día los conocieras. Yo empecé a trabajar en la empresa del señor como pasante para aprender de él todo lo que él sabe. Ellos tienen mucho dinero y empresas, pero no me acerqué a ellos por eso. Sabes que yo no soy codicioso. Cuando regresé a España, hablé con ellos de que me venía a Italia y donde estoy trabajando es una empresa que ellos me obsequiaron.
Montse estaba callada. Había dejado de llorar. Se veía confundida.
— Así que ese carro es mío, perdóname por decirte que era prestado de la empresa y trabajo como el CEO. Creo que ya no tengo nada que ocultar.
— Caminemos. Tengo que pensar un poco. Me has dejado con la boca abierta y no sé que decirte.
Caminamos un poco. Ella estuvo en silencio un rato. Solo espero que ahora ella sé abra conmigo y me cuente lo que vivió, lo que la ha dejado así de herida.
— Piensa, aclara tus pensamientos y sentimientos porque yo no estoy jugando contigo y voy en serio.
Me acerqué a ella y la abracé.
— Aarón. Gracias por contarme.
— Bueno, como yo no tengo secretos y quiero que seamos novios, entonces ahora si es momento de preguntarte, ¿Montse, quieres ser mi novia, mi pareja, mi amor, quieres ser ese todo?
— Sí quiero. Si quiero estar contigo, desde siempre te he amado, desde que eras un mesero. Y hay algo que confesar.
— Bien, de eso se trata de contarnos— yo pensaba que me iba a decir sobre su matrimonio.
—Yo hice que te despidieran del restaurante—Ella agachó su mirada— quería tenerte cerca, por eso lo hice. Sé que en ese momento no podía estar contigo abiertamente por nuestra diferencia de clase social y por mi papá y la única forma era llevarte a mi empresa como pasante.
—¿Qué hiciste que? Montserrat Díaz, hiciste que perdiera mi empleo. Me dejas sorprendido, pero ya no importa. Gracias a eso salí de mi zona de confort. Hagamos borrón y cuenta nueva.
Tenemos mucho que decirnos. De eso no hay duda. Solo espero que este inicio sea para bien, buscaré ayuda con el señor Sotelo para que me recomiende excelentes abogados para que ella se divorcie y para que mi hijo sea registrado con mi apellido.
le dice a la dra q construirá el hospita para la dra administrarl