Dos caras, dos vidas ,un sufrimiento y dolor sin reparó. sin un ayer no hay un mañana y un mañana es el dolor del ayer, sin sacrificio no hay recompensa pero parece que está no es muy buena.
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CAPITULO 3
ISMAR (pensando): Debería ir al doctor... después de todo, el mundo piensa que estoy enferma, y la verdad es que yo no soy así. Quise sufrir mucho, llorar y fui maltratada, pero nadie acudió a ayudarme. Y cuando hablé, no me creyeron... incluso me echaron la culpa. ¡Qué ironía! ¡Que todos paguen! Los veo en todos, y él me ve.
En la estación de policía...
FERNANDO: Ya verificaron las huellas.
NICOLÁS: Ya me pasaron el reporte.
FERNANDO: ¿Y qué dice?
NICOLÁS: No salen huellas.
FERNANDO: Era como se suponía... es el mismo asesino.
En la casa de ISMAR...
ISMAR (mientras se observa en el espejo): ¡Qué hermoso rostro el del espejo! Pero qué tristes se ven sus ojos... (pensando) ¿Cuándo escucho una voz?
VOZ: Hola, ISMAR.
ISMAR (desesperada): ¡Déjame en paz!
VOZ: ¿Por qué tanto miedo si yo soy tú y tú eres yo?
ISMAR (sonriendo): Tú eres quien toma posesión de mi cuerpo.
VOZ: Sí, soy yo.
ISMAR (riendo a carcajadas): Me preguntó qué harías con mi cuerpo...
VOZ: No te hagas... soy todo lo que deseabas.
ISMAR (furiosa): ¡Nunca te deseé! ¡No me recuerdes algo que no quiero! ¡No te atrevas! (ve el espejo y lo rompe) ¡No es mi culpa! ¡No lo es! (llora en el suelo)
En la estación de policía...
FERNANDO: Estuvimos revisando las cámaras de seguridad, pero no hay cámaras que lleguen al callejón.
NICOLÁS (enojado): El asesino es un asesino profesional... porque donde asesina no hay cámaras de seguridad, tampoco deja rastro o huellas... solo deja al muerto, porque seguro no lo puede llevar.
FERNANDO: ¿Quién sabe?
NICOLÁS: Tampoco hay testigos.
FERNANDO: Nadie ve nada... solo ven los cuerpos.
NICOLÁS: ¿Qué pasa con el anillo?
FERNANDO: Estamos intentando descifrar las frases que hay ahí para saber qué idioma es... pero parece que el anillo fue personalizado.
NICOLÁS: ¿Osea que es posible que tengan un vocabulario más secreto que el hablado común?
FERNANDO: Sí, eso es posible... pero también puede que no.
NICOLÁS: Hay que averiguar su secuencia de asesinatos.
FERNANDO: Si lo hacemos, es posible que sepamos su siguiente movimiento. Me voy a casa.
(FERNANDO va al mismo bar donde se encontró con ISMAR esa noche para ver si la veía, y estuvo en lo correcto... esa misma noche, ISMAR no fue con su otra personalidad, sino como es ella... hoy no lleva una vestimenta audaz, lleva una vestimenta fría y sombría.)
ISMAR pide un trago, pero duda en beber... ya que piensa que nunca ha bebido. Después de un rato, se le acerca FERNANDO.
FERNANDO: Señorita, ¿por qué lo mira tanto?
ISMAR (con una fría expresión): No le interesa.
FERNANDO: Wow, qué respuesta (sonriendo)... solo quiero ser amable.
ISMAR (sonriendo): No le interesa... y ¿por qué no espera a esa persona en vez de molestar? ¡Qué fastidio!
FERNANDO (sorprendido): ¿Cómo sabes que espero a alguien?
ISMAR (sonriendo): Es simple... se arregla mucho, bebe pero se mantiene sobrio... y por su desesperación, se ve que espera mucho.
FERNANDO (pensando): Ella es más observadora que yo, que soy detective... (habla con sarcasmo) Parece que usted es policía.
ISMAR: No lo soy... solo observé.
FERNANDO (pensando): Mientras la oía hablar, me pareció familiar... con la misma mujer de esa noche. ¡Es ella! Aunque no la vi a través de su velo, se parece a ella... su cabello, su voz y su forma de ser.
ISMAR: Señor, sé que puede largarse... me fastidia la noche.
FERNANDO: ¿Cómo se llama?
ISMAR: No le interesa.
FERNANDO: Solo es su nombre.
ISMAR: No, gracias (mientras se va).
FERNANDO (pensando): Ella es testaruda, pero quizás tenga miedo de que le hagan daño.
(ISMAR toma camino a casa, esperando para tomar un taxi, y empieza a cambiar su personalidad y su voz la atormenta.)
VOZ: Déjame salir, déjame tomar el control.
ISMAR: Déjame en paz.
(E inmediatamente se le acerca un ladrón y le pide bruscamente sus pertenencias.)
LADRÓN: ¡Dame tus cosas!
ISMAR (sonriendo): No te las daré... son mías.
(El ladrón apunta con un cuchillo, pero ella no cede y el ladrón la apuñala, pero en vez de sentirse mal, sonríe, lo que extraña al ladrón.)
ISMAR (sonriendo): Toma (entrega sus cosas) pero espero que hayas hecho un buen trabajo.
El ladrón se fue pero con una extraña sensación en su corazón , nunca vió a una persona que morir la hiciera tan feliz , el se fue pero con esa extraña sonrisa en sus ojos y las palabras de ISMAR resonaban en su cabeza.
(FERNANDO decide no esperar más a la ISMAR que conoce, entonces se llama un taxi y decide esperar afuera del bar, pero unos centímetros ve a ISMAR tirada en el suelo y un gran charco de sangre, entonces llama a una ambulancia. FERNANDO la toma en sus brazos.)
FERNANDO: ¡Señorita! ¡No se duerma! ¡Estará bien, ok!
ISMAR (sonriendo): Aún sigo despierta...
FERNANDO: ¿Cómo puede sonreír en estos momentos?
ISMAR: Ya no necesito vivir mucho... cierra los ojos.
(Un rato después llega la ambulancia y se llevan a ISMAR.)
FERNANDO: ¡Camino a urgencias, señorita! ¡Usted puede luchar, no se deje morir!
(Los doctores inmediatamente la llevan a urgencias, pero no es voluntad de ella vivir, ya que aunque la ayudan a no morir, no despertaba.)
ISMAR (pensamientos): Toda mi vida he sufrido por culpa de ese dolor que nunca pude superar y desarrollé varias enfermedades psicológicas.
DOCTOR: La persona que trajo a la paciente ISMAR, por favor... venga conmigo. La estamos salvando, pero parece que ella no quiere volver... y si no despierta, la daremos por muerta. Hable con ella, a ver si la escucha.
FERNANDO: Está bien, doctor... señorita, escucheme... no sé por qué no quiere regresar, pero yo sé que no todos tenemos un buen pasado. ¡Le prometo que si usted vuelve, yo la ayudaré y creeré en usted más que alguien que usted haya conocido! ¡Usted dirá que es mentira, pero hay que saber que no todos tenemos un buen pasado y siempre sonrió pero siempre tuve una infancia difícil y sufrí mucho!.
ISMAR : Que descortés.